El c¨ªrculo (perverso) ¡®hollywoodiense¡¯ que rodea al ISIS
Desertores del grupo descubren los secretos de su aparato de propaganda en el filme 'Terror Studios'
Fascinaci¨®n es una palabra que encaja bien en lo que siente Zyad. "Me encanta, me hubiera gustado estar presente en la grabaci¨®n, pero no estuve". Nada fuera de orden si no estuviera hablando de una ejecuci¨®n en masa perpetrada por combatientes extranjeros del Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s). El v¨ªdeo del asesinato m¨²ltiple fue difundido en noviembre de 2014. Los barbudos del ISIS, capitaneados por el brit¨¢nico Jihadi John, hoy ya muerto, mataban a cuchillo frente a la c¨¢mara a 22 soldados sirios. Entre los muertos en aquella matanza, el tambi¨¦n cautivo Peter Kassig, cooperante norteamericano. Fue la puesta de gala de muchos de los extranjeros insignes del ISIS, aquellos de los que se hab¨ªa hablado mucho pero poco se hab¨ªa visto; un golpe maestro del grupo terrorista en su maquinaria de reclutamiento de for¨¢neos. Pero sobre todo fue uno de los primeros filmes hollywoodienses de la trabajada factor¨ªa ISIS. Y por eso fascina. "En [las pel¨ªculas de] Hollywood se divierten matando gente", contin¨²a Zyad, exmiembro del grupo yihadista, "en el ISIS es lo mismo, pero no es ficci¨®n, es real".
La fascinaci¨®n sobrevuela el documental Terror Studios, dirigido por el franc¨¦s Alexis Marant (Par¨ªs, 1968) y que el canal #0 emite este jueves (21.55). Desertores del ISIS ya fuera de tierras del califato descubren al director parisiense, acompa?ado del gran experto franc¨¦s en el fen¨®meno yihadista Wassim Nasr, algunos de los secretos del aparato de propaganda del grupo terrorista, su estructura de mando y potencial t¨¦cnico. Pero descubren sobre todo c¨®mo supieron hacer llegar a su audiencia pretendida, a sus ac¨®litos, la seducci¨®n por el terror. La f¨®rmula ser¨ªa: uso la fascinaci¨®n que me produce matar para fascinar a otro y que haga lo mismo. "La violencia", relata Marant durante una charla telef¨®nica, "es un detonante muy poderoso para la atracci¨®n".
El documental Terror Studios, montado con alg¨²n ligero gui?o narrativo a esa atm¨®sfera entre hollywoodiense y de videojuego que impregna las mejores grabaciones del ISIS -no la mayor¨ªa-, revela algunos peque?os secretos. A saber, que algunos de los hombres al frente de la producci¨®n de v¨ªdeos eran y son extranjeros. Tariq, exmiembro del equipo de c¨¢maras del ISIS, menciona, sirva de ejemplo, a dos iraqu¨ªes en las labores de coordinaci¨®n y enlaces directos del l¨ªder, Abubaker el Bagdadi -muchos de los hombres alrededor de este veterano yihadista son, en efecto y como ¨¦l, nacidos de Irak-. Pero tambi¨¦n se habla de saud¨ªes, tunecinos, marroqu¨ªes, brit¨¢nicos y hasta estadounidenses. Zyad habla de uno en cocreto: Abu Abdelrahman al Amriki (el Americano), un yihadista converso que habr¨ªa aprendido en la industria cinematogr¨¢fica estadounidense.
Otro secreto -sin duda interesante para los freaks del estudio del yihadismo-, este revelado a c¨¢mara por el desertor Abu Misab al Ordoni. Fue el sirio Abu Mohamed al Adnani, portavoz del ISIS y responsable de la unidad de atentados en el extranjero, el que prendi¨® fuego al soldado jordano Muath al Kasasbeh, mientras permanec¨ªa encerrado en una jaula y era apuntado por varias c¨¢maras. La difusi¨®n de ese asesinato, en enero de 2015, fue una de las pel¨ªculas m¨¢s s¨¢dicas al tiempo que impactantes por su factura producidas por los hombres del califato. Y he aqu¨ª una reflexi¨®n sobre la dificultad de producir un documental sobre un fen¨®meno tan cambiante como el que representa el ISIS. Aunque no se especifica, el tal Al Adnani, durante mucho tiempo el segundo peso pesado del grupo tras Al Bagdadi, fue abatido en un ataque a¨¦reo estadounidense a finales de agosto. Y desde entonces, las cosas en la oficina de prensa yihadista han cambiado un poco, aunque la esencia terrorista permanece.
Hasta aqu¨ª, a trav¨¦s de los relatos de exyihadistas, el cineasta Marant penetra en las entra?as del aparato propagand¨ªstico del ISIS. Pero no es este el poso m¨¢s preocupante. A estas alturas de la pel¨ªcula y tres a?os despu¨¦s de que el grupo empezase a levantar su laboratorio yihadista en el norte de Siria, si hay algo que obsesiona a los estudiosos del fen¨®meno es la fortaleza de su est¨¦tica, su longevidad y consecuencias. Por ah¨ª van los tiros, por ejemplo, del excepcional ensayo Palabras armadas, del fil¨®sofo franc¨¦s Philippe-Joseph Salazar. Al grano, ?c¨®mo afectar¨ªa que Hollywood, tan manoseada en la propaganda yihadista, tire ahora de este grupo extremista para construir un nuevo malo, mal¨ªsimo? "El ISIS y el miedo venden", dice en el documental Ted Johnson, editor de la revista Variety, "y eso lo sabe Hollywood".
Ejemplos del ISIS -o algo parecido- en escena, haberlos haylos: un episodio del nuevo Expediente X, otro de la quinta temporada de Homeland, tambi¨¦n la afamada serie House of cards, Asuntos de Estado... El c¨ªrculo y el riego es el siguiente: el ISIS usa t¨¦cnicas hollywoodienses para impactar; lo hace y extiende el miedo; crea una est¨¦tica atractiva para individuos en proceso de radicalizaci¨®n; el grupo se nutre y gobierna la yihad; el boomerang regresa y ese terror empieza a meterse en las producciones de Hollywood, aut¨¦nticos generadores de estereotipos. El que pierde es el islam. Ganan ellos. "Hicimos el juego al ISIS", resume en el filme el ensayista Jack Shaheen, "en lugar de contrarrestarlo".
El director de la cinta, Marant, lo tiene bien claro. Sentencia: "Ese monstruo, el ISIS, es un nuevo avatar de nuestra cultura popular".
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