La Macanita en estado natural
Un disco en directo recoge un recital de Tomasa Guerrero en el que la cantaora jerezana hace convivir el canon y la renovaci¨®n flamenca
El privilegio de un eco gitano de antiguas resonancias, de un metal de voz inconfundible, m¨¢s una flamencura innata, acompa?a a Tomasa Guerrero, La Macanita, desde siempre, algo que provoca que su cante sea causa de asombro ante cualquier escucha desprevenida. Hoy que el acceso a los archivos es cosa f¨¢cil existe general coincidencia en recordar su aparici¨®n cantando y bailando en la serie Rito y geograf¨ªa del cante de RTVE (1972) cuando solo contaba con cuatro a?os de edad. El arte casi como un juego desde la m¨¢s tierna infancia. En el colegio, irse a los ba?os para hacer comp¨¢s. En la calle, fiesta improvisada para alegr¨ªa de los vecinos. Prodigios de crecer en el barrio de Santiago de Jerez.
Ese podr¨ªa ser el primero de los asombros que habr¨ªa de causar la cantaora dentro de una carrera naturalmente precoz. Quiz¨¢s otro de ellos estar¨ªa en la frescura desbordante de su segunda grabaci¨®n, Con el alma (Auvidis, 1995), interpretando con Mora¨ªto y Parrilla en las guitarras un amplio abanico de estilos con una naturalidad arrolladora. Uno m¨¢s, tal vez, en la emoci¨®n de esa especial canci¨®n por buler¨ªas que se convertir¨ªa en himno, el ¡®Adi¨®s tristeza¡¯, de Nicasio Moreno, que abr¨ªa el disco Jerez-X¨¦res-Sherry (NN.MM., 1998), el primero de los dos suyos producidos por Ricardo Pach¨®n. Del segundo, Solo por eso (NN.MM., 2009), quedan bien fijadas en la memoria las l¨ªricas composiciones de su querido Fernandito Terremoto.
En ninguna de la media docena de grabaciones de Tomasa en solitario ha podido faltar la 'jondura' de sus soleares
Pero en ninguna de la media docena de grabaciones de Tomasa en solitario ha podido faltar la jondura de sus soleares, el estilo en el que ella mejor se siente y en el que es reconocida y admirada, junto a las buler¨ªas y, casi siempre, la seguiriya. Por m¨¢s que en su garganta puede sonar flamenca cualquier cosa, la tradici¨®n y la herencia recibida es su medio natural y el componente integral de sus actuaciones. Es justo lo que recoge el C¨ªrculo Flamenco de Madrid en su segunda entrega discogr¨¢fica. Como ya sucediera con el disco de Antonio Reyes y Diego del Morao, que inaugur¨® la serie, se ofrece un recital de cante con un elegido acompa?amiento de guitarra y palmas, que se graba en las mejores condiciones y que llega presentado como debe ser: cuidados textos, la buena fotograf¨ªa de Rufo y, en esta ocasi¨®n, la compa?¨ªa de un DVD que recoge ¨ªntegramente el recital del Tablao Flamenco Las Tablas del pasado 7 de julio.
El formato invita a la recreaci¨®n de los estilos sin prisas, en tandas largas de tercios que revisitan nombres y lugares imprescindibles en cada caso. En los tientos-tangos no falta el recuerdo de Pastora, pero tambi¨¦n de El Mellizo o El Gloria, con el acento a?adido de La Paquera. En la sole¨¢ resuena Alcal¨¢ o Manuel Torre, y el cantaor jerezano vuelve en una malague?a que se completa con El Mellizo; El Marrurro y El Loco Mateo est¨¢n en la seguiriya, que remata con el viejo cabal (¡°Comparito m¨ªo¡¡±) evocando a La Peri?aca. Las buler¨ªas, c¨®mo no, son las de la tierra, con el comp¨¢s vivo y preciso que marcan Ch¨ªcharo y El Macano. Tan solo en las alegr¨ªas se sale del repertorio cl¨¢sico para rescatar las incluidas en su disco La luna de Tomasa.
La Macanita sigue y respeta los esquemas can¨®nicos en los estilos tradicionales, pero a la vez es una mujer de su tiempo, la representante de un arte en evoluci¨®n. Como tal, contribuye a mantenerlo vivo y tambi¨¦n renovarlo con su personal sello. Pero cuando acomete los tercios con su gitano metal no caben concesiones. Empujada por la fuerza del propio cante, parece que se arrebola para entregarse a arrojados remates en los que se supera en agudos imposibles que transmiten la emoci¨®n de las viejas letras.
Con su trabajo junto a la cantaora, el joven guitarrista Manuel Valencia construye todo un manual de guitarra de acompa?amiento. ?l tambi¨¦n se muestra tradicional en eso: arropa el cante, lo ilustra y adorna con sus falsetas y con el soniquete que solo unos pocos tienen la gracia de poseer.
Tomasa La Macanita y Manuel Valencia. 'Directo en el C¨ªrculo Flamenco de Madrid¡¯ (CD+DVD). El Flamenco Vive
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