Los misterios de los a?os de G¨®mez de la Serna en Argentina
Cientos de documentos adquiridos por la Biblioteca Nacional dan pistas sobre ¡®Tembladeral¡¯, novela in¨¦dita del ¡®padre¡¯ de las greguer¨ªas
En Automoribundia, Ram¨®n G¨®mez de la Serna declara su amor a Buenos Aires: ¡°El mejor pisapapeles del mundo, la ciudad m¨¢s interesante y m¨¢s cort¨¦s de Am¨¦rica¡±, escribe en esas memorias. Al llegar por primera vez a Argentina, en 1931, se puso a vivir de nuevo como si no se fuese a marchar nunca, cuenta ¨¦l mismo. Y conoci¨® a Luisa Sofovich, su mujer. Cuando en 1936 emprendi¨® el camino del exilio, voluntariamente, no lo dudaron. Costaba dejar atr¨¢s una biblioteca labrada a lo largo de 48 a?os, pero Argentina era el destino y las calles porte?as el lugar de su escondrijo luminoso. Un camino sobre el que ahora se abren distintas luces con varios objetos, documentos y, sobre todo, tres cuadernos adquiridos en 2016 por la Biblioteca Nacional de Espa?a (BNE).
Buenos Aires aportaba, frente a la sangr¨ªa de Espa?a, el agua y el pan propicios para continuar su literatura de luz, magia y malabarismo. Los pasos de un G¨®mez de la Serna encomendado a una obra ins¨®lita, llena de impresiones, invenciones ling¨¹¨ªsticas y atracci¨®n por la vanguardia encontraron su senda en Argentina. Los documentos de la BNE, que ha adquirido a su vez 1.300 greguer¨ªas, poemas y cartas en una subasta el pasado abril, aportan un lote en el que se incluyen varios vol¨²menes manuscritos con notas que a¨²n no se encuentran a disposici¨®n del p¨²blico pero que abren nuevas v¨ªas de estudio.
Han sido examinados por una de las mayores expertas en el autor: Laurie-Anne Laget, bi¨®grafa suya y experta de la Universidad de La Sorbona (Par¨ªs). Ella cree que, aparte de lo conocido, son documentos fundamentales e invitan a curiosas investigaciones. ¡°Sobre todo en torno a una novela desconocida, Tembladeral, uno de sus ¨²ltimos proyectos¡±, afirma.
¡°Desde un punto de vista material, los manuscritos adquiridos por la Biblioteca Nacional son muy parecidos a los que se encuentran en el archivo de la Universidad de Pittsburgh. Es una adquisici¨®n valiosa, que complementa a la perfecci¨®n los materiales de Ram¨®n que ya pose¨ªa la BNE, como, por ejemplo, todo el material manuscrito original del Diario p¨®stumo¡±, a?ade Laget. Con un extra. La sorpresa est¨¢ en esa novela, que no vio la luz y cuenta con un t¨ªtulo inspirado en un curioso t¨¦rmino que sirve para referirse a las aguas pantanosas: tembladeral.
La mayor¨ªa de los apuntes llevan, de hecho, t¨ªtulos expl¨ªcitos como: Am¨¦rica, Bs As, Emigrante o, espec¨ªficamente, Tembladeral. ¡°Este ¨²ltimo es relevante porque ya aparec¨ªa en los fondos de Pittsburgh, aunque sin m¨¢s precisiones¡±, afirma Laget. M¨¢s bien a?adidos a algunos relacionados en 1932 con otra novela: Polic¨¦falo y se?ora, que a su vez llevaba el t¨ªtulo Tremedal americano pasi¨®n de otras estrellas. Alrededor de ello aparece la misteriosa palabra que ahora en los fondos de la Biblioteca Nacional adquiere m¨¢s peso.
¡°Ram¨®n la describe como una novela sobre la vida en Argentina¡±, a?ade la experta francesa. ¡°Su valor es innegable en la medida en que ofrece un texto redactado, parecido a una respuesta de entrevista o a un argumentario para presentar ante un editor, sobre el proyecto in¨¦dito de Tembladeral, desconocido en estos t¨¦rminos hasta ahora¡±.
En los otros cuadernos tambi¨¦n existen pistas acerca de aspectos confusos de su biograf¨ªa. Sobre todo, los relacionados con el exilio. ¡°Los manuscritos pertenecen a la ¨¦poca argentina y, probablemente, a la ¨²ltima etapa, despu¨¦s del viaje que hizo a Madrid en 1949. Son apuntes breves, recogidos en peque?os folios que Ram¨®n sol¨ªa llevar siempre consigo para poder apuntar ideas o consignar observaciones en cualquier momento. M¨¢s precisamente, los apuntes contienen observaciones y reflexiones sobre la vida en Am¨¦rica. Probablemente, Ram¨®n los us¨® para escribir sus colaboraciones en la prensa de Buenos Aires y Espa?a¡±.
Su salida de Madrid fue voluntaria, no forzada. Los contertulios del Caf¨¦ de Pombo se inclinaron m¨¢s por el falangismo que por el bando republicano, pero Ram¨®n pertenec¨ªa a la Alianza de Intelectuales Antifascistas y al PEN Club. Hasta en eso se revelaba como un exiliado exc¨¦ntrico. G¨®mez de la Serna era un manantial de requiebros. Un dandi vanguardista que pocas veces se posicion¨® en declaraciones, pero s¨ª en actitudes. Ni se le ocurri¨® regresar. Pese a la nostalgia, pese a los ofrecimientos de muchos amigos que lo quer¨ªan de regreso en la Espa?a franquista.
Sin duda, el hecho de que su mujer se encontrara a gusto en su propia ciudad, lo ataba m¨¢s. Pero la etapa bonaerense de Ram¨®n resulta absolutamente fruct¨ªfera, rica en invenciones, f¨¦rtil en la exploraci¨®n de sus personal¨ªsimas greguer¨ªas, libre y desacomplejada, propicia para su lazo insobornable con lo moderno. Sin dejar de lado que lleg¨® a sentirse, de alguna manera, porte?o.
¡°Se march¨® en circunstancias muy diferentes de las de otros escritores que identificamos con el exilio. Y durante su estancia en Argentina la percepci¨®n pol¨ªtica de su figura fue marcadamente distinta de la que se ten¨ªa de otros expatriados¡±, comenta su bi¨®grafa. Incluso pudo regresar a Espa?a brevemente en 1949, pero lo hizo en una estancia que G¨®mez de la Serna describi¨® en una carta al director del diario Arriba as¨ª: ¡°Una r¨¢faga de encantador espanto¡±. Seg¨²n Laurie-Anne Laget, ¡°Al ser una figura compleja y distinta, su propia identidad como exiliado es merecedora de estudio¡±.
Un autor que pondr¨ªa en solfa al mejor tuitero
Bi¨®grafo, novelista, poeta, ensayista, periodista¡ E inventor de la greguer¨ªa. Ram¨®n G¨®mez de la Serna se sac¨® de la manga una suerte de aforismo modernista en plena estepa carpetovet¨®nica. Un rayo en una, dos l¨ªneas, tres l¨ªneas, que ofrece en s¨ª mismo iron¨ªa, poes¨ªa, ingenio como fuente madre a la era Twitter. Una muestra de los mismos puede hacer temblar al m¨¢s audaz soldado de las redes sociales. Por ejemplo:
-Al cocinero inexperto se le caen los ajos
-Los ceros son los huevos de los que salieron las dem¨¢s cifras.
-El agua se suelta el pelo en las cascadas.
-El que pide un vaso de agua en las visitas es un conferenciante fracasado.
-Eva fue la esposa de Ad¨¢n. Y adem¨¢s su cu?ada y su suegra.
-Prefiero las m¨¢quinas de escribir usadas porque ya tienen experiencia y ortograf¨ªa.
-La amnist¨ªa es la amnesia del delito.
Babelia
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