La escritora de las mujeres malas

Cada vez que Inma L¨®pez Silva ve¨ªa por la tele a sor Mar¨ªa no pod¨ªa evitar quedarse pensando en ella. No parec¨ªa que aquella monja que hab¨ªa robado decenas de reci¨¦n nacidos en los a?os 80 en Espa?a para entregarlos a familias religiosas estuviera arrepentida. ?Realmente pensaba que no hizo mal? Tampoco parec¨ªa importarle ir a la c¨¢rcel. ¡°Supuse que la celda de una prisi¨®n no debe de ser muy distinta a la de un convento. De todas formas, siempre present¨ª que no iba a entrar nunca en prisi¨®n. Era mayor y ten¨ªa alrededor a mucha gente dispuesta a salvarla¡±, recuerda L¨®pez Silva. As¨ª ocurri¨® finalmente: sor Mar¨ªa G¨®mez Valbuena muri¨® en 2013 a los 87 a?os en pleno juicio por sus delitos.

Por entonces L¨®pez Silva, escritora desconocida en castellano pero de amplia trayectoria en gallego (tiene nueve libros publicados en esa lengua), planeaba una novela sobre el mal. ¡°?Y d¨®nde se encuentra el mal? En teor¨ªa, en la c¨¢rcel. As¨ª que met¨ª ah¨ª a sor Mar¨ªa. Quer¨ªa imaginar c¨®mo se comportar¨ªa y qu¨¦ sentir¨ªa esa monja en ese lugar, rodeada de otras mujeres supuestamente malas como aquellas a las que robaba sus beb¨¦s¡±, explica la escritora.

As¨ª fueron naciendo los personajes de Los d¨ªas iguales de cuando fuimos malas. Una monja, una prostituta gitana, una colombiana detenida con droga en un aeropuerto, una escritora condenada por intento de asesinato y una funcionaria de prisiones que antes fue bailarina de ballet cl¨¢sico. Cinco perfiles muy pegados a la realidad para explorar lo que significa la maldad y la falta de libertad en estos d¨ªas. ¡°Eleg¨ª personajes femeninos porque las mujeres, por definici¨®n social, somos menos libres y m¨¢s malas que los hombres¡±, apunta L¨®pez Silva.

La novela, que despert¨® grandes elogios tras su publicaci¨®n el a?o pasado en Galicia y que ahora Lumen lanza en castellano, desgrana delicadamente las historias de esas mujeres antes de su entrada en prisi¨®n mientras relata su vida entre rejas. Lo cuenta todo, sin dramatismo pero sin evitar la angustia, el personaje de la escritora: ¡°No ¨¦ramos m¨¢s que mujeres sin vida all¨ª dentro, y solo dese¨¢bamos que el tiempo pasara cuanto antes para salir, que aquellos a?os se convirtieran en un par¨¦ntesis¡±.

Antes de ponerse a escribir, L¨®pez Silva hizo un intenso trabajo de campo. Le ayud¨® el libro Penas y personas, de Mercedes Gallizo, que recoge las cartas que le enviaban los presos cuando fue secretaria general de Instituciones Penitenciarias (2004-2011). Pero quer¨ªa m¨¢s: puso un mensaje en Facebook para conectar directamente con personas que hubieran estado dentro. Y se llev¨® una sorpresa. ¡°De pronto descubr¨ª que mucha gente de mi entorno conoc¨ªa a alguien que estaba o hab¨ªa estado entre rejas. Me di cuenta de que cualquiera puede acabar en la c¨¢rcel, hasta una escritora como yo. Y que el mal casi siempre se queda fuera¡±, dice.

Entonces, ?sus personajes no son malos? ¡°Ni buenos ni malos. El mal, como hecho objetivo, es muy escaso. Psic¨®patas asesinos hay pocos. La mayor¨ªa de las personas que est¨¢n en la c¨¢rcel no son malas en s¨ª, son muy conscientes de que han hecho da?o¡±, opina la autora. ¡°La pregunta no es si son buenos o malos, sino qu¨¦ es lo que les llev¨® a hacer algo malo¡±, concluye.

Escritora precoz, L¨®pez Silva gan¨® su primer galard¨®n literario a los 18 a?os con Neve en abril, una novela sobre la Guerra Civil. Un tema arduo para alguien que acababa de salir de la adolescencia. ¡°Me atrev¨ª porque quer¨ªa contar una historia familiar¡±, aclara. Hoy, con solo 38 a?os, acumula los premios m¨¢s importantes de las letras gallegas: Xerais 2002 por Concubinas y Blanco Amor 2007 por Memoria de ciudades sin luz. Ambos t¨ªtulos fueron traducidos al castellano por editoriales de escasa distribuci¨®n. Ahora llega el gran salto al castellano.