El Unamuno enamorado visita Europa
Editados unos apuntes de viaje in¨¦ditos del escritor. Con 24 a?os, al bilba¨ªno la exposici¨®n de Par¨ªs le parec¨ªa ¡°cargante¡± y el lema ¡®Libert¨¦, Egalit¨¦, Fraternit¨¦¡¯, ¡°una mamarrachada¡±
No se dio cuenta, pero lo que Miguel de Unamuno dej¨® garabateado en alguna libreta con impresiones de un recorrido con su t¨ªo Claudio por Europa -entre Vizcaya y N¨¢poles- se trataba, por su tono y su coherencia, de una primera obra. Entonces, a sus 24 a?os, era un tierno bilba¨ªno muy del terru?o, pero con dotes y determinaci¨®n para el camino que le convertir¨ªa con tiempo en referente del 98. Quien s¨ª lo ha visto claro ha sido Pollux Hern¨²?ez, doctor de la Universidad de La Sorbona, escritor, traductor, experto teatral. No deja lugar a dudas. Lo que aparecer¨¢ a finales de enero como Apuntes de un viaje por Italia, Francia y Suiza, en Oportet Editores, afirma rotundamente, "es su primer libro". Hace alg¨²n tiempo, un misterioso donante contacto con Hern¨²?ez tras haber le¨ªdo un pr¨®logo suyo a Niebla, la novela, o m¨¢s bien la nivola de Unamuno, y le puso en la mano esta joya de juventud. "Creo haber conseguido lo que este hombre deseaba, es decir acercarlo al lector actual de manera fiel y sencilla, aunque, tal vez, me haya pasado en las notas", comenta el autor de la edici¨®n. "Como a cambio me pidi¨® el anonimato, no revelar¨¦ su nombre. Por lo que he investigado, el manuscrito debe de haber pasado por varias manos. No se hallaba entre los papeles de Unamuno ya en 1967, cuando la familia estableci¨® un inventario de todos ellos antes de don¨¢rselos al Estado. No figura en ¨¦l".
A lo largo del texto y en 49 d¨ªas ¡ªno en dos semanas como se cre¨ªa-, Unamuno va desgranando sus impresiones sobre las ciudades en las que se detiene: de Bilbao, punto de salida y retorno, pero presente en todo el trayecto como un t¨®tem, hasta la costa amalfitana en Italia, con las ruinas de Pompeya y Herculano como referentes.
Un intelectual en pa?ales, que este libro ayuda a descifrar. "El Unamuno que conoc¨ªamos hasta ahora ofrec¨ªa ciertas zonas de sombra en sus ¨²ltimos a?os bilba¨ªnos", comenta Pollux. "Ilumina muchos aspectos de su biograf¨ªa y de su manera de ser y pensar en estos a?os, antes de que se instalara definitivamente en Salamanca hacia 1891. El lector actual, sobre todo si conoce alguna de las ciudades que va visitando, disfrutar¨¢ al descubrir la perspicacia de un joven que ya era un gran escritor antes de que, muchos a?os despu¨¦s, se diera a conocer con otras obras".
Jordi Gracia, cr¨ªtico y catedr¨¢tico de la Universidad de Barcelona, si bien no ve claro que se pueda calificar el descubrimiento de primer libro, s¨ª coincide con su car¨¢cter extraordinario. "Lo es, por su desnudez, por su autenticidad, en muchos casos, una vez le¨ªdo el libro, asombra la autenticidad del joven que m¨¢s adelante conocer¨ªamos como Miguel de Unamuno", asegura.
Un regalo de los dioses
Para Emilio Pascual, responsable de Oportet Editores, m¨¢s que una apuesta potente, este Apuntes de un viaje por Francia, Italia y Suiza es un regalo de los dioses: "Se sab¨ªa de la existencia de este diario, pues el mismo Unamuno lo menciona en varias ocasiones, pero se desconoc¨ªa su paradero desde el momento en que el manuscrito debi¨® desaparecer pronto de entre los papeles del autor", asegura. "Solo aspiramos a haber hecho un cuidadoso trabajo editorial, para que quienes nos lo aportaron no tengan de qu¨¦ avergonzarse por haber confiado en una firma tan peque?a, aunque muy entusiasta".
Quien ha donado la copia, obviamente, ha esperado a que los derechos de autor de Unamuno pasaran a dominio p¨²blico, algo que ha comenzado este a?o. ¡°Cabe sospechar que le ha movido la libertad para publicar el manuscrito sin intervenciones censoras de ning¨²n tipo, algo que es digno de todo elogio. Para cualquier editor, la ausencia de imposiciones y restricciones facilita mucho la tarea de difundir textos m¨¢s problem¨¢ticos o sencillamente desconocidos¡±, cree Pascual.
Ya poco despu¨¦s del comienzo del viaje, vierte preguntas marca de la casa, aunque con conclusiones opuestas: "Despu¨¦s de todo, ?qu¨¦ es una naci¨®n? Un conjunto de gentes que hablando como piensan se entienden. Esto es la patria". Por no hablar de su inconformismo. "Y un radicalismo un tanto visceral. Ideol¨®gicamente no s¨¦ en qu¨¦ momento se hallaba", asegura Hern¨²?ez. "Lo que es algo objetivo es que por aquella ¨¦poca sali¨® de Bilbao preocupado porque a sus 25 a?os no lograba aprobar una oposici¨®n y deseaba casarse cuanto antes. Durante todo el viaje el recuerdo de su novia, Concepci¨®n Liz¨¢rraga, que ser¨¢ su esposa, es constante".
Italia y Suiza pasan el examen de sus gustos¡ Pero Francia y m¨¢s concretamente Par¨ªs, le repatean. "En la capital se detuvo once d¨ªas, durante los cuales tuvo tiempo de odiar la ciudad y la Exposici¨®n Universal". All¨ª se desfoga desconcertantemente, como una especie de carca contrarrevolucionario: "La mamarrachada de Libert¨¦, Egalit¨¦, Fraternit¨¦¡", llega a decir. "La revoluci¨®n me huele a algo canallesco, a mucho ruido y pocas nueces", suelta. "Esta Babilonia -por la Expo- me da patadas en la barriga, es la cosa m¨¢s cargante¡". Por no hablar de la Torre Eiffel: "Produce opresi¨®n, peque?ez". Le entran constantemente ganas de marcharse a su Bilbao: "El amontonamiento de la gente es cosa triste".
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