Unos resucitados en los Goya
Shujaa Graham, Ron Keine, Greg Wilhoit y Albert Burrell fueron condenados a muerte en Estados Unidos por cr¨ªmenes que no cometieron. Pasaron a?os encerrados antes de ser declarados inocentes y de salir en libertad. Son los protagonistas de The Resurrection Club, una de las cuatro pel¨ªculas nominadas a mejor cortometraje documental en los Premios Goya 2017. Estrenada en octubre de este a?o, el filme ha sido escrito y dirigido por dos periodistas de EL PA?S, ?lvaro Corcuera y Guillermo Abril. Adem¨¢s, Luis Almod¨®var, c¨¢mara de EL PA?S V¨ªdeo, se ha encargado de la direcci¨®n de de fotograf¨ªa.
La idea parti¨® de un reportaje de Corcuera publicado en El Pa¨ªs Semanal en 2010. Durante cuatro d¨ªas convivi¨® en Birmingham (Alabama, Estados Unidos) con 21 exonerados del corredor de la muerte en una reuni¨®n privada de la organizaci¨®n Witness To Innocence (algo as¨ª como Testigos para la Inocencia). En ella se juntan los exconvictos, todos ellos inocentes, y tambi¨¦n sus familiares. A puerta cerrada, comparten sus traumas, sus miedos. Y sobre todo, se dan apoyo, energ¨ªa, y planean su estrategia para acabar con la pena capital. Ese es su gran objetivo, su batalla, en un pa¨ªs en el que la mayor parte de la opini¨®n p¨²blica (el 61%, seg¨²n Gallup) defiende este castigo.
En 2010, Corcuera, Abril y Almod¨®var se embarcaron en un largo viaje que les llevar¨ªa en varias ocasiones a Estados Unidos a lo largo de siete a?os. Poco a poco la organizaci¨®n les fue abriendo cada vez m¨¢s las puertas. Vivieron con los ¡®resucitados¡¯ en una especie de retiro espiritual de su organizaci¨®n en Richmond (Virginia). Pasaron dos semanas recorriendo carreteras en Texas, en un road trip junto a los exonerados, mientras estos ¡®predicaban¡¯ su palabra en ese ¡®desierto¡¯ del llamado cintur¨®n de la Biblia: Texas es el Estado que m¨¢s personas ejecuta, un tercio de los 1.437 muertos por la pena capital en los ¨²ltimos 40 a?os.
Rodaron sus vibrantes discursos en iglesias, radios, centros sociales y universidades. Compartieron con ellos noches de moteles, cervezas e insomnio, jornadas de pesca, muchos, muchos kil¨®metros. Y visitaron tambi¨¦n sus casas y a sus familias, para conocer el d¨ªa a d¨ªa de unas personas que irradian una luminosidad fuera de lo com¨²n ¡ªla de aquellos que han estado a punto de perder la vida¡ª; y a la vez arrastran un fantasma oscuro, omnipresente: el estr¨¦s postraum¨¢tico de quien ha vivido aislado, en una celda, a la espera de ser ejecutado de forma injusta. Una enfermedad invisible que va horadando poco a poco a trav¨¦s de la depresi¨®n, el alcoholismo o la adicci¨®n a las drogas. ¡°No somos v¨ªctimas, somos supervivientes¡±, dice Shujaa Graham, uno de los protagonistas, en un momento del documental. ¡°Y no queremos venganza. Queremos justicia¡±.
Oklahoma City, Detroit, Washington D.C¡ El corto documental, de 25 minutos, es un recorrido a trav¨¦s de Estados Unidos, una historia de lucha y de amistad. Producida por la Claqueta PC (que suma su sexta nominaci¨®n a los Goya y este a?o compite tambi¨¦n en la categor¨ªa de mejor largometraje documental, con Nacido en Siria), en coproducci¨®n con Talycual Cinema y Tito Clint Movies, la pel¨ªcula cuenta con el apoyo de Amnist¨ªa Internacional.