El destino incierto de los cuadros del museo Thyssen
La baronesa quiere disponer de un m¨ªnimo de 60 obras de la pinacoteca para realizar exposiciones internacionales
Cuando el pasado martes expir¨® el acuerdo de cesi¨®n, con todas sus conocidas pr¨®rrogas, de la colecci¨®n personal de Carmen Cervera que se exhibe en la Fundaci¨®n Thyssen, la baronesa anunci¨® que estaba dispuesta a empaquetar sus 429 cuadros y buscar un nuevo destino. La amenaza, publicada en exclusiva por EL PA?S, fue respondida en un primer momento con cierta displicencia por el ministro de Cultura y portavoz del Gobierno, M¨¦ndez de Vigo: ¡°Agradecemos mucho a do?a Carmen que nos haya prestado esta colecci¨®n estos a?os. Ahora la baronesa ped¨ªa un cambio. No se trataba de concesiones econ¨®micas, sino de condiciones a la hora de vender determinadas obras. Hemos sido generosos en la negociaci¨®n¡±. Por la tarde, cambi¨® el tono y anunci¨® que se abr¨ªan tres meses para negociar con Cervera. Pero antes de seguir hay que insistir en que el acuerdo suscrito con la baronesa en febrero de 2002 por 12 a?os no afecta en nada a la colecci¨®n de 800 obras maestras compradas por el Estado espa?ol al bar¨®n Heinrich Thyssen-Bornemisza en 1993 por 350 millones de d¨®lares.
Y tambi¨¦n conviene recordar de qu¨¦ cuadros s¨ª estamos hablando. Seg¨²n los expertos, entre las 429 obras, al menos un centenar pueden catalogarse de obras maestras indiscutibles de artistas como Gauguin, Monet, Degas, Toulouse-Lautrec, Van Gogh, Brueghel, Hopper, Picasso o Delaunay, junto a una notable colecci¨®n de pintura espa?ola del XIX. Una parte de estas obras procede de la colecci¨®n heredada del bar¨®n y otra ha sido adquirida por Cervera las ¨²ltimas d¨¦cadas. En conjunto, est¨¢n aseguradas en millones de euros.
No era la primera vez, el martes pasado, que Cervera amenazaba con llevarse de Espa?a la colecci¨®n. El fantasma de un nuevo destino (Mosc¨², Miami) ha surgido cada vez que se aproximaban las fechas de renovaci¨®n del convenio y en el horizonte gubernamental no surg¨ªa ninguna oferta de alquiler o de compra. La crisis econ¨®mica mundial de 2008 le hizo entender que las contrapartidas econ¨®micas no iban a llegar y decidi¨® no quedarse de brazos cruzados. En aras de conseguir dinero contante y sonante (¡°soy millonaria en cuadros, no en liquidez¡±, ha repetido hasta la saciedad), en 2012 vendi¨® La esclusa, de John Constable, por 27,9 millones de euros, adem¨¢s de un lienzo de Childe Hassam cuyo precio nunca se ha hecho p¨²blico.
Asumido que no puede pedir dinero y que sus obras se exponen y conservan en condiciones inmejorables en unos espacios construidos expresamente para ellas, el ¨®rdago de la baronesa va por nuevos derroteros. Ha dicho que quiere disponer de un m¨ªnimo de 60 obras para realizar exposiciones internacionales con las que no solo conseguir¨¢ beneficios inmediatos, sino que aumentar¨¢ el valor de cada pieza expuesta. Y, por otra parte, en la letra peque?a se sospecha que sus abogados plantear¨¢n beneficios fiscales para ella y para sus tres hijos que tendr¨¢n que ser asumidos por el enemigo mayor de la baronesa, el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro. Ambas partes tienen un trimestre por delante para alcanzar un acuerdo.
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