¡°Todos deber¨ªamos estar movilizados en EE UU, y no solo las mujeres¡±
Hija de croata e iran¨ª, esta premiada escritora representa en su pa¨ªs aquello que est¨¢ en peligro
Hay algo de intr¨¦pido en esta novela de atm¨®sfera densa y personajes n¨ªtidos, cuajada de soltura y seguridad, como hay algo de intr¨¦pido en su autora. Ottessa Moshfegh tiene la sonrisa divertida y el aire de haberse levantado de una juerga eterna y aunque ella asegura que la oscura protagonista del libro est¨¢ inspirada en s¨ª misma, su discurso jovial no puede alejarla m¨¢s del tono negr¨ªsimo de un libro, sin embargo, luminoso.
Hablamos de?Mi nombre era Eileen (Alfaguara), una novela que ha conseguido ser finalista del Man Booker Prize, premio PEN de la Fundaci¨®n Hemingway y estar en las listas de los mejores libros del a?o en Estados Unidos. Ella naci¨® en 1981 en Boston, hija de madre croata y padre iran¨ª, y representa por tanto esa Am¨¦rica abierta y mixta que produce milagros de creatividad. Y que ahora est¨¢ en peligro.
¡°Es hora de una revoluci¨®n en Am¨¦rica¡±
¡°Eileen es una versi¨®n de m¨ª misma, muy inspirada en la cultura de Nueva Inglaterra en la que crec¨ª, tan extra?a y reprimida, tan puritana¡±, cuenta Moshfegh por Skype. ¡°No ten¨ªa otra opci¨®n. Apareci¨® para m¨ª y yo simplemente la escuch¨¦¡±.
La protagonista de su libro y alter ego, Eileen, es una mujer de 24 a?os atrapada en una casa en la que nadie cocina, nadie limpia, nadie cuida a nadie. Su padre es alcoh¨®lico y vive perdido en sus delirios y su madre, ya fallecida, permanece como una presencia en toda su ropa, que Eileen viste sin importarle la talla. Ella trabaja en el reformatorio donde ni?os delincuentes cumplen penas y penalidades ante la indiferencia y mezquindad de empleados sin compasi¨®n.
¡°La era Trump es estupenda, la gente se enfada y es lo mejor para Am¨¦rica¡±
¡°Ella sabe que para sobrevivir hay que cerrarse, ponerse una m¨¢scara mortuoria y controlar los sentimientos por medio de costumbres obsesivas¡±, cuenta. ¡°Ella nunca luch¨® por su libertad, nunca hizo nada prohibido y una c¨¢rcel de ni?os es una met¨¢fora perfecta para el mundo que quer¨ªa crear y para el mundo en general¡±. Porque ¡°Mi nombre era Eileen¡± es un libro de huida: huida de un lugar y huida de uno mismo.
Antes de ¨¦sta, Ottessa Moshfegh hab¨ªa escrito sola una novela que la convirti¨® ya en voz prometedora de su generaci¨®n al conseguir el premio Fence Modern Prize. Pero quer¨ªa m¨¢s. Se plante¨® entonces un proyecto m¨¢s comercial que reconoce sin tapujos y para ello ley¨® una gu¨ªa para escribir una novela en 90 d¨ªas. ¡°Quer¨ªa ser escritora, no quer¨ªa trabajar para otros ni ser profesora y ganar un sueldito sino que ten¨ªa una intenci¨®n comercial, por sobrevivir econ¨®micamente y por curiosidad. Me gusta buscar la forma convencional de escribir y manipularla hasta crear algo nuevo, as¨ª es como innovamos los artistas, as¨ª que vi ese libro de c¨®mo escribir una novela en 90 d¨ªas y me lanc¨¦¡±, cuenta. ¡°Las instrucciones se basaban sobre todo en centrar las preguntas que te haces, responderlas y fue un ejercicio interesante. As¨ª es c¨®mo funciona escribir. Luego no lo cumpl¨ª a rajatabla, pero creo que no habr¨ªa llegado a escribir Eileen sin hacerme las preguntas que me plante¨® ese libro¡±.
¡°El ingl¨¦s de mi casa me hizo crecer pensando en la forma de hablar¡±
Hija de padres m¨²sicos, Moshfegh tocaba desde ni?a varios instrumentos y pod¨ªa haber sido pianista, cuenta, pero la lectura la atrap¨® y obsesion¨® desde los 13 a?os. Estudia a los autores a trav¨¦s de sus libros, intenta desnudar sus m¨¦todos, sus fuentes de inspiraci¨®n y su evoluci¨®n y cree que el hecho de que sus padres no fueran angloparlantes nativos le ha hecho abordar el lenguaje de una forma diferente.
El ingl¨¦s era el idioma com¨²n entre ellos, pero no era la lengua materna de ninguno de los dos. ¡°Era un ingl¨¦s diferente al que yo o¨ªa en la calle, al de la gente de padres americanos y eso me influy¨® mucho. Crec¨ª pensando mucho en la forma en que nos habl¨¢bamos¡±.
Ella se enorgullece de ser americana y no croata ni iran¨ª y, a su manera subversiva est¨¢ disfrutando de la era Trump. ¡°Es estupendo, es maravilloso, la gente se est¨¢ enfadando y es lo mejor para Am¨¦rica. Es hora de una revoluci¨®n. Los dem¨®cratas, la gente liberal se est¨¢ enfadando, tal vez la gente despierte y cuanto m¨¢s exponga Trump todo esto ser¨¢ mucho mejor¡±, sostiene Moshfegh. Ella no vot¨®, no pod¨ªa identificarse con ninguno de los dos candidatos, pero ahora es otro momento: ¡°No s¨¦ qu¨¦ demonios est¨¢ fallando en Am¨¦rica, un pa¨ªs fundado en las mentiras, asesinatos y robos donde de repente surge este discurso arrogante que asegura que somos los mejores sobre la tierra. Esto me enfada. Iba a ir a la marcha de mujeres en Washington y al final no pude organizarme pero tambi¨¦n me planteo: ?Y los hombres d¨®nde est¨¢n? ?Est¨¢n encogi¨¦ndose, ya no hablan? Todos deber¨ªamos estar movilizados, no solo las mujeres¡±.
Ottessa publica ahora en EEUU Homesick for another world, una colecci¨®n de relatos escritos antes de Eileen, y ha terminado ya una novela que se publicar¨¢ en 2018. Para ella ha cambiado el paso y no sigue instrucci¨®n alguna. ¡°Esa no estar¨¢ en los aeropuertos, pero ser¨¢ mejor¡±, dice. Estaremos atentos.
Babelia
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