El silencio se convierte en superventas
Un ensayo del sacerdote y escritor Pablo d'Ors supera los 100.000 ejemplares vendidos
Uno tiene sus dudas. M¨¢s que perseguir dato y contexto, lo suyo en este art¨ªculo sobre Pablo d¡¯Ors (Madrid, 1963) ser¨ªa quiz¨¢ ¨Cdado su valor- limitarse a poner una detr¨¢s de otra las frases que salen de su boca y de su pluma (es este, de hecho, un ejercicio period¨ªstico muy a la moda de un tiempo a esta parte). La boca ser¨ªa la del conversador grato, inabarcable y apabullante, una ma?ana de invierno en su piso del madrile?o barrio de Tetu¨¢n. Tambi¨¦n la del sacerdote cat¨®lico ¡ªy consejero del Papa Francisco¡ª que cree entre otras cosas que la liturgia eclesi¨¢stica est¨¢ gastada por rutinaria, funcionarial y verborreica: ¡°Hay que hablar del anhelo, de la sed interior y del deseo de plenitud con las palabras que utiliza hoy la gente. A menudo, el discurso eclesi¨¢stico engarza poco con la sensibilidad y con el lenguaje de la gente com¨²n¡±.
Esa honesta carga de profundidad le ha merecido el amable adjetivo de ¡°hereje¡± por parte de algunos miembros del ala dura del catolicismo espa?ol, con el obispo de San Sebasti¨¢n Jos¨¦ Ignacio Munilla a la cabeza. ¡°Pero en el fondo creo que es bueno que me llamen hereje, eso demuestra la variedad de puntos de vista que hay en la Iglesia¡±. En todo caso, habr¨¢ que regresar a Chesterton: "Cuando entro en una iglesia me quito el sombrero, pero no la cabeza".
Entrecomillados para meditar
Puede que, a priori, el ¨¦xito de ventas (m¨¢s de 100.000 ejemplares ya) de un libro sobre meditaci¨®n como Biograf¨ªa del silencio resulte ins¨®lito por no decir incomprensible. Estas frases reproducidas a continuaci¨®n pueden ayudar a entender mejor los porqu¨¦s de este fen¨®meno editorial:
"Cuando buscamos es que solemos rechazar lo que tenemos".
"La meditaci¨®n ayuda a recuperar la ni?ez perdida. Si todo lo que vivo y veo no me sorprende es porque, mientras emerge, o antes incluso de que lo haga, lo he sometido a un prejuicio o esquema mental".
"Meditar no es dif¨ªcil. Lo dif¨ªcil es querer meditar".
"El ser amado no est¨¢ ah¨ª para que uno no se pierda, sino para perderse juntos".
"Nos pasamos la vida manipulando cosas y personas para que nos complazcan".
"Me gusta o no me gusta: es as¨ª como solemos dividir el mundo, exactamente como lo har¨ªa un ni?o. Esta clasificaci¨®n no solo resulta egoc¨¦ntrica sino radicalmente empobrecedora y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, injusta" (...) semejante estilo de vida hace de la vida algo agotador".
"Mientras el hombre tenga preguntas que hacerse, todav¨ªa tiene salvaci¨®n".
"M¨¢s de un 80% de nuestra actividad mental es totalmente irrelevante y prescindible, m¨¢s a¨²n, contraproducente (...) Pensamos mucho la vida pero la vivimos poco. Ese es mi triste balance".
"Los problemas nos gustan porque nos dan la impresi¨®n de que gracias a ellos podremos ser. El verdadero problema son nuestros falsos problemas".
"El potencial de nuestra soberan¨ªa es sobrecogedor".
La pluma ser¨ªa la de un escritor de muy estimables novelas (Lecciones de ilusi¨®n, El amigo del desierto, Contra la juventud¡) y de ensayos sobre¡ ?c¨®mo decirlo?... por qu¨¦ somos as¨ª si podemos ser de otra forma. Entre ellos est¨¢ Biograf¨ªa del silencio (Siruela), un libro que forma parte junto con El amigo del desierto y El olvido de s¨ª de la llamada Trilog¨ªa del silencio. Un ensayo de 49 cap¨ªtulos en 100 p¨¢ginas que ha superado ya los 100.000 ejemplares vendidos.
Biograf¨ªa del silencio trata de la meditaci¨®n, disciplina que este fil¨®sofo, te¨®logo, disc¨ªpulo zen y admirador lo mismo de Jesucristo que de Buda ("su proceso de vaciado interior para darse a los dem¨¢s fue el mismo¡±, sostiene) lleva practicando un quinquenio. Ya sabemos que los libritos de autoayuda tienen mucha salida. Este no lo es. Este no apela al facilismo de las ideas-para-enmarcar-de-lo-bien-que-me-han-salido ni al cinismo de estos-pobres-diablos-compran-lo-que-sea, sino a la complejidad de las cosas pero dichas como si no lo fueran.
Para explicar c¨®mo el proceso de vaciado y desnudo interior que es la meditaci¨®n le ha ayudado a cambiar su vida y a disfrutarla de una forma nueva, y para convencer al lector de c¨®mo se la puede cambiar a ¨¦l, Pablo d¡¯Ors sigue un hilo que va de Dionisio Areopagita al maestro Eckhart pasando por San Juan de la Cruz, Simone Weil y Pascal, entre otros. Y la mezcla de matem¨¢tica, poes¨ªa, complejidad y juego de ni?os que encierran las pinturas de Paul Klee (no por casualidad la reproducci¨®n de una de ellas preside su sal¨®n y otras ilustran las portadas de sus libros, entre ellos los t¨ªtulos que est¨¢ recuperando Galaxia Gutenberg).
Su Biograf¨ªa del silencio viene a incrustarse en el cruce de caminos entre el arte de la intuici¨®n y la geometr¨ªa del conocimiento. Pablo d¡¯Ors, s¨ª, te lleva por donde quiere en sus lecturas y en la charla, pero usa lo mismo espiritualidad y poes¨ªa que escuadra y cartab¨®n. ¡°S¨ª, a m¨ª me gustar¨ªa pensar que mis libros son profundos y ligeros¡±, comenta, ¡°y para ello yo no hago un esfuerzo intelectual, sino sapiencial. El intelectual intenta meterse en la realidad para comprenderla. En cambio, el sabio es el que permite que la realidad entre en ¨¦l. La actitud del sabio tiene mucho que ver con la humildad. Humildad viene de humus, que significa tierra, es decir, el camino de la concreci¨®n¡±.
?Meditaci¨®n? ?Espiritualidad? ?Vaciado interior? ?B¨²squeda de nuevos caminos vitales? Y todo eso¡ ?100.000 ejemplares? Explicaci¨®n, o intento de explicaci¨®n: ¡°Yo creo que la clave de esta acogida es que este libro, esta palabra, ha sido precedida de mucho silencio, de cientos, de miles de horas de sentada en silencio. Y solo las palabras que van precedidas de silencio pueden hacer diana en el coraz¨®n de la gente¡±, desgrana lentamente Pablo d¡¯Ors, nieto del ensayista y cr¨ªtico Eugenio d¡¯Ors. Pero no todo es tan sencillo, bien al contrario: ¡°Percibo en la gente de hoy un hambre muy grande de silencio¡ y a la vez un verdadero p¨¢nico ante el silencio¡±. ¡°Escarbar es problem¨¢tico¡±, prosigue, ¡°la meditaci¨®n es un espejo y por lo tanto vemos lo que hay, y en general lo que hay no nos gusta, y por eso no miramos. Este es el resumen de la cuesti¨®n¡±.
Asegura el sacerdote y escritor que, en su caso personal y en muchos otros que conoce, los frutos de la meditaci¨®n son impagables. Que el anhelo primero y despu¨¦s el logro del silencio y el tiempo que tanto defiende George Steiner frente a los dragones del ruido y de la prisa pueden, en efecto, cambiar la biograf¨ªa de una persona. Tambi¨¦n quiere advertir de que nada sale gratis. Que meditar no es f¨¢cil. Que no es pensar, ni so?ar, mucho menos emocionarse. Es m¨¢s, meditar es tender a no pensar o al menos, explica, a que los pensamientos no te lleven a ti, sino t¨² a ellos. Y advierte de que es imprescindible entrenar, y mucho. Abstenerse cortoplacistas, mejor encaminados en alg¨²n cursillo r¨¢pido de yoga para gente con prisa.
¡°Hacer este viaje interior exige un talante n¨®mada y, por lo tanto, aventurero¡±, avisa D¡¯Ors, ¡°las personas que lo hacen suelen tener una gran capacidad de apuesta personal y de riesgo; los que tienen una filosof¨ªa de vida c¨®moda y burguesa en el peor sentido de la palabra dif¨ªcilmente van a emprender ese camino, porque es un camino de vaciamiento, de desierto, de desnudez y de pobreza. Y en general no nos gusta la pobreza, nos gusta la riqueza. No nos gusta el vac¨ªo, nos gusta la plenitud¡±.
Habla que te habla Pablo d¡¯Ors. Parad¨®jico, para alguien que preconiza y practica el silencio. ¡°Pues s¨ª (risas), mis amigos me dicen que me he convertido en el Woody Allen de la espiritualidad. La verdad es que tengo una agenda muy activa, s¨ª. Cuanto m¨¢s silencio hago, m¨¢s me piden hablar. Y cuando m¨¢s quieto estoy, m¨¢s me piden moverme. Es una cosa alucinante¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.