Los sonidos del silencio
Michael Pisaro, que act¨²a en Barcelona, es un abanderado del movimiento Wandelweiser, colectivo de compositores que da tanta importancia a la m¨²sica como al silencio
La an¨¦cdota es conocida. John Cage se encerr¨® en 1951 en la c¨¢mara anecoica (insonorizada y con reverberaci¨®n casi nula) de la Universidad de Harvard. Se dispon¨ªa a escuchar el silencio. Transcurridos unos minutos empez¨® a o¨ªr dos sonidos: uno era agudo, el otro grave. Cuando se los describi¨® al ingeniero a cargo del laboratorio, este le explic¨® que el sonido agudo era el de su sistema nervioso en funcionamiento y que el grave proced¨ªa de su circulaci¨®n sangu¨ªnea. Despu¨¦s de aquella experiencia, el compositor lleg¨® a la conclusi¨®n de que el silencio no existe o que, en cualquier caso, no es posible como experiencia f¨ªsica. Aquello inspir¨® una de sus obras m¨¢s c¨¦lebres: 4¡¯33¡¯¡¯, que alude, en minutos y segundos, a la duraci¨®n de un silencio. Tal como explica Carmen Pardo en La escucha obliqua: una invitaci¨®n a John Cage, la escucha que propone Cage en 4¡¯33¡± consiste en ¡°desvelar la sonoridad del silencio¡±. Este desvelamiento plantea una cr¨ªtica a la noci¨®n de autor¨ªa y a la disciplina de los auditorios musicales.
En 1992, justamente el a?o de la muerte de Cage, Antoine Beuger y Burkhard Schlothauer fundaron Wandelweiser. Bajo este nombre opera desde entonces un sello discogr¨¢fico y un colectivo internacional de compositores e int¨¦rpretes que tampoco entienden el silencio como el cese o la ausencia del sonido, sino como ¡°un tipo de sonido distinto; uno con m¨¢s densidad incluso que el producido por un instrumento¡±. As¨ª es como lo entiende Michael Pisaro (B¨²falo, Nueva York, 1960), miembro del grupo desde 1993, que act¨²a el pr¨®ximo s¨¢bado en Barcelona dentro del programa Ultrasons, organizado desde el laboratorio de creaci¨®n, producci¨®n y proyecci¨®n cinematogr¨¢fica independiente Crater-Lab.
¡°El silencio¡±, explica el compositor estadounidense, ¡°nos sumerge en una experiencia perceptiva completamente distinta y mucho m¨¢s compleja que la m¨²sica. Lo que encontramos ah¨ª es una multiplicidad de acontecimientos sonoros; una serie de duraciones simult¨¢neas¡±. Aunque cada miembro de Wandelweiser trabaja de forma distinta y se gu¨ªa por sus propios intereses e influencias, la m¨²sica del colectivo responde a esta comprensi¨®n del silencio y se articula en buena medida a partir de ella.
"Nuestra m¨²sica se interesa por las consecuencias materialistas de lo que John Cage plante¨® de forma conceptual y pol¨ªtica", dice Michael Pisaro
Es importante se?alar que la influencia de Alvin Lucier, Morton Feldman, Pauline Oliveros y George ?Brecht, entre otros, en la m¨²sica de Wandelweiser es tan o m¨¢s importante que la de John Cage. ¡°Es sorprendente¡±, observa Pisaro, ¡°que Cage identificara tan lucidamente la cuesti¨®n del silencio y que en la pr¨¢ctica, en cambio, no la explorara demasiado. La m¨²sica de Wandelweiser se interesa por las consecuencias materialistas de lo que Cage plante¨® de forma conceptual y pol¨ªtica. Para alterar el funcionamiento de la m¨²sica es imprescindible alterar sus materiales m¨¢s elementales. Y el silencio es uno de ellos¡±.
Veinticinco a?os despu¨¦s de su nacimiento, Wandelweiser se ha convertido en un grupo descentralizado que re¨²ne a un creciente n¨²mero de m¨²sicos de todo el mundo. Sin pertenecer propiamente a ¨¦l, el colectivo madrile?o maDam (fundado por Rub¨¦n Guti¨¦rrez y Mario Sarrami¨¢n) trabaja dentro de unas coordenadas claramente wandelweiserianas. Adem¨¢s de ser miembros de maDam, Tom¨¢s Gris y David Area dirigen el sello Ex-Nihilo, que ha publicado composiciones de Antoine Beuger o J¨¹rg Frey (otro miembro se?ero de Wandelweiser). Con su m¨²sica y sus talleres, Ferran Fages y H¨¦ctor Rey tambi¨¦n ejercen oficiosamente de embajadores en Barcelona y Bilbao, respectivamente.
Con una red de conexiones personales que van m¨¢s all¨¢ del n¨²cleo del grupo, el sonido Wandelweiser vive en la actualidad una especie de renacimiento. Tal vez por este motivo hoy resulta complicado identificar unas caracter¨ªsticas que sirvan para definir de forma espec¨ªfica las pr¨¢cticas del grupo. ¡°Lo que a principios de los noventa empez¨® siendo un especie de corriente hoy se ha convertido en algo as¨ª como el delta de un r¨ªo donde conviven una pluralidad de propuestas¡±, a?ade Pisaro.
Michael Pisaro act¨²a el 18 de febrero en Barcelona.
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