Berl¨ªn conjura los monstruos del racismo con ¡®I Am Not Your Negro¡¯

"La historia no es el pasado, es el presente", dec¨ªa el pensador afroamericano James Baldwin, y el cineasta que ha llevado sus reflexiones a la pantalla, Raoul Peck, lo cree sin dudarlo. Peck es el hombre del momento ("No s¨¦ si eso es bueno, no calcul¨¦ este doble estreno, porque llevo una d¨¦cada con ambos largometrajes"): candidato al Oscar dentro de 10 d¨ªas al mejor documental con I Am Not Your Negro, en la Berlinale se puede ver en Panorama documental este filme basado en los textos de Remember this House, el libro que Baldwin empez¨® en 1979, y en Berlinale Special se proyecta El joven Karl Marx, su ¨²ltimo trabajo en ficci¨®n. "Ambos son filmes muy cercanos a m¨ª. Cuando entr¨¦ en la universidad le¨ª a Baldwin y de golpe descubr¨ª que alguien escrib¨ªa para los j¨®venes negros, y les dec¨ªa cu¨¢l era su lugar en la sociedad y c¨®mo poder cambiarlo. Desde luego no te lo contaba Hollywood, cuyas historias me sonaban a muy lejanas. Y despu¨¦s vine a estudiar a Alemania, y descubr¨ª a Marx de una manera nada dogm¨¢tica, s¨ª muy acad¨¦mica, que me ayud¨® a entender la importancia del debate".

Pero, ?por qu¨¦ ahora llaman la atenci¨®n ambos largos? "Porque vivimos un momento de confusi¨®n. Se han perdido las ideolog¨ªas, la ciencia, los n¨²meros..., solo hay espacio para la opini¨®n, y valen por igual la de un cient¨ªfico que la de un chaval que a duras penas acab¨® sus estudios y hoy es presidente". Nacido en Puerto Pr¨ªncipe en 1953, Peck estudi¨® y vivi¨® por medio mundo antes de dedicarse al cine. Su The Man by the Shore (1993) fue la primera pel¨ªcula caribe?a en competir en Cannes. Durante 1996 y 1997 fue ministro de Cultura de su pa¨ªs, y dej¨® la pol¨ªtica para volver al cine. Hoy reside en Francia. Con su documental ha recuperado tambi¨¦n la figura de James Baldwin (1924-1987), el gran intelectual afroamericano del siglo XX, el hombre que analiz¨® y diseccion¨® el racismo y la discriminaci¨®n sexual en EE UU. En I Am Not Your Negro (que se estrena en Espa?a el 31 de marzo) Samuel L. Jackson ha puesto voz -imitando el especial deje del escritor- a sus textos, mientras en pantalla se ven entrevistas con Baldwin algunas de sus conferencias e im¨¢genes de aquellos a?os y de la actualidad. M¨¢s que un documental, es una espl¨¦ndida pel¨ªcula ensayo. "La clarividencia de Baldwin fue incre¨ªble, porque gira el espejo y nos lo pone delante de todos. T¨² eres el problema, el peor de tus monstruos, no hay inocentes. Matan personas en tu nombre, conquistan pa¨ªses en tu nombre. Tu coche, tu casa, tu comida tiene un precio. El capitalismo produce riqueza para unos pocos y pobreza para el resto, y sin embargo todos vivimos juntos. Eso es dial¨¦ctica marxista, s¨ª".

Una historia de violencia

Baldwin no se permiti¨® ser pesimista, a pesar de que asesinaran a sus tres h¨¦roes morales, Malcom X, Martin Luther King junior y Medgar Evers, antes de que cumplieran 40 a?os: "Hay que seguir luchando, sobreviviendo", asegura el director dictando palabras del pensador. "No dejo que me pongan etiquetas. Como hago cine complejo, ?no puedo dirigir Scary movie 4? Todos somos ciudadanos y queremos vivir en democracia. Fenomenal, pues la democracia hay que lucharla d¨ªa a d¨ªa, posees una responsabilidad. Todo el que te diga que es apol¨ªtico, miente, porque con esa actitud adormece a la sociedad, y eso ya es una acci¨®n. Debemos abandonar nuestros sof¨¢s, apagar la tele y deja de ser consumidores. Baldwin ya dijo que la industria del entretenimiento era el nuevo narc¨®tico. Y no conoci¨® la telerrealidad". Reniega de su poder de cineasta, pero... "Tomo decisiones, escojo qu¨¦ temas filmar, me arriesgo, como Lubumba o El joven Karl Marx, historias que no entiendo que antes no las hubieran rodado. Como director te dan un rev¨®lver con seis balas, y tienes que estar muy seguro de cu¨¢ndo disparas. La industria no siempre estar¨¢ para ti, y el artista debe llegar a la mayor audiencia posible".

Como Peck, Baldwin sufri¨® una conmoci¨®n de adolescente. "Quer¨ªas ser un vaquero como Gary Cooper, y resulta que al salir a la calle eras el indio", cuenta desde el siglo XX el escritor. Como Peck, Baldwin encontr¨® almas gemelas por el camino, como la dramaturga Lorraine Hansberry, autora de Un lunar en el sol. "En su caso ella falleci¨® con 35 a?os. Algunos de mis maestros est¨¢n vivos, como Agnieszka Holland; otros como?Krzysztof Kieslowski ya desaparecieron". Baldwin escarba, busca razones psicol¨®gicas para el racismo: ah¨ª est¨¢ la necesidad del blanco de contar con el negro como chivo expiatorio de los males que aquejan la sociedad. "La historia necesita tiempo para cambiar. Cierto, pero es que nada ha cambiado, como demuestran los fundamentalismos, o que t¨² recibas un sueldo y eso sit¨²e tu lugar en el capitalismo. Es curioso: el mundo occidental es una minor¨ªa con respeto al resto del planeta, pero como imperio lo ha colonizado. Por el bien de la humanidad deben de desaparecer los imperios".

"Lo importante no es si va a haber -hoy ya sabemos que lo ha habido- un presidente negro, lo fundamental es de qu¨¦ pa¨ªs ha sido presidente"

En I Am Not Your Negro aparece de refil¨®n Barack Obama. "Porque ha sido una breve aparici¨®n, y la Historia es enorme. Y como dice Baldwin, no es importante si va a haber -hoy ya sabemos que lo ha habido- un presidente negro, lo fundamental es de qu¨¦ pa¨ªs ha sido presidente". Lo mismo piensa de los pr¨®ximos Oscar. "Conozco a mis compa?eros de carrera. No puedes llamarlo competici¨®n, porque eso significa atadura y control. ?Qu¨¦ ahora hay m¨¢s negros? ?Y? Es una ilusi¨®n. All¨ª no se toman decisiones, el problema est¨¢ dentro de la industria, en qui¨¦n aprueba los proyectos, y son ejecutivos hombres blancos de 35 a 55 a?os. El poder est¨¢ en la estructura, y a veces logras colarte. Acu¨¦rdate de la pistola con seis balas. Incluso como periodista, no las desaproveches".