Cine popular, siglo XXI

El extendido concepto del cu?adismo, asentando en el imaginario colectivo espa?ol en menos de un lustro, ha evolucionado tanto que ¨²ltimamente incluso se dice que hacer chistes de cu?ados es de cu?ados. Comprensible para toda la sociedad espa?ola, el estereotipo deja de tener su gracia cuando, como la esencia del personaje, se acude siempre al clich¨¦. De ah¨ª la peligrosidad de una comedia como Es por tu bien, comedia sobre el fen¨®meno, protagonizada por tres cu?ados, en el sentido literal y familiar de la palabra, que adem¨¢s se comportan como mandan los c¨¢nones, y el lugar com¨²n, del cu?adismo.

A estas alturas parece imposible que la comedia comercial espa?ola se aleje de lo estrictamente popular, de lo que se supone que gusta a todo el mundo, sin que apenas roce lo verdaderamente molesto y cr¨ªtico. Los ¨¦xitos recientes han dado la raz¨®n a la estrategia y ah¨ª poco m¨¢s se puede decir, salvo que Es por tu bien, de Carlos Ther¨®n, est¨¢ un par de palmos por encima de algunos recientes y espantosos taquillazos espa?oles. Al menos en la puesta en escena, que no inventa nada, pero que huye de esa imagen televisiva plana y liviana, de andar por casa, con una direcci¨®n y un montaje influido por la comedia juvenil americana.

Con la misma esencia de la reciente pel¨ªcula francesa Dios m¨ªo, ?pero qu¨¦ hemos hecho?, lo que no es un buen dato, con padres obsesionados por tener los mejores yernos para sus hijas, Es por tu bien arranca mal, con chistes de barra de Twitter mil veces o¨ªdos, y t¨®picas frases sobre perroflautas, fachas y Venezuela. Pero remonta gracias a un guion, de Manuel Burque y Josep Gatell, en el que las situaciones, m¨¢s que los di¨¢logos, tienen cierta gracia. Eso s¨ª, nunca molesta porque quiere demasiado a su presumible p¨²blico (todos y cada uno de los espa?oles), y a sus personajes. Y eso est¨¢ bien, pero no se puede tener todo. O eres Pedro Lazaga, o eres Berlanga, pero ambos es imposible. Y han decidido que quieren ser Lazaga.