Gloria Fuertes, una poes¨ªa mayor de edad
Siempre encasillada en el mundo infantil, la escritora resurge en el centenario de su nacimiento como la voz ¨²nica que siempre fue
Encasillada hasta su muerte en la guarder¨ªa de los ripios infantiles, Gloria Fuertes (Madrid, 28 de julio de 1917-27 de noviembre de 1998) fue mucho m¨¢s que una entra?able caricatura televisiva. Infravalorada por los que desconocen el alcance de su obra po¨¦tica y tambi¨¦n por los que no han sabido calibrar la profundidad de su influencia en al menos dos generaciones de ni?os, hoy adultos que crecieron bajo el hechizo de su imaginaci¨®n po¨¦tica, Gloria Fuertes resurge en el centenario de su nacimiento con el aprecio literario que siempre mereci¨®. Un libro con voluntad can¨®nica de Blackie Books, El libro de Gloria Fuertes, con m¨¢s de 300 poemas, algunos in¨¦ditos, 80 fotograf¨ªas y dibujos y una pormenorizada investigaci¨®n sobre su vida a cargo de Jorge de Cascante, abre un camino al que se suma N¨®rdica con la antolog¨ªa Geograf¨ªa humana y otros poemas, prologada por su amigo el poeta Luis Antonio de Villena, Reservoir Books con otra antolog¨ªa, Me crece la barba, poemas para mayores y menores y una exposici¨®n que se celebrar¨¢ a partir del 14 de marzo en el Centro Cultural Fernando Fern¨¢n G¨®mez de Madrid organizada desde la fundaci¨®n de la poeta, de la que son albaceas Paloma y Marta Porpetta, hijas de la editora de Torremozas Luz Mar¨ªa Jim¨¦nez Faro, a quien Gloria Fuertes dej¨® la misi¨®n de velar por su obra.
Adem¨¢s, el Ayuntamiento de Madrid, su ciudad, quiere sumarse al homenaje y ahora una plazuela de Lavapi¨¦s, barrio donde naci¨® y se crio la poeta, es candidata a llevar su nombre. De fondo, lo m¨¢s importante: devolver el nombre de Gloria Fuertes a la poes¨ªa adulta. O, mejor dicho, a la poes¨ªa, toda, sin prejuicios. Rehabilitar la obra de una mujer de personalidad compleja (¡°desde siempre mi alma cabalgando al rev¨¦s¡±); que al final de su vida se entreg¨® a la literatura infantil (¡°no es todo hacer una poes¨ªa para el pueblo, sino un pueblo para la poes¨ªa¡±); que logr¨® una voz coloquial ¨²nica (¡°escribo deliberadamente mal para que os llegue bien¡±) y que siempre estuvo, a su manera sencilla, castiza y juguetona, un paso por delante de su tiempo (¡°esto no es un libro, esto es una mujer¡±).
Ana Merino: ¡°Fue revolucionaria en una ¨¦poca que no estaba preparada para entender todos sus c¨®digos¡±
¡°M¨¢s que rehabilitar yo dir¨ªa directamente habilitar, porque para la mayor¨ªa jam¨¢s estuvo reconocida¡±, apunta Jorge de Cascante. ¡°Y Gloria Fuertes pose¨ªa una voz propia enorme¡±, a?ade Luis Antonio de Villena. ¡°Con un tono coloquial muy especial, usando la rima como iron¨ªa. Quien lee un poema suyo ya no olvida de qui¨¦n es, te puede gustar m¨¢s o menos, pero la reconoces inmediatamente, y eso es muy raro en literatura¡±.
Como apunta el poeta granadino Luis Mu?oz, nacido en 1966 y por tanto uno de esos ni?os que crecieron bajo el influjo cat¨®dico de la poeta, la inocencia en Gloria Fuertes era provocadora: ¡°La inocencia desmonta valores instituidos para abordar valores universales reales¡±, afirma Mu?oz.? Y a?ade: ¡°Cuando la ve¨ªa en televisi¨®n de ni?o, me cambiaba instant¨¢neamente el humor. La combinaci¨®n de su imagen, con algo de clown, el flequillo canoso, las corbatas, los chalecos, las camisas de colores, unidos a su voz, tan grave y tan arrastrada, supon¨ªa la entrada en otro mundo. El mundo de la imaginaci¨®n, pero de una imaginaci¨®n ¨ªntima y l¨²dica, conectada a lo com¨²n y corriente, a lo inmediato, y, adem¨¢s, un mundo sin prejuicios. Creo que eso tambi¨¦n era muy importante en ella, la combinaci¨®n de humor, amor, dolor y una belleza elemental que resultaba enormemente efectiva¡±.
En su homenaje
- El libro de Gloria Fuertes.?Jorge de Cascante. Blackie Books, 2017. 448 p¨¢ginas. 24,90 euros.
- Geograf¨ªa humana y otros poemas.?Gloria Fuertes. Pr¨®logo de Luis Antonio de Villena. N¨®rdica, 2017. 80 p¨¢ginas. 18 euros.
- Me crece la barba. Poemas para mayores y menores.?Gloria Fuertes. Reservoir Books, 2017. 256 p¨¢ginas. 19,90 euros.
- Gloria Fuertes 1917-1998.?Exposici¨®n que recorre la vida y obra de la poeta a trav¨¦s de fotograf¨ªas, poemas, documentos y otros objetos personales. Centro Cultural Fernando Fern¨¢n G¨®mez. Del 14 de marzo al 14 de mayo.
- Una calle para la poeta.?El Ayuntamiento de Madrid quiere sumarse al homenaje. El pleno de distrito Centro ha aprobado llamar con su nombre una plaza de Lavapi¨¦s, el barrio en el que naci¨®. La propuesta debe ser refrendada.
Ana Merino, directora del m¨¢ster en escritura creativa en espa?ol en la Universidad de Iowa y una de las ant¨®logas del libro Poes¨ªa soy yo. Poetas en espa?ol del siglo XX (Visor, 2016), que inclu¨ªa a Fuertes en su canon, defiende ¡°todas las etapas¡± de la autora, ¡°incluso la de guionista de historietas¡±. ¡°Creo que ten¨ªa una versatilidad maravillosa para llevar la poes¨ªa a todo tipo de p¨²blico. Fue revolucionaria en una ¨¦poca que no estaba preparada para entender todos sus c¨®digos. Sin embargo, ella resisti¨® e insisti¨®, y se reinvent¨® muchas veces, y nos dej¨® una mirada po¨¦tica formidable y llena de energ¨ªa¡±. ¡°Gloria Fuertes¡±, contin¨²a Merino, ¡°al igual que la chilena Violeta Parra o la paname?a Stella Sierra, fue pionera en territorios culturales muy limitados. Su poes¨ªa, como la de sus coet¨¢neas en otros pa¨ªses, abre fronteras y construye nuevos mundos, nuevas formas de entender la literatura¡±.
La Gloria Fuertes poeta adulta se consolid¨® entre los a?os cincuenta y sesenta. Pero la enorme fama que obtuvo a partir de los a?os setenta como poeta infantil margin¨® su obra anterior hasta obviar detalles relevantes, como que fue la ¨²nica mujer incluida en la colecci¨®n Colliure. ¡°Jaime Gil de Biedma la incluy¨® en la colecci¨®n, que era muy elitista¡±, cuenta De Villena. ¡°No solo la incluy¨® sino que ¨¦l mismo hizo una antolog¨ªa, algo que era poco habitual, por la enorme admiraci¨®n que sent¨ªa por ella¡±. Como explica Paloma Porpetta, Gloria Fuertes ¡°iba por libre¡±. ¡°Mi madre la edit¨® en su colecci¨®n de mujeres de Torremozas y siempre se tuvieron mucho afecto. Viv¨ªamos cerca de su casa de Alberto Alcocer y les gustaba verse. Hablaban de poes¨ªa, se tomaban unos whiskys y tan contentas¡±. ¡°Desde siempre sinti¨® un enorme despecho con el medio literario¡±, asegura De Villena, ¡°y lo aplicaba a rajatabla, viv¨ªa apartada de camarillas y grupos, no le interesaban¡±.
Escribi¨® que no sab¨ªa si su poes¨ªa era ¡°social, rebelde¡¡±; dej¨® claro que ser libre era la ¨²nica etiqueta que aceptaba
Gloria Fuertes hab¨ªa nacido en una familia humilde y republicana de Lavapi¨¦s, su hermano peque?o y compa?ero de juegos muri¨® en un bombardeo y su madre sol¨ªa castigarla si la descubr¨ªa leyendo o escribiendo. La marginalidad y el dolor formaban parte de su piel, pero ella, luminosa siempre, decidi¨® sonre¨ªrle a la vida. En su libro, Jorge de Cascante recupera una an¨¦cdota que resume perfectamente la genialidad y temprana sabidur¨ªa de la escritora: como en el colegio le pon¨ªan ceros como una casa, ella, harta de sus malas notas, decidi¨® invertir el sentido de la peor nota para convertirla en la mejor. Y as¨ª empez¨® a puntuarse a s¨ª misma en sus cuadernos, diarios, dibujos y poemillas con una tabla de medir que iba del cero (muy bien) a los tres ceros (excelente). Contenta, se paseaba por la Espa?a de la posguerra en bicicleta, pantal¨®n y corbata fascinando con su descaro a sus compa?eros de las grutas del postismo, movimiento literario que promov¨ªa el ¡°culto al disparate¡±. Francisco Nieva, postista tambi¨¦n, la defini¨® as¨ª: ¡°Era una mujer nueva, que se enfrentaba con ternura a los hombres, tan brutos ellos, no era una maestrita repipi, era un compa?ero perteneciente a un tercer sexo divino que romp¨ªa con todo en aquella Espa?a de hierros y caspa, y el resto la mir¨¢bamos fascinados ante su aspecto y sus palabras, Rimbaud y Jarry habitaban en Gloria¡±. Lesbiana, la muerte en 1971 de su gran amor y compa?era durante 20 a?os, la hispanista norteamericana Phyllis Burrows Turnbull, la sumi¨® en una honda depresi¨®n de la que sali¨® como pudo, es decir, a golpe de fiestas, far¨¢ndula y bastante alcohol. Una mujer vital, que seg¨²n cont¨® Vicente Molina Foix, le describi¨® as¨ª su adi¨®s al infierno: ¡°Fui al metro decidida a matarme, pero al ir a sacar el billete ligu¨¦, y en vez de tirarme al tren me tir¨¦ a la taquillera¡±.
Para Jorge de Cascante, indagar en su vida privada ha sido una sorpresa de la que destaca los a?os en EE UU. En 1961, Fuertes recibe una beca Fulbright para impartir clases en la Universidad Bucknell, en Pensilvania. Su plan inicial era permanecer dos semestres, pero se queda tres a?os m¨¢s. ¡°Fue la ¨¦poca m¨¢s feliz de su vida porque encajaba perfectamente en el mundo de la contracultura. Recitaba sus poemas en bares y en universidades y hasta lleg¨® a ser telonera de Joan B¨¢ez¡±, cuenta De Cascante. En su primera clase se dirige a los alumnos y les dice: ¡°Es la primera vez que piso una universidad. Y no lo hago como estudiante, lo hago como profesora¡±. En esa misma ¨¦poca escribe el poema ¡®No quiero ser maestra¡¯: ¡°No quiero ser maestra de nada,?/ me conformar¨ªa?/ con ser una lecci¨®n?/ de algo¡¯.
Gloria Fuertes es un personaje escurridizo y fascinante. En las fotos la vemos en moto, o sonriente bajo el sol con sus alumnas, en una clase de k¨¢rate o frente a la entrada de la Casa Espa?ola de Bucknell, residencia femenina que dirigi¨®, con un cartel que dice: Victim of Oficial Tyrani (v¨ªctima de la tiran¨ªa oficial). Posando junto a Xavier Cugat o Luc¨ªa Bos¨¦, y con Phyllis, juntas paseando su perro por Madrid o de turismo por Castilla. La poeta sentada en la casa de Alberto Alcocer, heredada de Phyllis, o en el campo, en la otra casa que compartieron, en Chozas de Sierra. En su poema ¡®Hablo de Gloria Fuertes frente al Washington Bridge¡¯, Jos¨¦ Hierro escribe: ¡°Pasea con el luto de viuda de s¨ª misma, payasa, miliciana,?/ entre los arces plateados de New Jersey?/ (o tal vez sean pinos, encinas, jaras y retamas de Chozas de Sierra¡ Yo ya no s¨¦).?/ La navaja del r¨ªo corta pan y tomate?/ de la tarde que se evapora. (¡) Y ahora vuelve sin Phyllis, cabalgando su c¨¢ncer,?/ ?hasta ma?ana, Phyllis!?/ M¨¢s tarde, en tu memoria cristalizaban sombras, entre los rascacielos de acero y miel:?/ sombras de mondas de patatas?/ que has olvidado, pues no quieres morir,?/ no queremos morir (¡)¡±.
¡°Lo que echo en falta en su obra es que no hubiera profundizado en su manera de vivir la homosexualidad¡±, dice Luis Mu?oz. ¡°Hay muchos poemas suyos de amor que pueden ser le¨ªdos en esa clave, pero pienso que hubiera sido enormemente rico para su poes¨ªa que hubiera abordado lo que eso supon¨ªa para ella en una sociedad como la espa?ola que le toc¨® vivir. Que no lo hiciera es m¨¢s que comprensible, y desde luego, se me acumulan las razones, pero creo que ten¨ªa dotes, una perspectiva ¨²nica para hacerlo y muchas cosas que decir en ese sentido¡±.
Jorge de Cascante recuerda que el d¨ªa en que le propusieron armar su libro lo primero que hizo fue ver varios cortes de telediarios del d¨ªa en que muri¨® la poeta, ¡°y en todos se refer¨ªan a ella como ¡®una ni?a grande¡±. Luis Antonio de Villena se suma al reproche a ese manido lugar com¨²n. ¡°Cuando falleci¨® Gloria la televisi¨®n estatal, que tanto la hab¨ªa querido, espet¨® muy seria esta vulgaridad: ¡®Ha muerto la autora de Un globo, dos globos, tres globos¡¯. Para m¨ª aquello fue llamativo. La noticia sal¨ªa al principio, en el sumario, con las noticias importantes del d¨ªa, pero la degradaba. Alguien con su obra no pod¨ªa quedar reducida a eso. El sambenito de la poeta infantil le hizo mucho da?o. No s¨¦ si le gustaba ser un personaje tan medi¨¢tico, pero s¨ª s¨¦ que era una poeta muy notable, con ese elemento de vanguardia que le daba haber participado en el postismo, pero de signo social, muy tr¨¢gica, de cu?o existencialista, muy desgarrada. Para m¨ª, mucho mejor poeta que Gabriel Celaya, con mucha m¨¢s personalidad¡±. ¡°Pero tambi¨¦n es importante no descuidar su obra infantil¡±, a?ade Paloma Porpetta, ¡°porque le dio una vuelta absoluta a la literatura para ni?os en Espa?a, la hizo coloquial sin cursiladas y logr¨® que miles de ni?os se acercaran de su mano a la poes¨ªa¡±.?¡°El tiempo le ha sentado muy bien a su obra¡±, concluye Luis Mu?oz, ¡°y la clave es doble: que bebe de la vida, no de la literatura, y que sus poemas parecen obedecer a una urgencia. Hay en ellos una especie de puesta a punto interior¡±.
Lo cierto es que Gloria Fuertes toc¨® asuntos como el hambre, el suicidio, el amor libre, la hero¨ªna, el feminismo o el ecologismo. La Guerra Civil marc¨® su vida y su obra (¡°no ten¨ªa m¨¢s que un traje, un cuaderno y mucho miedo a que se gastara el l¨¢piz¡±), y la experiencia del horror ti?¨® sus versos de una ¨ªntima fractura: ¡°En mi poes¨ªa el tema que m¨¢s me interesa es el dolor, en m¨ª y en los dem¨¢s, por este orden ego¨ªsta. Despu¨¦s, el amor. En tercer lugar, lo contrario del amor: las injusticias, las guerras y los bichos¡±.
Gloria Fuertes escribi¨® que no sab¨ªa si su poes¨ªa era ¡°social, m¨ªstica, rebelde, triste, graciosa o qu¨¦¡±; dej¨® claro que ser libre era la ¨²nica etiqueta que aceptaba (¡°ahora una minor¨ªa vendr¨¢ a catalogarme, a encasillarme literaria o sociol¨®gicamente; la etiqueta se me desprender¨¢ con el sudor de mis versos, y si me encasillan, me escapo¡±) y nos descubri¨® el infinito valor de lo sencillo, c¨®mo a sus ojos ¡°todos los d¨ªas son blancos, todas las noches son negras, y las tardes son azules y las ma?anas son menta¡±.
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