¡°Adolfo Marsillach estar¨ªa avergonzado por el pa¨ªs y la cultura que tenemos¡±
La hija y varios compa?eros de gremio homenajean al actor y director teatral en el 15? aniversario de su muerte
¡°Perd¨®nanos Adolfo, porque no lo hemos sabido hacer bien¡±, se lamentaba este viernes, mirando al tendido, el actor Emilio Guti¨¦rrez Caba. Se dirig¨ªa a su amigo y colega Adolfo Marsillach, muerto hace 15 a?os, por el que ¨¦l y varios compa?eros como Silvia Mars¨®, Carlos Hip¨®lito, Juanjo Artero, Juan Rib¨® o Antonio Hern¨¢ndez han brindado con rosas esta ma?ana en un homenaje organizado por su hija, Blanca Marsillach. ¡°Si Adolfo estuviera aqu¨ª estar¨ªa avergonzado por el pa¨ªs y la cultura que tenemos¡±, ha continuado Caba ante Fernando Benzo S¨¢inz, el secretario de Estado de este sector, refugiado entre las butacas. ¡°Dio una vuelta al teatro cl¨¢sico, lo acerc¨® a nuestros tiempos. Es un icono del teatro de este pa¨ªs¡±, ha a?adido Hip¨®lito sobre uno de los actores m¨¢s grandes de la escena espa?ola en las ¨²ltimas d¨¦cadas, fundador hace 30 a?os de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico.
¡°Confi¨® en nosotros, nos daba confianza en todo momento. Sab¨ªa lo que quer¨ªa porque ten¨ªa una formaci¨®n humana incre¨ªble, que ya no es habitual¡±, ha recordado Caba, que ha hablado por toda una generaci¨®n de actores que se formaron y crecieron a la sombra del int¨¦rprete y director de obras cl¨¢sicas como Pigmali¨®n (1964), Marat-Sade (1968), Tartufo (1969) o, m¨¢s recientemente, ?Qui¨¦n teme a Virginia Woolf? (1999). ¡°Me siento hu¨¦rfano, ya no s¨¦ a qui¨¦n preguntarle las cosas¡±.
Junto a los compa?eros de Marsillach, completaban el homenaje un grupo de diez personas mayores. Son los protagonistas de Entre versos y Marsillach, un proyecto teatral, organizado por la productora de la hija del actor (Varela Producciones) y la Obra Social La Caixa, que intenta integrar en el mundo de la interpretaci¨®n a la tercera edad. ¡°Ellos pueden sentirse queridos, que es lo que m¨¢s le hubiera gustado a mi padre, y la magia que se siente en el escenario¡±, ha explicado Blanca Marsillach. Desde que comenzaron en septiembre pasado ya han pasado por la funci¨®n m¨¢s de 90 mayores de toda Espa?a, seg¨²n ha contado la directora de la obra, M¨®nica Buiza, que ha anunciado que este a?o recorrer¨¢n otras 11 ciudades de la pen¨ªnsula con nuevos int¨¦rpretes amateur. Como Manola, una mujer de Cieza (Murcia) que decidi¨® que quer¨ªa ser actriz a los 90 a?os y escribi¨® a Buiza para unirse, pero sin pasar las pruebas porque ¡°ya no le quedaba tiempo¡±.
¡°Inteligente, agudo y con gran sentido del humor¡±, Marsillach tuvo alguna vez la tentaci¨®n de aferrarse al pasado, seg¨²n ha recordado Carlos Hip¨®lito, a quien el homenajeado llam¨® para interpretar la reposici¨®n de El m¨¦dico de su honra en 1994, cinco a?os despu¨¦s de que esta obra inaugurara la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico. ¡°El primer d¨ªa que fuimos a ensayar, Adolfo estaba con una pantalla grande viendo el montaje anterior. Not¨® la incomodidad de Adriana [Ozores] y m¨ªa porque cada vez que ten¨ªamos que interpretar una escena miraba antes la pantalla para ver c¨®mo lo hicieron los anteriores actores¡±. Un d¨ªa, la pantalla hab¨ªa desaparecido. ¡°Adolfo nos dijo, con su tonillo: ?No ten¨¦is nada que comentarme? Me he dado cuenta de lo mal que lo he hecho con vosotros. No ven¨ªs a sustituir a los anteriores, sino a aportar algo vuestro a este montaje. Os pido perd¨®n¡±.
Silvia Mars¨®, que trabaj¨® con Marsillach en La gran sultana (1992), a¨²n recuerda el d¨ªa que le sorprendi¨® en su despacho ¡°jugando con la maqueta de la escenograf¨ªa como si fuera un juguete¡±. ¡°Ten¨ªa la obra con los mu?equitos vestidos como si fueran los personajes¡±, ha bromeado la actriz. El dramaturgo catal¨¢n se ha manifestado incluso, sobre una pantalla, para declamar a d¨²o con Hip¨®lito un pasaje del Libro del buen Amor, del Arcipreste de Hita, sobre la b¨²squeda de la mujer ideal. "Busca mujer hermosa, atractiva y lozana, que no sea muy alta, pero tampoco enana", interpretaba en un v¨ªdeo Marsillach. "Ojos grandes, hermosos, expresivos, lucientes y con largas pesta?as, bien claros y rientes", prosegu¨ªa en directo Hip¨®lito.
Ya se terminaba el acto cuando se subi¨® a las tablas, ¡°con much¨ªsima humildad¡±, el secretario de Estado, que alab¨® al actor catal¨¢n al tiempo que quitaba hierro a la importancia de la labor del ministerio para la buena salud del teatro. "Los grandes saltos culturales en un pa¨ªs los hacen hombres como Marsillach", ha reflexionado Benzo S¨¢inz. "Los que estamos detr¨¢s, gestionando un presupuesto, tenemos que ser humildes y dejar libertad a los creadores. Ayudar a crear un escenario teatral con los mejores medios y recursos posibles".
Babelia
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