Arco rompe su ¡®techo de cristal¡¯
La feria recupera ventas en una buena edici¨®n donde algunas galer¨ªas espa?olas tantean el club de los precios altos
Arco 2017 ha cerrado y lo ha hecho ¡°rompiendo el techo de cristal¡±. Esas son las cinco palabras que emplea Luis Valverde, codirector de la galer¨ªa madrile?a Espacio M¨ªnimo, para contar c¨®mo les ha ido la feria. Han vendido bastantes piezas por encima de los 20.000 euros. Un precio que para ellos era una frontera. Evidencia de que el optimismo se ha extendido, como un b¨¢lsamo aplicado por un dios diligente, por los pabellones del recinto ferial de Ifema en Madrid. Adem¨¢s, regresan amigos extraviados por el camino de la crisis y el tiempo. ¡°Han regresado coleccionistas espa?oles que hac¨ªa a?os que no ve¨ªamos en Arco¡±, apunta su director, Carlos Urroz. Y a?ade: ¡°El certamen se consolida como un espacio de descubrimiento¡±. Se intuye el alivio en sus frases. Era una edici¨®n arriesgada. El a?o pasado llegaron pesos pesados como Marian Goodman, Zeno X o Kurimanzutto atra¨ªdos por el 35? aniversario y estands gratis. Estos d¨ªas, sin ese doping,Arco se reflejaba en su propio espejo.
Pero la imagen que le ha devuelto tiene unos contornos definidos. ¡°En un periodo de globalizaci¨®n y alineamiento del mercado mundial del arte, la feria parece una roca¡±, narra el galerista berlin¨¦s Ulrich Gebauer. De hecho han funcionado los artistas que participar¨¢n en la pr¨®xima Bienal de Venecia como Irma Blank, Jos¨¦ Pedro Croft, Liliana Porter o Teresa Lanceta. Quiz¨¢ porque a¨²n hay muchos coleccionistas que compran de o¨ªdo. ¡°Nos ha ido bien, aunque he visto poco riesgo¡±, reflexiona el galerista portugu¨¦s Pedro Cera. El v¨ªdeo, por ejemplo, se ha vuelto tan escaso como un tigre albino. Mucha pintura y mucho arte formal. Esos son los territorios de la brit¨¢nica Lisson y su reconocible propuesta, que va desde las vasijas neol¨ªticas coloreadas de Ai Weiwei hasta la pintura densa y decorativa de Jason Martin. ¡°El ritmo de ventas es m¨¢s lento que en otras ferias, pero volveremos¡±, apunta Salom¨¦ Prada, directora de proyectos. Est¨¢ contenta. Algunos de sus artistas (Anish Kapoor, Richard Long y ?ngela de la Cruz) han encontrado cobijo. Y conviene no errar: esto es Espa?a no Suiza.
El galerista Pedro Maisterra ¡ªMaisterravalbuena¡ª tiene clara esa topograf¨ªa. Ha vendido mucho. Sus nombres habituales (N¨¦stor Sanmiguel Diest, Antonio Ballester Moreno...) pero tambi¨¦n su ¨²ltimo fichaje: Jer¨®nimo Elespe. Despach¨® media docena de sus pinturas en un soplo de viento. "Arco ha ido fenomenal", refrenda Maisterra. Una alegr¨ªa que se impregna tambi¨¦n en el neoyorkino Le¨®n Tovar. "Hemos vendido todos los d¨ªas", concede. Por su stand han pasado la Tate de Londres y el Museo Reina Sof¨ªa. Precisamente el director de la instituci¨®n madrile?a, Manuel Borja-Villel, describe una feria que ha funcionado como lugar de venta y como punto de encuentro. "Esta edici¨®n tal vez haya sido mejor que la de otros a?os. Hemos visto m¨¢s coleccionistas y obras importantes", sostiene. Y, a veces, los dos r¨ªos convergen. La mecenas Helga de Alvear don¨® una pintura de R¨¦my Zaugg (galer¨ªa Mai 36) al museo. Mientras la galer¨ªa Hauser & Wirth demostraba con Louise Bourgeois, Lee Lozano y Roni Horn que el arte profundo crea fisuras en el alma.
Motivos para la alegr¨ªa y tiempo para Argentina. El pa¨ªs invitado en esta edici¨®n se "marcha muy satisfecho". Lo cuenta Orly Benzacar, presidenta de la C¨¢mara Argentina de Galer¨ªas de Arte Contempor¨¢neo, y tambi¨¦n Ignacio Liprandi. El galerista vendi¨® al Reina Sof¨ªa una pieza (Burning books I) de Adriana Bustos. Aunque en este mercado rara vez el aria suena completa. "Hemos vendido poco a espa?oles, sobre todo ha sido a latinoamericanos y europeos", lamenta Liprandi. Tal vez haya que templar las expectativas en un pa¨ªs con una tasa de paro del 18% y sin ley de mecenazgo. Por eso ver que Artium (Vitoria) vuelve a comprar tras ocho a?os de par¨®n y que llegan nuevos jugadores, como la Fundaci¨®n Kablanc Otazu (Pamplona), supone aire fresco para una feria que volver¨¢ a mirarse en el espejo el pr¨®ximo mes de mayo en Lisboa.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.