La C¨¢mara de Representantes suspende y aplaza la discusi¨®n de la reforma a la salud de Petro, en medio de peleas, insultos y acusaciones de violencia pol¨ªtica

La reforma a la salud presentada por el Gobierno de Gustavo Petro sigue con vida en su tr¨¢mite legislativo. El presidente de la C¨¢mara de Representantes, Jos¨¦ Ra¨²l Salamanca, suspendi¨® en la noche del mi¨¦rcoles el debate en la plenaria despu¨¦s de dos d¨ªas de sesiones extraordinarias, y anunci¨® que la discusi¨®n se reanudar¨¢ en febrero de 2025. El balance de este proyecto es agridulce: la reforma no se aprob¨® por completo, como esperaban los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, e Interior, Juan Fernando Cristo, y los partidos de Gobierno. Pero tampoco se hundi¨® definitivamente, como quer¨ªan los congresistas de la oposici¨®n, algunos independientes y varias asociaciones de pacientes, m¨¦dicos y cient¨ªficos.

Al final, despu¨¦s de muchas horas de peleas, insultos y acusaciones mutuas de violencia pol¨ªtica entre bancadas, las mayor¨ªas parlamentarias aprobaron 23 de los 62 art¨ªculos que tiene el proyecto que busca transformar de ra¨ªz el sistema de salud de Colombia. Pese a las estrategias de dilaci¨®n de los opositores del Centro Democr¨¢tico y Cambio Radical, la C¨¢mara le dio el visto bueno a la creaci¨®n del Consejo Nacional de Salud y al Sistema P¨²blico Unificado e Interoperable de Informaci¨®n en Salud, que busca ¡°un manejo veraz, oportuno, pertinente y transparente de los diferentes tipos de datos generados por todos los actores¡±, seg¨²n los ponentes.

A partir del 16 de febrero, cuando se reinicien las sesiones del Congreso, se debatir¨¢n los art¨ªculos que contienen los temas neur¨¢lgicos: la eliminaci¨®n del sistema de aseguramiento, la transformaci¨®n de las EPS en gestoras de salud y vida, la financiaci¨®n e implementaci¨®n del proyecto. Si termina con ¨¦xito ese tr¨¢mite, la reforma enfrentar¨¢ dos debates adicionales, primero en la Comisi¨®n S¨¦ptima del Senado, donde ya se hundi¨® la primera versi¨®n, y el ¨²ltimo en la plenaria del Senado, en la que Petro a¨²n no tiene claras las mayor¨ªas. El Gobierno decidi¨® por sorpresa desechar el ¨²ltimo d¨ªa de sesiones extraordinarias, este jueves, por el ambiente tenso de los dos d¨ªas de debate y por la dificultad para conseguir las mayor¨ªas que requiere el proyecto.

La principal pelea la protagonizaron los representantes del partido Verde, Katherine Miranda, fuerte opositora del gobierno y de la reforma, y Jaime Ra¨²l Salamanca, presidente de la corporaci¨®n. La discusi¨®n inici¨® porque Salamanca no le dio la palabra a Miranda durante varios minutos. La congresista se disgust¨® y le dijo ¡°marica¡±, fuera de micr¨®fonos. Salamanca escuch¨® y orden¨® sacarla. ¡°?Por qu¨¦ me dice groser¨ªas? Se retira del recinto, doctora, usted no me puede venir a decir marica en la sesi¨®n. Respeto. Se retira de la sesi¨®n por falta de respeto a la mesa directiva aplicando el art¨ªculo 73¡å. Miranda le recrimin¨®: ¡°Venga y me saca, gam¨ªn¡±, dijo. ¡°Usted no es un dictador. Usted solamente es un presidente por un a?o¡±. La pelea lleg¨® hasta Petro, que public¨® un mensaje en su cuenta de X en defensa de su aliado: ¡°Un congresista tuvo p¨¦rdida de investidura por decir la misma palabra violenta a un presidente de la C¨¢mara. Es violencia verbal discriminatoria¡±, escribi¨®.

Otra discusi¨®n que se sali¨® de tono fue la del representante liberal Juan Carlos Losada con la representante oficialista Martha Alfonso, en la que de nuevo intervino Salamanca. Losada explic¨® el desencuentro en una intervenci¨®n p¨²blica dirigida al congresista por Boyac¨¢: ¡°Usted decidi¨® r¨¢pidamente poner en consideraci¨®n antes de que cualquiera pudiera pedir la palabra la votaci¨®n del informe de ponencia. Mientras eso suced¨ªa viene la doctora Martha Alfonso, gran amiga m¨ªa, posiblemente la mejor congresista que tiene este lado de la plenaria. Vino a decirme que tampoco estaba de acuerdo con lo que yo estaba diciendo. Claro, las conversaciones se dan de manera acalorada, pero yo de ninguna manera estaba violentando a la representante Martha Alfonso para que usted se pare como gallito de pelea a decirme que me suba a darme pu?os. Verg¨¹enza deber¨ªa darle llevar de esta manera tan deleznable la plenaria¡±. Alfonso se refiri¨® a la pelea en X: ¡°En lugar de enfrascarse en disputas entre machos, yo les invito a que reinventemos la pol¨ªtica desde otros enfoques, especialmente de g¨¦nero, que profundicen nuestra democracia, engrandezcan el debate y dignifiquen la labor parlamentaria¡±.

En medio de esas disputas, las c¨¢maras de la transmisi¨®n oficial del debate registraron a la representante Caterine Juvinao usando un vapeador, una conducta prohibida en espacios cerrados. El video fue usado por los partidos de Gobierno para criticar a una congresista que fue elegida cuando apoyaba a Petro, y se ha convertido en una de sus principales cr¨ªticas. La oposici¨®n, por su parte, denunci¨® la presencia en el debate de los ministros de Transporte, Mar¨ªa Constanza Garc¨ªa, y de Minas, Andr¨¦s Camacho, que en principio no tienen nada que ver con la reforma. Garc¨ªa explic¨® que hab¨ªa ido a ¡°hablar con unos congresistas para no desbaratar el quorum¡±.

En ambiente enrarecido los representantes del Pacto Hist¨®rico y del Centro Democr¨¢tico dieron sus conclusiones contrastantes, como es habitual. Los primeros celebraron el lento avance del proyecto. ¡°Se aprobaron 22 art¨ªculos de la reforma (...) le hemos cumplido a nuestros electores y vamos a seguir luchando por las reformas sociales y por un cambio en Colombia¡±, dijo Mar¨ªa Fernanda Carrascal. Los segundos celebraron el aplazamiento de la reforma. ¡°Sirvi¨® la resistencia y sirvi¨® la presi¨®n. El Gobierno Nacional no fue capaz de pupitrear completamente la reforma a la salud en las sesiones extraordinarias. Y a pesar de que hab¨ªa un decreto presidencial para citar el d¨ªa de ma?ana, el presidente de la C¨¢mara ha decidido que se acaba el d¨ªa de hoy el tr¨¢mite legislativo durante este a?o¡±, dijo el representante Andr¨¦s Forero.

La degradaci¨®n del debate parlamentario recuerda las palabras que escribi¨® en 1929 Luis Tejada Cano, quiz¨¢s el mejor cronista de Colombia del siglo XX: ¡°El desprestigio, cada d¨ªa m¨¢s extenso y ostensible, que est¨¢ adquiriendo el Congreso en la opini¨®n p¨²blica tiene una raz¨®n de ser muy sencilla: el Congreso no ha logrado interpretar con exactitud la voluntad y la esperanza del pa¨ªs¡±.