¡°Los espa?oles tenemos un problema de autoestima¡±
Fil¨®loga. La autora de ¡®Imperiofobia y leyenda negra¡¯ sostiene que la propaganda antiespa?ola sigue tan viva como siempre, y alerta sobre sus consecuencias
Mar¨ªa Elvira Roca Barea (El Borge, M¨¢laga, 1966) lleva a?os investigando la leyenda negra, t¨¦rmino que se refiere al relato desfavorable sobre Espa?a y su pasado. Frente a algunos historiadores que niegan su existencia ???¡ªconsideran que fue una creaci¨®n de la conciencia espa?ola¡ª, o que afirman que existi¨® pero niegan su vigencia, esta profesora de instituto y fil¨®loga que ha ense?ado en Harvard e investigado en el CSIC asegura que el negro mito sigue tan vivo como anta?o entre los espa?oles y en los pa¨ªses de nuestro entorno, especialmente en el norte de Europa. En Imperiofobia y leyenda negra (Siruela) ¡ªlibro que presenta esta semana en Madrid¡ª, Roca aborda c¨®mo y por qu¨¦ se construy¨® un discurso que convirti¨® a los espa?oles en paradigma de la irracionalidad, la crueldad y el atraso.
Pregunta.?Para un tema de estas caracter¨ªsticas, su ensayo se est¨¢ vendiendo bastante bien. ?A qu¨¦ se debe?
Respuesta.?He sido la primera sorprendida. Es un libro amargo, pero supongo que se debe a que levanta la autoestima. Arcadi Espada, autor del pr¨®logo, dice que en realidad esto es un libro de autoayuda para espa?oles.
P.??Falta autoestima?
R.?Los espa?oles tenemos un problema de autoestima desde hace siglos. Comienza en el XVIII con los Borbones. Desde entonces se aceptan como verdades los t¨®picos de la leyenda negra, que no son m¨¢s que propaganda antiespa?ola creada por el mundo protestante y asumida por la Ilustraci¨®n francesa. Los intelectuales espa?oles han tenido que ser hispan¨®fobos para tener prestigio.
P.??Esa leyenda negra sigue viva?
¡°Los intelectuales espa?oles han tenido que ser hispan¨®fobos para tener prestigio¡±
R.?S¨ª. Hay que acabar con la absurda idea de que la leyenda negra y sus consecuencias son cosa del pasado. Dos de las grandes corrientes culturales europeas, el humanismo y la Ilustraci¨®n, siempre han sido hispan¨®fobas. Los espa?oles aparecieron en el escenario europeo convertidos en gente con sangre impura. ¡°Marranos¡± fue el primer ep¨ªteto. Era un pueblo atrasado, medieval, racialmente impuro y mal cristiano por mezclarse con los jud¨ªos.
P.?Pero Espa?a expuls¨® a los jud¨ªos.
R.?El t¨®pico de los espa?oles de sangre impura fue muy ¨²til en una ¨¦poca en la que ser antisemita era lo normal. Despu¨¦s, en el siglo XIX, con el imperio hundi¨¦ndose y el surgimiento de un sionismo deseoso de buscar culpables, aparece la idea de que Espa?a fue especialmente terrible con los jud¨ªos. Pero en Espa?a solo hubo una expulsi¨®n y se ofreci¨® la conversi¨®n. En el resto de Europa las hubo por docenas. En Inglaterra, el rey Eduardo acab¨® con todos los jud¨ªos. Hasta la ¨¦poca de Crom?well no hay ning¨²n documento que mencione la presencia de un solo jud¨ªo. Pese a todo, se empez¨® a decir que los espa?oles perdieron el imperio por la expulsi¨®n de los jud¨ªos, los ¨²nicos que ten¨ªan talento y capacidad financiera. Ese es el mecanismo de la leyenda negra: un hecho se magnifica hasta convertirlo en un suceso ¨²nico de proporciones gigantescas. Es muy sutil.
P.?Sostiene en su ensayo que la Inquisici¨®n no fue para tanto.
R.?Hay que juzgar las cosas en su contexto. No se pueden aplicar los criterios morales de 2017 a hace 5 o 10 siglos. La tolerancia religiosa, digna de tal nombre, en Europa no lleg¨® hasta el XIX. Desde 1560 hasta 1700 hubo 1.300 condenas a muerte por la Inquisici¨®n, y no eran todas por disidencia religiosa. La mayor¨ªa castigaban delitos comunes. En 20 a?os, Calvino quem¨® a 500 personas por herej¨ªa.
P.?La conquista de Am¨¦rica ha sido descrita como un genocidio.
R.?Nadie sabe en realidad cu¨¢nta gente hab¨ªa, por lo que nadie sabe cu¨¢nta desapareci¨®. Hubo epidemias demoledoras y esa fue la principal raz¨®n. Pero el imperio tom¨® medidas, como el establecimiento de cuarentenas, y se levantaron muchos hospitales. Los espa?oles eran pocos y el imperio estaba lleno de gente. La imposici¨®n generalizada por la fuerza parece poco cre¨ªble y no hubiera perdurado. Se pact¨® con los pueblos ind¨ªgenas.
P.?Pero el imperio espa?ol tuvo sus miserias
R.?Absolutamente. Pero hay una percepci¨®n enga?osa. Los imperios perduran si son capaces de integrar a la gente. Si no, se resquebrajan r¨¢pidamente, como pas¨® con el imperio brit¨¢nico, el de Alejandro Magno o el de Napole¨®n. En cambio, el imperio espa?ol fue un milagro: 300 a?os de paz en un territorio de 20 millones de kil¨®metros cuadrados con gente diversa. Eso s¨ª, aqu¨ª todos pensando en los indios que murieron en Am¨¦rica mientras nadie se acuerda de los horrores de la ¨¦poca de Leopoldo II en Congo, la presencia de los ingleses en China o a la responsabilidad del imperio brit¨¢nico en la hambruna irlandesa¡ Por encima de eso hemos pasado de puntillas.
P.??C¨®mo se han protegido esas naciones de sus leyendas negras?
R.?No tienen leyenda negra porque nadie la ha creado. Hay un choque entre dos cosmovisiones en Europa. Una es la del mundo cat¨®lico. Tendemos a culparnos, por aquello de la responsabilidad que la moral cat¨®lica exige al individuo. El resto de las mentalidades europeas son duales, el bien y el mal, la luz y las tinieblas: uno es bueno porque existe un malo, que es el cat¨®lico. Lo asombroso es que la Europa cat¨®lica, que se ha visto perjudicada sistem¨¢ticamente por esa versi¨®n de la historia, la acepte como verdad sin serlo.
P.??Levantar la autoestima de los espa?oles es una forma de enfrentarse a las aspiraciones independentistas actuales?
R.?En Espa?a hay un problema interno. Creo que si se dividiera en trozos, a las distintas partes les iba a ir peor. Pero que los pa¨ªses del sur de Europa est¨¦n divididos beneficia al norte. ?Qu¨¦ nos habr¨ªa pasado en la crisis de deuda si el pa¨ªs hubiese estado dividido? Nos habr¨ªamos convertido en un protectorado de Alemania. Los ingleses se han ido para evitar la hegemon¨ªa alemana. Lo pol¨ªticamente correcto ahora es decir que les va a ir mal. Pero eso est¨¢ por demostrar. Estoy a favor de la UE, pero no de cualquier modo. Lo que debilita al sur es un mal negocio para nosotros.
P.?Bueno, en Espa?a hemos ido de pelotazo en pelotazo y nos hemos endeudado m¨¢s de lo aconsejable.
R.?En Italia tambi¨¦n, pero no les ha pasado tanta factura. En las mismas condiciones de endeudamiento, las primas de riesgo son mayores para Espa?a. Mientras, Alemania, que nunca ha pagado sus deudas, se convierte en el destino del dinero de todo el mundo. El pensamiento en el mundo financiero es que los pa¨ªses del norte son cumplidores, laboriosos y exigentes. Los del sur, en cambio, son corruptos, vagos, malos socios y malos pagadores. Son los PIGS: Portugal, Italia, Grecia y Espa?a. F¨ªjese qu¨¦ armon¨ªa. Todos pa¨ªses no protestantes de Europa. Es pura y simplemente racismo.
P.?Parece que los culpables de los problemas de Espa?a sean los dem¨¢s.
R.?No del todo, claro. Pero conviene saber que el cotarro internacional que crea y destruye opini¨®n p¨²blica se maneja muy bien desde el mundo protestante. Los pa¨ªses que no lo son lo manejan fatal. Y eso influye. Todav¨ªa existe la idea de que en Espa?a no se trabaja y que nos echamos la siesta, pero luego las estad¨ªsticas muestran que es uno de los pa¨ªses que m¨¢s horas trabaja.
P.?La refutaci¨®n de la leyenda negra fue utilizada por Primo de Rivera y Franco para defenderse de las cr¨ªticas que ven¨ªan desde el exterior.
R.?No creo que la influencia del franquismo sea determinante en este tema. La construcci¨®n de la leyenda negra viene de mucho antes. Se ve perfectamente ya en todos los autores del XVIII.
P.?Unamuno pas¨® de decir que Espa?a era ¡°la naci¨®n m¨¢s denostada de la historia¡± a asegurar que sufr¨ªa ¡°man¨ªa persecutoria¡±.
R.?La generaci¨®n del 98 est¨¢ lastrada por unas circunstancias hist¨®ricas que no supieron afrontar. Pero aquello fue una p¨ªldora muy amarga. Dej¨® una costra que hay que levantar.
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