El Oteiza cin¨¦filo: ¡°El suspense de Hitchcock distrae¡±
Un libro re¨²ne las reflexiones y anotaciones en los m¨¢rgenes del escultor del vac¨ªo apasionado del cine y de la literatura
Jorge Oteiza, el escultor de la oquedad, el artista obsesionado con el vac¨ªo y desocupar el espacio, no dejaba ni un espacio en blanco en sus libros. Los llenaba todos de anotaciones, reflexiones, bosquejos para el guion de una futura pel¨ªcula que nunca se llegar¨ªa a realizar. El gran escultor guipuzcoano (Orio, 1908; San Sebasti¨¢n, 2003) fue un lector voraz y un cin¨¦filo empedernido. Cuando en 1963 decidi¨® dejar definitivamente su carrera como escultor (seis a?os antes hab¨ªa ganado el primer premio de la Bienal de S?o Paulo) porque consideraba que su discurso creativo en esa disciplina se hab¨ªa agotado y no ten¨ªa nada m¨¢s que aportar, se entreg¨® a otras de sus pasiones: la poes¨ªa, la literatura, el cine... Su biblioteca, con m¨¢s de 10.000 vol¨²menes, es una prueba de ello, as¨ª como el incontenible caudal que dej¨® a pie de p¨¢gina en los libros y tambi¨¦n en libretas, en invitaciones de exposiciones e incluso en servilletas.
Ahora, el festival de cine documental Punto de Vista, que se celebra en Pamplona, acaba de reunir en un volumen esos fragmentos de pensamiento de uno de los genios de la escultura del siglo XX en Espa?a, que asist¨ªa regularmente al cine club Ir¨²n y despu¨¦s escrib¨ªa la consiguiente cr¨ªtica de la pel¨ªcula para s¨ª mismo.
Oteiza al margen es el significativo t¨ªtulo de la obra presentada este jueves en Pamplona por su autor Oskar Alegr¨ªa, director adem¨¢s del certamen, que se celebrar¨¢ del 6 al 11 de marzo. La obra ha sido publicada por el Gobierno navarro en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Museo Jorge Oteiza, de donde de proceden los fondos investigados.
¡°Parec¨ªa que de Oteiza quedaba poco por descubrir. Pero hay un Oteiza escondido, refugiado, al margen, por el que entras por una nueva ventana. Son notas muy interesantes de su pensamiento. Se habla a s¨ª mismo, no ante la galer¨ªa. Propone ideas, apunta proyectos futuros. Es un privilegio maravilloso asistir al debate que plantea sobre el tiempo y el espacio a prop¨®sito del relato de Borges El tiempo¡±, explica Alegr¨ªa por tel¨¦fono a EL PA?S.
El artista dej¨® ilustraciones en los m¨¢rgenes de un volumen de Mallarm¨¦, anotaciones en otro de Nietzsche, de Ignacio de Loyola, de Le Corbusier... Y son numerosas las referencias al cine. Solo escribi¨® un guion completo para un largometraje, el experimental Acte¨®n, dirigido en 1967 por Jorge Grau. Pero Oteiza se enoj¨® tanto con el resultado que pidi¨® que su nombre fuese retirado de los t¨ªtulos de cr¨¦dito. ¡°Yo he sido escultor en el cine¡±, afirmaba.
Lo intent¨® en el cine, pero su ¡°idea se perd¨ªa en otras manos¡±, apunta Alegr¨ªa. ¡°El cine precisaba sobre todo entonces de muchos t¨¦cnicos y ¨¦l necesitaba soledad; era individualista creando. Abogaba por un cine del instante. Sol¨ªa decir: ¡®Cuando el cine mejore t¨¦cnicamente, que me avisen¡±, a?ade.
Un Herzog vasco
Se mostraba cr¨ªtico con el cine de Alfred Hitchcock. ¡°Dec¨ªa que su suspense distrae y no es suspense. Se dedica a distraer. Jean Cocteau, por ejemplo, tampoco le convenc¨ªa¡±, relata el director del certamen.
Respetaba a Luis Bu?uel, pero su inter¨¦s se centraba m¨¢s en el cine del ruso Sergei Eisenstein o en las pel¨ªculas vanguardistas del granadino Jos¨¦ Val del Omar. A prop¨®sito de Aguirre, la c¨®lera de Dios, de Werner Herzog, el artista incide en la relaci¨®n entre Aguirre y el tambi¨¦n conquistador Pedro de Urs¨²a, en cuyo asesinato en 1561 particip¨® aquel, y anota: ¡°Hay un momento de especial significaci¨®n para el vasco, que le sale por casualidad [al director] y que nadie admite: es cuando herido en el suelo Urs¨²a, Lope le manda al indio que toque su flauta p¨²nica. Queda con sus proscritos Lope y la c¨¢mara enfoca el rostro tambi¨¦n de Urs¨²a. La m¨²sica entendemos nosotros que une a los dos vascos en el encuentro de su Tierra. Tendremos que hacer nosotros esta pel¨ªcula que ha quedado para los vascos sin hacer (...)¡±
No lleg¨® a dedicarse al cine, pero s¨ª rod¨® en los a?os sesenta pel¨ªculas en S¨²per 8. En una de ellas plasm¨® el paisaje de Aranzazu. En el festival Punto de Vista se proyectar¨¢n estos filmes, junto a otros en que el gran escultor fue protagonista u objeto de inspiraci¨®n dentro del ciclo Oteiza, cineasta sin cine.
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