Hacienda impide varias giras exteriores de las compa?¨ªas art¨ªsticas p¨²blicas
Los recortes en Cultura obligan a ballets, grupos de teatro y orquestas estatales a rechazar actuaciones e invitaciones internacionales por no afrontar gastos u horas extra
¡°?Marca Espa?a? ?De qu¨¦ nos hablan?¡±. La reacci¨®n ¡ªo queja, m¨¢s bien¡ª resulta muy com¨²n entre los directores de los ballets, las compa?¨ªas de teatro estatales o la Orquesta Nacional. Todas las formaciones art¨ªsticas p¨²blicas dependientes del Instituto Nacional de Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (Inaem), a su vez subordinado al Ministerio de Cultura, han tenido que renunciar en los ¨²ltimos dos a?os a grandes invitaciones con los gastos pagados para visitar diversos pa¨ªses por culpa de los recortes y la reducci¨®n de horas extra (que esos viajes acarrear¨ªan) a un m¨¢ximo de 60 por a?o. Sus movimientos est¨¢n absolutamente fiscalizados por una funcionaria perteneciente a Hacienda que trabaja en Cultura. A las implacables imposiciones de ahorro se unen las trabas que suponen unos convenios poco flexibles e inadecuados para el sector,?seg¨²n critican responsables de las distintas unidades de producci¨®n del Inaem.
Estos directivos se reunieron recientemente con el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, para exigir soluciones. Urgentes. Le expusieron la situaci¨®n derivada de la fiscalizaci¨®n, de los recortes o de la imposibilidad de afrontar salidas por la obligaci¨®n de no sobrepasar las 60 horas extra al a?o.
El Ballet Nacional, dirigido hoy por Antonio Najarro, ha renunciado, por ejemplo, a visitar T¨²nez, Bosnia, Chipre, M¨¦xico, Abu Dhabi o Canad¨¢. Solo puede afrontar una salida transatl¨¢ntica al a?o y pierde con ello numerosas oportunidades. ¡°Estamos, por culpa de esos recortes o por problemas de un convenio, el de 1998, que debe reformarse ya, a un 50% de nuestras posibilidades. No tiramos la toalla. Jam¨¢s. Pero lo triste es que trabajamos solamente lo que podemos, lo que nos dejan. No lo que querr¨ªamos y estar¨ªamos dispuestos¡±, afirman tanto ¨¦l como la directora adjunta del ballet, Gachi Pisani.
Algo parecido sucede con la Compa?¨ªa Nacional de Danza. Su responsable, Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez, explica que programa ¡°un 30% menos de funciones¡± de las que est¨¢n capacitados a hacer.
Una ¨²nica salida
Tanto ellos dos como los directores del Centro Dram¨¢tico Nacional, Ernesto Caballero, la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, Helena Pimenta, el Centro Nacional de de Difusi¨®n Musical, Antonio Moral, o los directores t¨¦cnicos de la Orquesta Nacional, F¨¦lix Alcaraz, y art¨ªstico del teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, tambi¨¦n consultados por EL PA?S, pidieron de forma un¨¢nime una soluci¨®n a Benzo.
Ellos, como el resto de sus colegas en el Inaem ¡ªque consta de 14 unidades¡ª, proponen como salida m¨¢s realista una ley de autonom¨ªa propia similar a la que rige el Prado, el Teatro Real, el Reina Sof¨ªa y ahora tambi¨¦n la Biblioteca Nacional. ¡°Es la ¨²nica soluci¨®n¡±, coinciden Bianco, Moral, Caballero, Mart¨ªnez, Najarro y Alcaraz.
Montserrat Iglesias, directora general del Inaem, asegura que desde el ministerio est¨¢n tratando de ofrecer soluciones. En la secretar¨ªa de Estado afirman que reforzar¨¢n su estructura para consolidarlo como uno de los referentes indispensables de la cultura espa?ola. Y se muestran satisfechos con un aumento de p¨²blico del 9% en 2016. Entonces se pusieron en marcha 221 espect¨¢culos con un 85% de ocupaci¨®n. El presupuesto del organismo tambi¨¦n subi¨®, un 15%, por lo que este a?o dispone de 149,9 millones. Aunque, desde 2009, sus fondos se han reducido en un 40%.
Todos los responsables confirman la buena disposici¨®n dentro del Inaem, seg¨²n ellos, muy consciente del panorama. Los problemas, aseguran, vienen de otras partes: por un lado, de la pol¨ªtica de asfixia impuesta por Hacienda y por otro, por los convenios anquilosados que impiden la flexibilidad propia de estos espect¨¢culos. Pero, adem¨¢s, en la negativa, tambi¨¦n impuesta por Hacienda, de disponer de los recursos que generan por ingresos propios de entradas. ¡°Eso nos impide mucha libertad de acci¨®n¡±, comenta Antonio Moral. ¡°Si nosotros dispusi¨¦ramos del mill¨®n de euros que generamos en taquilla, har¨ªamos mucho m¨¢s¡±.
Todo esto conlleva, adem¨¢s, un deterioro de su imagen internacional: ¡°Se nos acaban las excusas para no aceptar invitaciones. Pero adem¨¢s, corremos el riesgo de que no nos las vuelvan a extender desde teatros, festivales y plataformas muy importantes. Con todo el da?o que eso supone para nuestro prestigio y la buena imagen que podr¨ªamos ofrecer de nuestro arte y nuestra cultura en el exterior¡±, aseguran Pisani y Najarro en el Ballet Nacional.
En el Centro Dram¨¢tico Nacional (CDN) tambi¨¦n han dejado de atender ofrecimientos importantes, admiten su director, Ernesto Caballero y su adjunto, F¨¦lix Murcia. ¡°De China, Rusia, Europa¡ As¨ª no podemos seguir funcionando, los tr¨¢mites para conseguir seg¨²n qu¨¦ permisos llegan al surrealismo¡±, tercia Bianco. Y lo hace con conocimiento de causa, pues goz¨® de una mayor flexibilidad cuando era director t¨¦cnico del Teatro Real o responsable del Arriaga, en Bilbao, ambos regidos por fundaciones con autonom¨ªa propia.
Varios de los consultados se?alan que resulta ¡°humillante¡± la ¡°mera actitud de sospecha¡± por parte de Hacienda con algunos de sus gastos cotidianos o imprevistos.
La recurrente guerra contra Montoro
En las dos ¨²ltimas legislaturas ha sido constante el enfrentamiento entre los responsables de los ministerios de Cultura y Hacienda. No es una batalla frontal en el Consejo de Ministros, pero s¨ª entre los respectivos cargos y funcionarios en todas las escalas. El anterior secretario de Estado de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, la azuz¨® en varios frentes. El actual, Fernando Benzo, y el ministro, ??igo M¨¦ndez de Vigo, la heredan.
Varios asuntos que no han quedado resueltos en gran parte por la actuaci¨®n de Montoro y su ministerio. El primero es el IVA cultural. El sector reclama su bajada: un 21% resulta inimaginable en Europa. La negativa de Montoro suena a empecinamiento. Otro cap¨ªtulo es la ley de mecenazgo, una ambiciosa transformaci¨®n que se qued¨® en raqu¨ªtica reforma fiscal, impuesta por Hacienda.
Los recortes, respondidos desde el mundo cultural, no cesan. La fiscalizaci¨®n, con funcionarios de Hacienda sentados en el Ministerio de Cultura, se vive casi como una provocaci¨®n. El cierre fiscal ¡ªdebido a las imposiciones de Bruselas¡ª se present¨® de sorpresa en julio e impidi¨® que se liberaran fondos para los premios nacionales, entre ellos el Cervantes, en el a?o que se conmemoraba la muerte del escritor. Finalmente, cay¨® la restricci¨®n, pero aquello colm¨® el vaso. La guerra contin¨²a ahora en torno a las compa?¨ªas de teatro, danza y m¨²sica estatales. ?Ser¨¢ capaz M¨¦ndez de Vigo de ablandar la f¨¦rrea austeridad ¡ªvenganza en opini¨®n de algunos¡ª que propugna Montoro?
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