Carlos Garaicoa ¡®pisa¡¯ sobre la identidad de las ciudades
El artista cubano expone tres monumentales piezas en el Azkuna Zentroa de Bilbao
En Bilbao, ya se sabe, hasta las baldosas de la calle son fuente de orgullo. Consciente de ello, el artista cubano Carlos Garaicoa (La Habana, 1967) ha incluido unas cuantas en la pieza Sin t¨ªtulo / Alcantarillas (2014), que abre la exposici¨®n Epifan¨ªas urbanas en la sala de exposiciones de Azkuna Zentroa en la capital vizca¨ªna (hasta el 14 de mayo). La obra, conocida por los fieles del artista cubano residente en Madrid, coloca tapas de alcantarilla alteradas de modo ir¨®nico, con mensajes entre el comentario pol¨ªtico y el situacionismo. ¡°Me gusta la idea de la plaza p¨²blica¡±, explica Garaicoa mientras pisa ese suelo trasplantado al centro cultural "por operarios del Ayuntamiento", seg¨²n la directora, Lourdes Fern¨¢ndez. "Las baldosas [con el dibujo de cuatro c¨ªrculos peque?os que brotan de uno mayor] me permit¨ªan apelar al contexto de Bilbao", cuenta Garaicoa. Una versi¨®n de esta obra se pudo ver en una muestra en el CA2M de M¨®stoles en 2014.
La pr¨¢ctica (reflexi¨®n urbana m¨¢s gui?o a la ciudad en la que se plantea) se repite en Partitura (2016), la monumental pieza central de la exposici¨®n, producida para la ocasi¨®n por el centro cultural bilba¨ªno y que el artista ha empleado como "un pretexto para huir de las paredes". En ella, m¨²sicos callejeros de Bilbao y Madrid tocan su parte, que puede escucharse individualmente en tabletas colocadas en unos 40 atriles. Cada cual va a lo suyo (desde tocar Bach a jazz gitano), hasta que en momentos determinados toman protagonismo en un conjunto arm¨®nico que se reproduce por unos altavoces y se proyecta en el centro de la sala, ante el podio de un director de orquesta.
La pieza, para la que ha contado con el trabajo compositivo de su compatriota Esteban Puebla, y la interpretaci¨®n al clarinete de su esposa, Mah¨¦ Marty, se completa con una serie de partituras con dibujos abstractos de Garaicoa que ¡°recuerdan a Kandinsky y Paul Klee¡±. ¡°Llevaba esta idea en mi cabeza unos 11 a?os¡±, explica. ¡°Estuvo a punto de hacerse realidad en un encargo truncado de la Pinacoteca de S?o Paulo. Mi vinculaci¨®n con la m¨²sica es grande tanto por motivos afectivos como por mis amistades con muchos jazzistas cubanos. Me interesa el gremio marginal de los m¨²sicos callejeros. Aunque muchas veces no les prestamos atenci¨®n, ellos son los que ponen la banda sonora a los barrios¡±.
La idea de deriva callejera que inspira Partituras se repite en la siguiente sala en la tercera de las piezas: Fin de silencio (2010), variante de una obra que vio la luz en una exposici¨®n en el Matadero de Madrid. Se trata de una serie de tapices de grandes dimensiones que reproducen alterados nombres de tiendas de La Habana de los a?os 40 y 50 que el visitante es invitado a pisar descalzo.
Azkuna Zentroa completa su gran momento cubano con la exposici¨®n de la obra de dos artistas j¨®venes participantes en el programa Amphitryon de residencias cruzadas: Taxio Ardanaz (Pamplona, 1978) y Leandro Feal (La Habana, 1986). El primero aprovech¨® su estancia en Cuba para registrar los vestigios monumentales de la Revoluci¨®n y convertirlos en inspiraci¨®n de una serie de pinturas y de una pel¨ªcula que estar¨¢ terminada en mayo.
El segundo ofrece un trabajo de fotograf¨ªa en blanco y negro que documenta, con t¨¦cnicas propias de los paparazis, el convulso 2016. Un a?o lleno de promesas de deshielo en el que la isla fue tomada por un ej¨¦rcito de estrellas del rock como Rolling Stones, gentes de la moda convocadas para el desfile de Chanel y otras celebridades ansiosas por vivir de prestado un momento hist¨®rico.
Babelia
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