¡°Los libros me han ayudado a estar menos solo¡±
Los editores de Demipage cuentan c¨®mo ha ido creciendo la editorial en 15 a?os
Siempre que me monto en una bicicleta me acuerdo de la editorial Demipage. Es algo inmediato e inconsciente. Viene a mi mente el logo que concibieron unos tipos que llevan 15 a?os a los pedales, como los mejores corredores de fondo. Los l¨ªderes de ese pelot¨®n subido al veloc¨ªpedo literario son David Villanueva, un editor que iba para arquitecto y coleccionaba a?os de experiencia en grandes editoriales; y Manuel Gued¨¢n, que lleg¨® a la editorial a trav¨¦s de una curiosa historia: ¡°Yo no hab¨ªa sido nunca editor, s¨®lo daba unas clases de literatura. Siempre he sido muy franc¨®filo y present¨¦ una novela a Demipage. David me llam¨® y me dijo que fuera a la editorial. Lo primero que me dijo es que no quer¨ªa la novela pero que me quedara a comer. Empezamos a hablar y confi¨® en m¨ª para acompa?arle en este proyecto¡±.
La editorial, que naci¨® en el a?o 2003, se llam¨® Demipage, que en franc¨¦s quiere decir "media p¨¢gina": ¡°Me gustaba ese nombre porque nos daba toda la libertad del mundo para hacer garabatos en esa p¨¢gina vac¨ªa hasta conseguir hacer un libro de verdad. Esa ha sido siempre nuestra intenci¨®n: mantenernos al margen para hacer lo que nos diera la gana¡±, explica Villanueva. No esconden que el comienzo fue lo m¨¢s parecido a una traves¨ªa en el desierto. En aquella ¨¦poca, antes de la eclosi¨®n de las peque?as editoriales, todo lo dominaban los grandes grupos y nadie comprend¨ªa el proyecto Demipage: ¡°Hac¨ªamos un libro muy artesanal. Era todo blanco y se ensuciaba con facilidad. Los distribuidores y libreros se quejaban y pensaban que no ¨ªbamos a resistir el paso del tiempo. Luego, esa est¨¦tica se ha convertido en nuestra marca¡±, explica Villanueva.
El editor pensaba que su oficio tendr¨ªa cierto halo rom¨¢ntico: estar en casa tranquilo leyendo los libros que publicaba, admirando el trabajo de los dem¨¢s, yendo a ferias internacionales, visitando librer¨ªas... todo eso era cierto, menos lo de la tranquilidad. Un oficio que David comparte con el de la m¨²sica, algo que en determinados momentos le ha causado ciertas controversias: ¡°Al principio me daba mucho respeto decir que era m¨²sico porque nos hab¨ªamos ganado ya un cierto renombre editorial. Me daba pudor salir como un hombre orquesta que hac¨ªa un mont¨®n de cosas, pero al final todo ha ca¨ªdo por su propio peso y se ha ido combinando de modo natural¡±.
Al principio sacaron libros por gusto y aprendizaje mientras hac¨ªan otras tareas para vivir. Ahora la editorial les da de comer. Es por ello por lo que, como afirma David, ¡°las alegr¨ªas las tienes que administrar bien para ¨¦pocas m¨¢s complicadas¡±. Los obst¨¢culos con los que se encuentran ahora son los mismos que cuando empezaron: ¡°Somos una peque?a empresa que quiere dar a conocer algo que no existe hasta que t¨² lo ense?as. Y una infraestructura peque?a siempre crea problemas¡±. Las ventajas, por el contrario, son extraordinarias: ¡°Tenemos un trabajo humano que realizamos con libreros y vendedores, con prensa y autores, creando unos lazos que son muy parecidos a los que tienes con amigos y miembros de la familia. Tienes percances y roces, todo lo que sucede es tr¨¢gico y dram¨¢tico. Para lo bueno y lo malo, este oficio tiene un tinte humano que siempre le da m¨¢s valor¡±.
Adem¨¢s de autores franceses cl¨¢sicos como Jean Cocteau, Marguerite Duras o Marcel Schwob, hay un par de autores espa?oles muy especiales para la editorial. El primero de ellos es F¨¦lix Francisco Casanova, conocido como el Rimbaud canario, que muri¨® con apenas 19 a?os y en extra?as circunstancias. Todo un mito se ha generado a su alrededor y Casanova ya es, sin duda, uno de los orgullos de Demipage: ¡°En los pr¨®ximos meses sacaremos todas sus obras completas, despu¨¦s de haber publicado la novela El don de Vorace o el diario Yo hubiera o hubiese amado¡±. Otro de los libros que marc¨® un punto de inflexi¨®n y puso a la editorial en el mapa fue el libro de Antonio Vega. ?Y si pongo una palabra? es un libro que re¨²ne sus letras m¨¢s conocidas. Fue supervisado por ¨¦l mismo en una edici¨®n muy particular: ¡°Yo conoc¨ª a Antonio y ten¨ªamos una relaci¨®n muy bonita de amistad y musical. Ten¨ªamos todo preparado para este lanzamiento despu¨¦s de mucho tiempo que Antonio no hab¨ªa hecho nada. Hab¨ªa much¨ªsima expectaci¨®n y d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n del libro, Antonio se muri¨®. As¨ª pues, todo lo que hab¨ªamos preparado como acercamiento literario a su obra, se diluy¨®¡±, explica Villanueva, que recuerda el gran caos en la editorial con toda la prensa, la radio, la televisi¨®n y los libreros pidiendo informaci¨®n sobre lo que fue su ¨²ltimo trabajo.
Adem¨¢s de estos dos nombres propios en Demipage destacan los llamados 'libros antol¨®gicos'. Tras Diez bicicletas para treinta son¨¢mbulos (un compendio de relatos escritos por treinta personas vinculadas a la editorial -Antonio Mu?oz Molina, Santiago Auser¨®n, Luis Eduardo Aute o Fernando Aramburu- y con un denominador com¨²n: el relato deb¨ªa ser original y deb¨ªa mencionar en alg¨²n momento una bicicleta) y Disculpe que no me levante (22 cuentos de escritores latinoamericanos ¨CRichard Parra, Liliana Colanzi, Selva Almada o Carlos Labb¨¦, entre otros- con una tem¨¢tica com¨²n: la muerte), acaban de publicar Drogadictos (una antolog¨ªa de doce cuentos con los opi¨¢ceos y la literatura como ejes transversales a prop¨®sito de los cuales escriben autores como Sara Mesa, Marta Sanz, Jos¨¦ Ovejero o Lara Moreno e ilustra de modo inquietante Jean-Fran?ois Martin).
Por si todo esto no fuera suficiente, Gued¨¢n y Villanueva dirigen desde hace tres a?os la revista Buensalvaje, una cabecera peruana que conocieron en una feria literaria y que ahora editan para Espa?a: ¡°La revista es gratuita y lo hacemos sin tener que esperar resultados. Tiramos 10.000 ejemplares que se agotan en dos semanas. Hace falta, eso s¨ª, que la gente se suscriba. No tiene publicidad de grandes grupos editoriales ni de librer¨ªas. Y hay una especificidad con respecto a la que se hace en Per¨², M¨¦xico o EEUU: tambi¨¦n hablamos de m¨²sica y de cine¡±, confirma Gued¨¢n.
¡°?Que si creo en los libros?¡±, se cuestiona Gued¨¢n. ¡°Bueno, a una pregunta tan amplia solo puedo responder desde lo personal: los libros me han ayudado a estar menos solo porque tienen la capacidad de socializar, de compartirlos. Es una manera de dejar de ser uno mismo y establecer di¨¢logos con otros que tienen otro modo de pensar¡±. El ¨²nico problema de las bicicletas, les digo antes de irme, es que no puedes leer si te subes en ellas.
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