Talking Heads, el grupo que hizo de lo normal algo extravagante
La reedici¨®n expandida de su ¨¢lbum de debut en 1977 ampl¨ªa el campo de visi¨®n sobre lo que ya eran entonces: cuatro intelectuales conspirando acerca de c¨®mo deb¨ªa sonar el rock del ma?ana
Cuando debutaron en el CBGB, en junio de 1975, nadie los habr¨ªa tomado por un grupo de rock. La banda estaba compuesta por dos hombres y una mujer ¡ªvestidos con polos, camisas convencionales, con el pelo corto, bien peinado¡ª que hablaban lo justo entre canci¨®n y canci¨®n. Eran tan premeditadamente normales que al final pasaron a ser el grupo m¨¢s extravagante de la promoci¨®n de la que tambi¨¦n salieron Patti Smith, Blondie y Television. Talking Heads no se parec¨ªan a los grupos de rock que hab¨ªa hasta entonces. Y no era solamente su imagen, su estilo tambi¨¦n era an¨®malo. La secci¨®n r¨ªtmica sufr¨ªa varias transformaciones dentro de un mismo tema a la vez que incitaba al baile. Las guitarras, claras, limpias, se mov¨ªan con intuici¨®n aritm¨¦tica. Y las letras, que sublimaban lo cotidiano, estaban interpretadas por alguien que, tal y como escribi¨® Ed McCormack en Rolling Stone, cantaba ¡°como lo habr¨ªa hecho Tony Perkins si Psicosis hubiese sido un musical¡±.
El novelista Dave Eggers ten¨ªa 12 a?os cuando un amigo le prest¨® un casete que conten¨ªa el primer ¨¢lbum de Talking Heads. Acostumbrado a o¨ªr a Billy Joel y John Denver en la radio, pens¨® que ¡°la gente que cantaba aquello estaba loca¡±. La canci¨®n de Talking Heads: 77 que m¨¢s le trastorn¨® fue ¡®Don¡¯t Worry About The Government¡¯, una celebraci¨®n de los atributos de la vida moderna escrita desde una inquietante fascinaci¨®n: ¡°Mi edificio tiene todas las ventajas / Me har¨¢ la vida m¨¢s f¨¢cil / Ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil hacer las cosas / Me relajar¨¦ con mis seres queridos / Mis seres queridos, mis seres queridos visitan el edificio / Toman la autopista, aparcan y suben a verme / Yo estar¨¦ trabajando, trabajando, pero si vienes a verme / Dejar¨¦ lo que est¨¦ haciendo, mis amistades son importantes¡±. ¡°Sigue siendo una de las letras m¨¢s extra?as que haya cantado nadie¡±, escribi¨® Eggers en un peque?o ensayo sobre la banda.
David Byrne, Chris Frantz y Tina Weymouth se conocieron en la Escuela de Dise?o de Rhode Island. Quer¨ªan ser artistas, pero terminaron siendo m¨²sicos que hac¨ªan canciones desde la perspectiva de un artista. ¡°La canci¨®n pop es un medio muy eficiente y efectivo para transmitir ideas¡±, escribieron en un manifiesto. ¡°Algunos t¨¦rminos que la banda espera que se asocien a su imagen son: sinceridad, honestidad, intensidad, sustancia, integridad y diversi¨®n¡±. Esa notable desviaci¨®n de la norma que fueron en su momento Talking Heads ratifica tambi¨¦n la teor¨ªa de que, en lo musical, el punk fue un movimiento meramente continuista. El cambio real lleg¨® con el pospunk, y probablemente, los primeros en indicar el camino a seguir fueron ellos al repensar muchos de los c¨®digos habituales en el rock. Lo hicieron al plasmar el ritmo espasm¨®dico de ¡®Who Is It?¡¯, o con ¡®Tentative Decisions¡¯ y la espiral r¨ªtmica que de repente pasa a ser una marcha militar para luego mutar de nuevo a funk blanco.
El m¨²sculo r¨ªtmico fue uno de los grandes dones de Talking Heads y parte de ese m¨¦rito recae en Tina Weymouth, una pionera que conforma el n¨²cleo de mujeres que, a partir de 1976, demostraron que pod¨ªan tocar los mismos instrumentos que los hombres y ser tan innovadoras como cualquiera de ellos. Desde el primer instante, su instrumento puso de relieve las influencias de la m¨²sica negra que ten¨ªan los tres. La amenazadora l¨ªnea de bajo que nos introduce en ¡®Psycho Killer¡¯ est¨¢ claramente inspirada en la de ¡®Play Something Sweet¡¯, un tema grabado en 1973 por Sylvester cuando a¨²n iba acompa?ado por la Hot Band. ¡°Lo que nos diferencia de los grupos punk es que a nosotros nos gusta KC & The Sunshine Band y Funkadelic¡±, dijo Chris Frantz en 1977.
Hab¨ªan sacado un sencillo a la venta ¡ªesa fiesta de candor y extra?amiento que es ¡°Love Goes To Building On Fire¡±¡ª y ya se dispon¨ªan a grabar su primer ¨¢lbum cuando convencieron a Jerry Harrison de que se les uniera (se dice que antes de eso, lo hab¨ªan intentado con Arthur Russell). Harrison aparc¨® su carrera de arquitectura y enriqueci¨® el sonido del grupo con su teclado y una segunda guitarra. ¡°Si tenemos ¨¦xito ser¨¢ porque somos un grupo original, y nuestra originalidad se har¨¢ popular¡±, le dijo al cr¨ªtico John Rockwell poco despu¨¦s de sumarse a la formaci¨®n.
La secci¨®n r¨ªtmica sufr¨ªa varias transformaciones dentro de un mismo tema a la vez que incitaba al baile. Las guitarras, claras, limpias, se mov¨ªan con intuici¨®n aritm¨¦tica
Durante los siguientes tres a?os, Talking Heads perturbaron el lenguaje del pop por medio de una evoluci¨®n pasmosa. En su primera gira brit¨¢nica conocieron a Brian Eno y la conexi¨®n fue inmediata. Trabaj¨® con ellos como productor en los siguientes tres ¨¢lbumes, entre los cuales figuran sus obras cumbre: Fear Of Music (1979) y Remain In Light (1980). Jonathan Demme los film¨® en concierto y la pel¨ªcula resultante, Stop Making Sense ¡ªrecientemente reestrenada por su 40? aniversario¡ª, les confiri¨® esa popularidad que vaticinaba Harrison. Su influjo se detecta en bandas como Radio Futura, Franz Ferdinand o Animal Collective, e incluso ha llegado al terreno del c¨®mic con Si bail¨¢is, entender¨¦is mejor las letras (ECC), del madrile?o Lorenzo Montatore.
En Talking Heads: 77 la originalidad de los planteamientos del cuarteto ya es manifiesta. La reedici¨®n superdeluxe del ¨¢lbum ampl¨ªa el campo de visi¨®n de lo que el grupo era ya entonces. Aporta maquetas y tomas alternativas que reflejan algunas encrucijadas (por ejemplo, la tensi¨®n entre lo popular y lo experimental que los acompa?¨® hasta 1984), entre ellas dos versiones alternativas de ¡®Psycho Killer¡¯ ¡ªuna con el propio Russell al chelo¡ª, el tema que les dio visibilidad. Hay tambi¨¦n un concierto registrado en el CBGB en oto?o de 1977, cuando su debut sali¨® a la venta, en el que exhiben su particular y dislocada disciplina sonora. Los chicos y la chica que parec¨ªan inocentes estudiantes universitarios eran en realidad cuatro intelectuales conspirando acerca de c¨®mo deb¨ªa sonar el rock del ma?ana. M¨²sica para el cuerpo y la mente cuyo significado, como dice el tebeo de Montatore, se entiende mejor si se baila.
Talking Heads: 77 (Superdeluxe Edition)
Warner
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