El algoritmo decide el precio de tu entrada de cine
Tres multisalas de Mil¨¢n aplican con ¨¦xito un sistema de venta con tarifas din¨¢micas en funci¨®n de decenas de factores como la meteorolog¨ªa o el reparto ?Espa?a podr¨ªa importar la idea?
El impulso cerebral que levanta a un individuo aburrido en su sof¨¢ de casa y lo empuja a la calle hasta la puerta de una sala de cine est¨¢ compuesto de decenas de factores. Si se recopilan adecuadamente, pueden formar un patr¨®n que establezca el precio de la entrada. Por ejemplo, ?tiene sentido que ver una pel¨ªcula cuya producci¨®n ha costado 300 millones de euros valga lo mismo que una de 10? O, si ese d¨ªa llueve, ?el precio de una confortable y c¨¢lida butaca al resguardo del agua deber¨ªa ser m¨¢s alto o m¨¢s bajo? De esta cuesti¨®n se ocupa a la inteligencia artificial aplicada a la taquilla del cine. Un sistema revolucionario que ya se ha empezado a utilizar en el cine Plinius, en el centro de Mil¨¢n, con el resultado de una mejora de hasta un 15% en el despacho de entradas y de un 105% en la compra online.?
El algoritmo, dise?ado por la empresa italiana Dynamitick, tiene en cuenta hasta 40 variables relacionadas con el reparto, el director, el g¨¦nero, la meteorolog¨ªa de la jornada (los d¨ªas de lluvia la venta crece hasta un 30%) y el detalle hist¨®rico de ventas de cada sala cruzado con las pel¨ªculas que ha proyectado. Un sistema inspirado en la industria de viajes que ya se ha extendido a otras tres exhibidoras y planea hacerlo por toda Italia. El experimento empez¨® implant¨¢ndose un d¨ªa a la semana, luego se extendi¨® a todos los laborables, cuando la taquilla suele caer m¨¢s.
La ocupaci¨®n de las salas de cine italianas ha pasado malos tiempos. Cada espectador acude a ver una pel¨ªcula solamente 1,8 veces al a?o -dos en Espa?a-, a menudo repelido por el precio de la entrada. Aunque en 2016 subi¨® un 8,4% la asistencia hasta 112 millones de espectadores, seg¨²n el Observatorio Audiovisual Europeo. En todo caso, en el sistema aplicado por esta startup, el rango de precios va de 4 a 9 euros. ¡°Nosotros no vendemos un producto preconfeccionado, al contrario. Se alimenta de datos hist¨®ricos de la sala y de sus clientes¡±, se?ala Federico Quarato, CEO de Dynamitck.
Tarifas planas o cine bajo demanda
La ca¨ªda en picado de la asistencia a las salas durante los primeros a?os de la crisis agudiz¨® el ingenio para atraer de vuelta al p¨²blico. He aqu¨ª algunas de las principales iniciativas nacidas desde entonces:
P¨¢ginas web como Screen.ly y YouFeelm ofrecen cine bajo demanda: el usuario escoge una de las pel¨ªculas y las salas disponibles. Y si hay suficientes espectadores interesados, la proyecci¨®n se celebra.
La sala Full de Cornell¨¤ de Llobregat, entre otras, permite cambiar de pel¨ªcula si uno se arrepiente de su elecci¨®n: hay que salir de la sala antes de que haya transcurrido media hora, ense?ar la tarjeta cliente y se obtiene una nueva entrada.
Francia y Holanda llevan a?os con tarifas planas de cine. En ?msterdam, por ejemplo, la llamada Cineville card ofrece, por 19 euros al mes, acceso ilimitado a 12 salas de la ciudad. Ejemplos parecidos se han dado en Espa?a, en salas de Catalu?a y la Comunidad Valenciana.
En los cines Verdi y Conde Duque hay pases matinales dirigidos a los colegios, a precios reducidos: las opciones son las pel¨ªculas de su cartelera o las de la distribuidora A Contracorriente, due?a de las salas.
Varios taquillazos proponen adquirir la entrada mucho antes de su estreno, a trav¨¦s de la preventa on line, para evitar sorpresas de ¨²ltima hora y aforos llenos.
El problema, como suele suceder en la inteligencia artificial y el machine learning aplicado al consumo cultural, es que pueda llegar a crearse un entorno homog¨¦neo ¡ªconocido como filtro burbuja¡ª en el que solo triunfa lo reconocible o, en este caso, lo que mejor puede venderse. Quarato no cree que pueda llegar a darse esta suerte de darwinismo de consumo cultural. ¡°No queremos intervenir en la elecci¨®n de la pel¨ªcula, sino optimizar su venta. Cuando nosotros llegamos, el cine ya ha programado el filme. Pero no puedes vender al mismo precio dos pel¨ªculas que tienen un valor distinto. Estimular a la gente con los precios es llevarlas m¨¢s veces al cine¡±.
En Espa?a no se ha dado una iniciativa id¨¦ntica, pero muchos cines tienen iniciativas diversas para atraer al p¨²blico. Juan Ram¨®n G¨®mez Fabra, presidente de FECE (Federaci¨®n de Cines de Espa?a), la patronal de los exhibidores, cree m¨¢s en el trabajo diario: "Puede que tenga un tir¨®n singular en un momento determinado, pero no estoy de acuerdo cuando estamos hablando de grandes cifras. La gente volver¨¢ a los cines con precios competitivos -en Espa?a el precio medio del cine es de seis euros-, buenas salas limpias y de calidad tecnol¨®gica. Hay que captar al cliente con buen producto". Al resto G¨®mez Fabra lo califica de excepciones, y suelen enfadar al espectador. ?Incluso cuando Cinesa cobra un euro m¨¢s por ver el primer fin de semana los megataquillazos? "Claro, ?cu¨¢l es el criterio para que una pel¨ªcula sea m¨¢s cara que otra? ?Bajo qu¨¦ variable? Cada uno es due?o de sus decisiones empresariales".
Entre los creadores, hay distintas opiniones. Juan Cavestany, el director de Gente en sitios y Esa sensaci¨®n, habituado a batallar duramente para estrenar sus pel¨ªculas, lo califica de "truco que funciona por la novedad". "Me suena a invento publicitario, puede que tenga un sentido para alguien que busque el valor objetivo de lo que es entrar en una sala". Y con estas iniciativas Cavestany recuerda -"Me hace gracia el invento en plan cient¨ªfico loco"- al productor William Castle, promotor de pel¨ªculas de serie B, que invent¨® m¨²ltiples trucos (como sillones con un dispositivo que produc¨ªa peque?as descargas el¨¦ctricas en algunas secuencias) para publicitar sus filmes en los a?os sesenta. En cambio, Fernando Gonz¨¢lez Molina, que tiene en cartelera El guardi¨¢n invisible, lo ve de otra manera: "No me parece mal. Cada pel¨ªcula puede ser medida con indicadores distintos. Se parece a aquellas salas de reestreno, que eran m¨¢s baratas. Todo lo que sea animar la taquilla me interesa, y tambi¨¦n estoy de acuerdo con valorar las pel¨ªculas de forma no absoluta. Con entradas m¨¢s baratas a lo mejor entra m¨¢s gente a ver filmes indies". Este peri¨®dico intent¨® recabar sin ¨¦xito la opini¨®n de alg¨²n responsable tanto de Cinesa como de Yelmo Cines, las dos principales cadenas de exhibici¨®n de Espa?a.
Con informaci¨®n de Gregorio Belinch¨®n y Tommaso Koch.
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