Feminismo jud¨ªo
Pel¨ªcula coral de blanco sentido del humor, con una diversidad de historias familiares en paralelo de evidente poder emp¨¢tico
EL BALC?N DE LAS MUJERES
Direcci¨®n: Emil Ben-Shimon.
Int¨¦rpretes: Avraham Aviv Alush, Yafit Asulin, Orna Banai, Itzik Cohen.
G¨¦nero: tragicomedia. Israel, 2016.
Duraci¨®n: 96 minutos.
Que una pel¨ªcula en principio tan local como El balc¨®n de las mujeres pueda ejercer de s¨ªmbolo global de las desigualdades de g¨¦nero demuestra el largo camino que a¨²n queda por recorrer para su destierro total en no pocos ¨¢mbitos sociales, pol¨ªticos y religiosos de medio mundo. Alegor¨ªa cr¨ªtica en forma de comedia dram¨¢tica sobre la situaci¨®n de sumisi¨®n religiosa en el juda¨ªsmo ortodoxo, donde las mujeres ni siquiera pueden compartir la oraci¨®n con los hombres y lo hacen en un habit¨¢culo separado de la sinagoga, la ¨®pera prima de Emil Ben-Shimon se hace eco de la situaci¨®n de huida hacia atr¨¢s de ciertos cultos, donde algunos de los dirigentes religiosos m¨¢s j¨®venes parecen m¨¢s retr¨®grados que sus reformistas antecesores.
Pel¨ªcula coral de blanco sentido del humor, con una diversidad de historias familiares en paralelo de evidente poder emp¨¢tico, El balc¨®n de las mujeres a¨²na bien las situaciones individuales con el retrato com¨²n de una comunidad cualquiera; aqu¨ª jud¨ªa, pero tambi¨¦n v¨¢lida para otras religiones o sectores sociales en los que la voz de una autoridad que se sabe con poder y carisma para cambiar las cosas, aunque sea para desplazarlas un par de d¨¦cadas atr¨¢s, incluso un par de siglos atr¨¢s, ejerce de motor de arrastre. El guion de Shlomit Nehama, una mujer, aporta cari?o mientras huye del trazo grueso, intentando colocar al espectador, sobre todo a su principal objetivo, el jud¨ªo actual, en situaciones donde deba mirarse al espejo y tenga que decidir si se averg¨¹enza o no de s¨ª mismo. Y la puesta en escena de Ben-Shimon, ¨¢gil y trabajada, siempre sabe colocar el foco en la mirada m¨¢s adecuada de un encuadre plagado de gente.
Que El balc¨®n de las mujeres abogue por la caricia amable y no por el sopapo cr¨ªtico para despertar conciencias puede ser m¨¢s o menos criticable, pero lo absolutamente indudable es que mal tienen que ir las cosas en torno a la mirada inquisidora de la ultraortodoxia jud¨ªa para que las reclamaciones feministas de la pel¨ªcula est¨¦n dirigidas no a la conquista de nuevos logros sino, al menos, al mantenimiento de un papel de segunda fila y que este no vaya a peor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.