Rendir cuentas a la vida
Abraham B. Yehoshua retoma el tema de la familia en 'La figurante', novela sobre una arpista que vuelve a Israel contra su voluntad tras quedar su madre viuda
Abraham B. Yehoshua se dio a conocer en Espa?a con la traducci¨®n de una novela excepcional: Un divorcio tard¨ªo (Alfaguara, 1984), que narraba el regreso de un padre de familia ya maduro a Israel para tramitar su divorcio. La novela cuenta la crisis que ello genera en la familia y es a la vez un retrato de la sociedad israel¨ª a peque?a escala.
La figurante es tambi¨¦n una novela de familia escrita 30 a?os m¨¢s tarde. Ahora la protagoniza una mujer en la cuarentena, int¨¦rprete de arpa, divorciada, que tiempo atr¨¢s se fue a Holanda para integrarse con satisfacci¨®n en una orquesta municipal en Amberes. En esta ocasi¨®n, la vuelta de la mujer, Noga, se produce contra su voluntad, pues debe renunciar a un concierto muy importante para ella. La raz¨®n es que su madre ha quedado viuda y el hijo menor pretende que se mude a Tel Aviv, pues el barrio de su vieja casa en Jerusal¨¦n se ha ido llenando de ortodoxos.
Honi propone un canje: tres meses en una residencia de primera en Tel Aviv para que la madre, tras la experiencia, elija d¨®nde vivir; pero tienen que mantener el piso de Jerusal¨¦n, de renta baja, para evitar que los due?os aprovechen la ausencia para venderlo: esa es la misi¨®n de Noga, guardar el piso durante los tres meses.
Noga queda entonces provisionalmente apartada de la m¨²sica ¡ªlo m¨¢s doloroso para ella¡ª, no acepta el dinero de su hermano y ha de buscarse unos ingresos, para lo cual un amigo le conseguir¨¢ un trabajo eventual como figurante. Adem¨¢s, ella se enfrenta al lugar donde se crio. Es un ejercicio de desubicaci¨®n (la m¨²sica) y recuerdos (la casa y la familia). Noga se divorci¨® en su d¨ªa de Ur¨ªas, al que no quiso dar un hijo y que ahora est¨¢ casado y tiene dos hijos de su nueva esposa.
El conflicto dram¨¢tico act¨²a en varios frentes, por tanto. Est¨¢ contado en riguroso presente y combina muy h¨¢bilmente los tiempos de la narraci¨®n. S¨®lo en un cap¨ªtulo toma la palabra Ur¨ªas, el resto es de la voz narradora no identificada. El verdadero nudo de la novela se halla en el cap¨ªtulo 33: es un d¨ªa de rodaje, ella se pregunta: ¡°?Qu¨¦ me est¨¢ pasando en Israel? ?C¨®mo he podido pasar, en s¨®lo un par de semanas, de ser una m¨²sica profesional a una simple y sustituible extra de pel¨ªculas? ?Hasta d¨®nde me van a llevar mi madre y mi hermano con su absurdo experimento?¡±. Agotada, se echa a dormir; cuando despierta, encuentra tendido a su lado, de espaldas, a su exmarido, a quien no desea ver, disfrazado de figurante. Es la hora de rendir cuentas a toda una vida.
Noga se siente desplazada; es una mujer que, habiendo encontrado su camino, ahora es s¨®lo un ser an¨®nimo, una figurante; su infancia y juventud, tambi¨¦n su matrimonio, vuelve a ella y se siente sola, desamparada; su exmarido no se resigna a no haber tenido un hijo de ella, que quiz¨¢ habr¨ªa salvado el matrimonio¡ Es una personalidad fuerte en un estado de m¨¢xima debilidad y se siente en peligro. Cuando Yehoshua trae la novela hasta aqu¨ª, ¨¦sta alcanza su culmen. La vida de Noga est¨¢ marcada por las despedidas: de Israel por Europa, del hijo no tenido, del marido, de la madre, del padre muerto, de su vida anterior a Holanda. Es un personaje formidable rodeado de secundarios espl¨¦ndidos y enfrentado a s¨ª mismo con dolor y valent¨ªa. Francisco Solano defini¨® en Babelia inmejorablemente su escritura: ¡°Todo es ambiguo, imprevisible, no disimulado, sin dejar de mostrarse, al mismo tiempo, con una claridad meridiana¡±.
La figurante. A. B. Yehoshua. Traducci¨®n de Isabel Mar¨ªn. Duomo Ediciones, 2017. 352 p¨¢ginas. 21 euros
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