Mickey Mouse para los ni?os del siglo XXI
Disney estrena la primera serie en 10 a?os del famoso rat¨®n animado
Hace 10 a?os Mickey Mouse abri¨® las puertas de su hogar a 172 millones de telespectadores en todo el mundo con La casa de Mickey. Ha tenido que pasar una d¨¦cada para que el personaje m¨¢s popular de Walt Disney regrese a la televisi¨®n con la serie Mickey y los superpilotos. Pero esta vez el conocido rat¨®n llega motorizado dispuesto a recorrerse el planeta para acercarse a sus seguidores. ¡°Queremos reflejar el mundo en el que viven nuestros fans¡±, confes¨® a EL PA?S el coproductor ejecutivo y supervisor de guion Mark Seidenberg. ¡°La casa de Mickey fue un fen¨®meno global y Mickey y los superpilotos quiere involucrar a¨²n m¨¢s a su audiencia¡±, a?adi¨® el tambi¨¦n coproductor Rob LaDuca.
Se trata del mismo equipo que hizo realidad La casa de Mickey y que ahora regresa con esta nueva serie de 52 episodios de 11 minutos que emite el canal Disney Junior (en diferentes pases y horarios durante marzo y, a partir de abril, los mi¨¦rcoles a las 20.30) y que a¨²na las dos grandes pasiones de sus creadores: Mickey Mouse y los coches. ¡°Nos vino bien que el episodio m¨¢s popular de La casa de Mickey fuera el de Road Rally, para el que customizamos autom¨®viles para todo el grupo¡±, recuerda LaDuca mientras en el despacho un reloj da las horas con el sonido de un f¨®rmula uno.
El grupo no es otro que Mickey, Minnie, Donald, Daisy y Goofy, entre otros. Y sus coches est¨¢n muy pensados. ¡°Mickey es un cl¨¢sico de la cultura americana y no hay un coche m¨¢s cl¨¢sico que el Ford T, mientras que Minnie es m¨¢s internacional y le pega m¨¢s uno inspirado en el modelo franc¨¦s Delahaye¡±, describe LaDuca, que le dio a Donald un veh¨ªculo m¨¢s n¨¢utico (el Cabin Cruiser), a Daisy uno floreado en forma de boca de drag¨®n y al gamberro de Goofy, una ba?era sobre ruedas. Veh¨ªculos que adem¨¢s se transforman porque, como se justifica este artista, ¡°somos frikis y nos gustan todas estas cosas¡±.
La atenci¨®n al detalle tambi¨¦n est¨¢ en los viajes que har¨¢ esta pandilla alrededor del mundo. De los 160 pa¨ªses en los que se emite la serie preescolar sus productores escogieron de momento Espa?a, Francia, Italia e Inglaterra para sus aventuras. Un mundo en el que se respetan los lugares originales aunque se redise?an para que formen parte del universo de Mickey. ¡°Por eso mezclamos personajes y reutilizamos exteriores¡±, se justifica LaDuca a sabiendas de que ¡°los tres caballeros¡± no son espa?oles o que en la madrile?a plaza Mayor hay algo m¨¢s que flamenco. Pero el mundo de Mickey y los superpilotos es una amalgama de todo lo que les gusta a sus creadores, desde el Lago de Como italiano a los muelles de Malib¨² pasando por la californiana ciudad de Santa Cruz o las autopistas de Los ?ngeles.
Mickey y los superpilotos presenta a un rat¨®n algo m¨¢s esbelto y deportista que, cuando no est¨¢ recorriendo el mundo con sus amigos o va de carreras por la ciudad, se dedica a ayudar a su comunidad. ¡°Pero no tenemos ninguna agenda¡±, recalc¨® Seidenberg negando que la animaci¨®n sea solo cosa de ni?os. ¡°Hemos querido hacer una serie divertida y entretenida. No educativa. Para toda la familia. Porque los coches son cool y Mickey Mouse, m¨¢s¡±, remata el coproductor. Al menos un adulto le da la raz¨®n. Se trata de Jay Leno, el popular presentador de la televisi¨®n estadounidense adem¨¢s de vecino de este estudio animado con sede en Burbank (California). Tambi¨¦n es un coleccionista de autos que puso a disposici¨®n de la serie para mayor realismo y diversi¨®n, un ofrecimiento que Disney agradeci¨® d¨¢ndole su propio personaje, el del locutor Billy el sabueso.
La evoluci¨®n de un icono
Mickey Mouse iba a tener un coche en forma de perrito caliente, algo que, sumado al nombre de su universo, Hot Dog Hills, hace pensar que hay gato encerrado en esas palabras. "Fue lo primero que dijo Mickey, hot dogs, hot dogs", aclara LaDuca en referencia al corto de 1929 The Karnival Kid. No hace falta m¨¢s que ver sus oficinas, llenas hasta el techo de dibujos y juguetes con diferentes versiones de este rat¨®n, para saber que su trabajo es un sue?o hecho realidad, recreando un nuevo Mickey para esta generaci¨®n. "Mi preferido fue el El aprendiz de brujo en Fantas¨ªa (1940)", confiesa Seidenberg del Mickey que le enamor¨®. "Para m¨ª todos son como mis hijos pero si tengo que escoger uno ser¨ªa el de los a?os treinta, el del dibujante Les Clark", reconoce LaDuca.
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