El libro que ¡®describi¨®¡¯ a Trump en 1935
Sinclair Lewis imagin¨® en 'Eso no puede pasar aqu¨ª' a un candidato a la presidencia machista, xen¨®fobo y populista que promet¨ªa una nueva grandeza para EE UU
Anticip¨¢ndose a los acaloramientos de los meses siguientes, el 16 de junio de 2016 la temperatura en Nueva York alcanz¨® unos infrecuentes 26 grados: ese d¨ªa Donald Trump anunci¨® all¨ª su precandidatura a la presidencia de los Estados Unidos con un discurso tan extempor¨¢neo en relaci¨®n a las formas y de la pol¨ªtica norteamericana que, a partir de ese momento, y a pesar de que su candidatura parec¨ªa por entonces una broma irresponsable m¨¢s que una realidad, la prensa se lanz¨® de lleno a analizar la figura de Trump, su trayectoria y sus motivaciones, visibles y ocultas.
Muchos de esos an¨¢lisis se centraron en la otredad de Trump, pero a m¨¢s tardar el 8 de noviembre result¨® evidente que el empresario no era ni es un outsider y que sus ideas son las de una parte importante del electorado norteamericano. Desde ese momento, los esfuerzos por ¡°comprender a Trump¡± cambiaron de sentido, orient¨¢ndose hacia la b¨²squeda de antecedentes hist¨®ricos que explicasen lo inexplicable: la divergencia abrumadora entre la visi¨®n moral que los estadounidenses tienen de s¨ª mismos como una sociedad igualitaria, democr¨¢tica y cosmopolita, y su voto.
?Puede la literatura anticiparse a la historia? Esto es lo que parecen pensar quienes tras el d¨ªa de las elecciones agotaron los ejemplares de 1984, la novela dist¨®pica de George Orwell. Pero tambi¨¦n quienes han cre¨ªdo encontrar una anticipaci¨®n de Trump en la novela de Sinclair Lewis Eso no puede pasar aqu¨ª (1935, es decir, 11 a?os antes de que el actual presidente naciera), cuyo tema es la creaci¨®n de un Estado fascista en los Estados Unidos.
Eso no puede pasar aqu¨ª presenta unos paralelos desconcertantes con la situaci¨®n actual: en unos Estados Unidos profundamente afectados por la Crisis de 1929, surge la figura del senador Berzelius Buzz Windrip. Windrip llega a la Convenci¨®n de su partido (en su caso, el Dem¨®crata) como un outsider, pero se impone a los otros precandidatos gracias a sus habilidades sociales (¡°era un viajero incansable, un orador bullicioso y divertido, un buen adivino sobre las doctrinas pol¨ªticas que gustar¨ªan a la gente¡±, lo describe Lewis) y a una ret¨®rica incendiaria cuyos temas principales son la reparaci¨®n de las supuestas humillaciones hist¨®ricas a las que se habr¨ªa sometido a las clases bajas del pa¨ªs, la lucha contra el desempleo y la expulsi¨®n de los inmigrantes (¡°tanto a los jud¨ªos como a los espaguetis, a los desgraciados del este de Europa y los chinitos¡±, afirma uno de sus asociados); su programa es el de la restituci¨®n de una moralidad estadounidense supuestamente puesta en peligro por la obtenci¨®n de derechos por parte de las mujeres, la organizaci¨®n sindical de los trabajadores, la reducci¨®n de los presupuestos militares y el fin de la esclavitud: es decir, el de hacer a ¡°Am¨¦rica grande de nuevo¡±. Al igual que Trump, incluso, Windrip tiene un ¡°sat¨¢nico secretario¡±, Lee Sarason (un proto Steve Bannon), ¡°cerebro detr¨¢s de un ¨¦xito¡± cuya explicaci¨®n hay que buscar tambi¨¦n en el apoyo de los fundamentalistas religiosos a su candidatura y su uso de los nuevos medios de comunicaci¨®n de masas, con la radio ocupando aqu¨ª el lugar de Twitter.
Lewis escribi¨® Eso no puede pasar aqu¨ª (editorial Antonio Machado, 2013) con una visi¨®n enormemente l¨²cida de los reg¨ªmenes fascistas europeos de su ¨¦poca, pero tambi¨¦n como una advertencia acerca de lo que pod¨ªa suceder en Estados Unidos si en el pa¨ªs se exacerbaban tendencias ya existentes: como pone de manifiesto el ap¨¦ndice de Amaya Bozal a la edici¨®n espa?ola del libro, todos los personajes de la novela tienen su correlato en personas reales; en la novela, Windrip gana las elecciones y, a pesar de que (como sostiene un personaje) ¡°eso no podr¨ªa pasar aqu¨ª: somos un pa¨ªs de hombres libres¡±, el antiguo senador se precipita a crear un r¨¦gimen fascista caracterizado por un recorte dr¨¢stico de las libertades civiles similar al que pretende Trump. La creaci¨®n de milicias irregulares y la persecuci¨®n de sindicatos y prensa independiente por parte del Gobierno son producto en la novela de una visi¨®n que tambi¨¦n parece ser la de la Administraci¨®n Trump, la de que ¡°profesores universitarios, periodistas y escritores famosos¡± han envenenado a la poblaci¨®n: ante ello s¨®lo sirve una guerra, y Windrip inicia una contra M¨¦xico, al que acusa de agresiones inexistentes, en un ejercicio prematuro de posverdad.
¡°El poder no necesita excusas¡±, afirma Windrip: la frase podr¨ªa ser un resumen (tambi¨¦n) de los primeros meses de Trump como presidente de la naci¨®n m¨¢s poderosa. Al final, el personaje de Lewis (cuya ¨²nica convicci¨®n es ¡°la superioridad de cualquier persona que tuviera un mill¨®n de d¨®lares¡±) pierde el poder, pero para entonces ya es demasiado tarde para unos Estados Unidos disgregados y en plena guerra civil. No s¨®lo por ello, Eso no puede pasar aqu¨ª no es una versi¨®n a escala 1:1 de la Administraci¨®n Trump. Y sin embargo, su advertencia de que ¡°no existe un pa¨ªs en el mundo que se pueda poner m¨¢s hist¨¦rico que Estados Unidos¡± resuena poderosamente estos d¨ªas, poniendo en evidencia las continuidades hist¨®ricas que explican el ascenso de Trump, las expresiones de intolerancia, racismo, ignorancia y desesperaci¨®n que recorren la historia estadounidense como su sombra: al fin y al cabo, uno de los textos m¨¢s descargados recientemente en ese pa¨ªs es Take Your Choice del senador Theodore Gilmore Bilbo (1877-1947), quien propuso la deportaci¨®n de 12 millones de afroamericanos con la finalidad de evitar el ¡°mestizaje¡± y bloque¨® cualquier intento de criminalizar los linchamientos a personas de color. Sus escritos forman parte de la historia cultural norteamericana en la misma medida en que lo hace la novela de Sinclair Lewis y en que los ataques verbales contra mujeres, homosexuales, afroamericanos, inmigrantes, actrices y periodistas por parte de Donald Trump reflejan al menos parcialmente las opiniones de muchos estadounidenses. Para ellos, la llegada de Trump a la Casa Blanca es como ¡°la lluvia revitalizadora y bendecida por el Cielo que cae sobre una tierra reseca y sedienta¡± con la que uno de los l¨ªderes religiosos de Eso no puede pasar aqu¨ª compara la presidencia de Windrip. Claro que, como observa su autor, el l¨ªder religioso ¡°no dijo nada sobre lo que ocurr¨ªa cuando la lluvia bendecida ca¨ªa sin parar durante cuatro a?os¡±, quiz¨¢s lo que Bob Dylan anunci¨® en una de sus mejores canciones: el 16 de junio de 2016 (por cierto) el pron¨®stico meteorol¨®gico para la ciudad de Nueva York anunciaba tormentas.
Babelia
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