¡°Corea del Norte es el experimento sociol¨®gico m¨¢s cruel hecho nunca¡±
El premio Pulitzer Adam Johnson ahonda en ¡®George Orwell fue amigo m¨ªo¡¯ en el alto precio que pagan los habitantes de reg¨ªmenes totalitarios


Adam Johnson (Dakota del Sur, 1967) insiste a la fot¨®grafa en que se d¨¦ por vencida: no va a lograr una imagen favorecedora. ?l no es fotog¨¦nico. Le sugiere como alternativa que vuelva de madrugada. En el momento en el que la zorra que cada noche merodea la zona orina sobre un foco incrustado en el suelo. Y entonces, con la vista hacia el lago berlin¨¦s Wannsee, retrate la luz humeante. Esa imagen s¨ª que valdr¨ªa la pena, dice medio en broma medio en serio el nuevo chico de oro de la literatura estadounidense.
Estamos en la Academia Americana de Berl¨ªn, a pocos metros del lugar en el que los nazis decidieron aplicar a los jud¨ªos lo que llamaron, en un cruel eufemismo, "soluci¨®n final". Esta instituci¨®n creada tras la guerra para mejorar las relaciones entre los dos pa¨ªses concede becas de seis meses a creadores de distintos ¨¢mbitos. Johnson es uno de ellos. En este id¨ªlico paraje de las afueras de la capital alemana, el multipremiado autor, a punto de cumplir los 50, recibe a EL PA?S para hablar de su libro de relatos George Orwell fue amigo m¨ªo. ¡°Cuando escribes, te a¨ªslas y tienes tiempo para elevarte por encima de ti mismo. Pero eso no ocurre al hablar. As¨ª que tratar¨¦ de elegir bien las palabras para no sonar como un idiota¡±, avisa mientras la grabadora comienza a funcionar.
Es precisamente aqu¨ª, en Alemania, donde transcurre el texto que da nombre a la edici¨®n espa?ola del libro, traducido por Carles Andreu para Seix Barral. Se trata de un relato en el que un antiguo alcaide de una prisi¨®n de la Stasi y su perro, Prinz, descubrir¨¢n que el pasado siempre vuelve. Tras ahondar en el lado m¨¢s oscuro de Corea del Norte en su exitos¨ªsima El hu¨¦rfano, Johnson analiza los restos del desastre comunista que a¨²n perduran de la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA). Parece tener una querencia especial por los reg¨ªmenes totalitarios.
¡°En un sistema inhumano, todos pierden su humanidad. Tambi¨¦n los que prosperan y sacan provecho. Son momentos en los que cada persona se somete a pruebas dur¨ªsimas a las que la mayor parte de la gente no tiene que enfrentarse¡±, asegura desde la elegante biblioteca, repleta de maderas nobles, de la Academia Americana.
Al intentar comprender a aquellos que delataron o torturaron, ?no existe el peligro de llegar a justificarlos? ¡°El riesgo real es vernos a nosotros mismos all¨ª dentro. Y comprobar que en una situaci¨®n similar, podr¨ªamos haber actuado como ellos¡±, responde.
En su nuevo libro, Johnson vuelve a Corea del Norte, que define como ¡°el experimento sociol¨®gico m¨¢s cruel hecho nunca en la Tierra¡±. ¡°Es un sistema del que en realidad no sabemos nada. Todo all¨ª funciona a base de rumores. En Pyongyang todo el mundo murmura. Da igual que sea mentira, porque al no haber certezas se vuelve real¡±. El asesinato del hermano del dictador Kim Jon-un en un aeropuerto de Malasia, le sorprendi¨® por dos motivos. ¡°Muestra que el l¨ªder se siente vulnerable. Pero adem¨¢s env¨ªa el mensaje de que, incluso fuera del pa¨ªs, te pueden matar. Est¨¢n diciendo que no hay escapatoria¡±.
Sobre Donald Trump, Johnson se alegr¨® de estar fuera de Estados Unidos el ¡°d¨ªa tr¨¢gico¡± de su victoria. ¡°Trump es el s¨ªmbolo de que hay dos Am¨¦ricas. Pero creo que si sigue comport¨¢ndose de una manera tan horrible acabar¨¢ cayendo. Tiene la piel demasiado fina ante las cr¨ªticas. El peor escenario es que ceda un poco; y se mantenga justo en el l¨ªmite de lo que Am¨¦rica puede soportar de un presidente¡±.
Johnson desarma por su amabilidad y sencillez. Figura en la reducid¨ªsima lista de autores bipremiados con el Pulitzer y el National Book Award. Entre tanto oropel, dice estar agradecido a unos galardones que le permiten dedicarse a su trabajo sin agobios para pagar la comida o la ortodoncia de sus tres hijos. Pero tambi¨¦n conoce casos de escritores a los que los premios les destrozaron la vida.
¡°Recuerdo el d¨ªa en que me llamaron con la noticia del Pulitzer. Mi mujer y yo est¨¢bamos en casa, mirando por las ventanas que dan a la bah¨ªa de San Francisco. Ella me dijo que le gustaba nuestra vida y que no quer¨ªa cambiarla. Le dije que yo tampoco. As¨ª que nos pusimos de acuerdo en fingir que aquello nunca hab¨ªa sucedido¡±.
En Datos interesantes, uno de los cuentos incluidos en George Orwell fue amigo m¨ªo, el personaje que recrea a su esposa se refiere a ¨¦l mismo como ¡°el mayor tarugo que jam¨¢s haya ganado un premio Pulitzer¡±. ?Autobiograf¨ªa o autoiron¨ªa? El escritor r¨ªe. ¡°Todos podemos comportarnos como tarugos. O no enterarnos de nada, por ejemplo, cuando alguien tan cercano como tu esposa est¨¢ pasando por una grave enfermedad¡±, a?ade. Sabe de lo que habla. En este relato llev¨® a la literatura el c¨¢ncer que sufri¨® su mujer.
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