Tot¨® la Momposina, la m¨²sica de la identidad se sube al escenario del Est¨¦reo Picnic
The Strokes, The Weeknd y Rancid, los otros cabezas de cartel de la octava edici¨®n del festival bogotano
La idea podr¨ªa ser esta: suban a una artista de folclore al escenario de un festival indie y hagan de la m¨²sica ancestral un hype. Traducci¨®n: la octava edici¨®n de Est¨¦reo Picnic en Bogot¨¢ (del 24 al 26 de marzo), la cita que re¨²ne a todas esas bandas extranjeras que no suelen pisar este territorio, ha puesto entre sus cabezas de cartel a Tot¨® La Momposina. Su nombre oficial es Sonia Mar¨ªa Bazante Vides, naci¨® en 1940 en la isla de Mompox, a orillas del r¨ªo Magdalena, en el Caribe colombiano. Como dice su canci¨®n, se llama Cumbia, porque de su garganta, diligentemente entrenada durante d¨¦cadas, sale este ritmo, y tambi¨¦n el bullerengue, la chalupa, los garabatos, los sones, las guarachas o el mapal¨¦. Todos los sonidos de la m¨²sica de la identidad en Colombia.
Pregunta.- ?Qu¨¦ le parece participar en Est¨¦reo Picnic?
Los otros protagonistas
- Jueves: the Weeknd y Justice encabezan la programaci¨®n del primer d¨ªa del festival. The XX preparar¨¢n el c¨¦sped para la descarga de Rancid.
- Viernes: La primera visita de The Strokes a Colombia protagoniza la segunda jornada, con Two Door Cinema Club y Caribou.
- S¨¢bado: El d¨ªa de la m¨²sica colombiana con Tot¨® la Momposina, Elkin Robinson desde la isla de Providencia, Bazurto All Stars, Cero 39 y Romperayo.
Respuesta.- ?C¨®mo es el nombre?
P.- Est¨¦reo Picnic.
R.- Est¨¦reo pasa, pero Picnic¡ [se escuchan unas risas al otro lado del tel¨¦fono] es como si estuviera en los Estados Unidos, en un pa¨ªs en el que hablan ingl¨¦s. La verdad es que no lo conoc¨ªamos, pero nosotros siempre andamos preparados. Somos un grupo con disciplina de ensayo semanal de tres o cuatro horas y estamos acostumbrados a ir a grandes festivales.
Queda claro que, a esta mujer, que toc¨® en las calles de Par¨ªs pasando la gorra para poder comer y labrarse una carrera en la m¨²sica, un encuentro con j¨®venes colombianos no le intimida. ¡°Vengo a entregar la m¨²sica ancestral a todos los pueblos¡±, dice, ¡°y si estamos en Colombia: colombiano come colombiano. As¨ª de simple¡±. Para cerrar el argumento recuerda que ¡°lo viejo es lo nuevo¡± y recurre a la moda, a esas botas de ca?a que llevaba con 15 a?os, las mismas que usan ahora las mujeres.
Tot¨® concibe su oficio desde la imperfecci¨®n. ¡°La m¨²sica es creaci¨®n de Dios y entonces uno es el imperfecto¡±. Tiene varias maestras a las que sigue recurriendo para cantar ¡°afinaito¡±. Se form¨® en la Sorbona de Par¨ªs, en Cuba, en Colombia y en Inglaterra donde conoci¨® a Peter Gabriel. Con el m¨²sico y productor brit¨¢nico grab¨® La candela viva, el disco que ya forma parte de ese movimiento conocido como la World Music y que en pocas ocasiones los programadores musicales quieren sacar de su caj¨®n. ¡°A los m¨²sicos ancestrales no nos presentan porque tienen verg¨¹enza y no quieren remunerarnos bien¡±, opina. ¡°Cuando vienen artistas extranjeros les pagan m¨¢s. Esto queda anotado en la bit¨¢cora de los administradores colombianos de la cultura¡±.
No solo se queja de la falta de apoyo institucional, no entiende por qu¨¦ se premia unos sonidos que ni siquiera considera m¨²sica. ¡°Los j¨®venes que hacen pop traicionan a la madre patria¡±, dice sin contemplaciones y sin levantar la voz.
P.-?Entonces, ?The Beatles?
R.-?Ellos hicieron su propuesta musical con violonchelos y violines. Y su infraestructura es un estudio de los tambores de Burund¨ª de Tanzania.
P.-??Qu¨¦ m¨²sicas no son traidoras?
R.-?La naturaleza le ense?a a uno. El canto es el sonido de los p¨¢jaros. Las palmas son el de los humanos, la ca¨ªda de las aguas, el viento. Falta tiempo para la contemplaci¨®n.
Escuchando y contemplando, como hac¨ªan sus padres, tambi¨¦n m¨²sicos, Tot¨® La Momposina recorre el mundo convencida de que con sus tambores, su voz y sus bailes no necesita traducci¨®n. No la necesit¨® en sus cientos de actuaciones en el Radio City Hall de Nueva York. Tampoco tuvieron int¨¦rprete los invitados a la entrega del Premio Nobel de Literatura a Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez en 1982, en la que la artista cumpli¨® con el deseo del escritor y convirti¨® la ceremonia en una parranda caribe?a. Su cometido es con la m¨²sica ancestral desde que se ba?aba en el r¨ªo Magdalena.
P.-??Ha cumplido su objetivo?
R.-?Me falta muchis¨ªsimo. Solo s¨¦ que nada s¨¦. Y as¨ª podr¨ªamos seguir filosofando un buen rato.
P.-?Antes de despedirse, una curiosidad. ?Es cierto que sigue Juego de Tronos?
R.-??Qui¨¦n te ha dicho eso, mi hijo? Me encanta porque ense?an la verdad en los tiempos antiguos. Mi personaje favorito es la guerra y el reparto del poder. Como los Lannister. Ya nos imaginamos todos qui¨¦nes son. Son los mismos de siempre con diferente cara. Cuidando su bienestar.
P.-??C¨®mo en Colombia?
R.- Yo llor¨¦ de felicidad cuando fui a cantar a la Conferencia de las FARC. Nos aplaudieron mucho, entendieron nuestra m¨²sica. Hay que decir las cosas con amor, no hablando de guerra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.