Un grupo de arque¨®logos halla en M¨¦xico las huellas de la primera democracia de Am¨¦rica

Puede que los or¨ªgenes de la democracia no fueran un fen¨®meno exclusivamente europeo, que del otro lado del Atl¨¢ntico, mucho antes de la conquista espa?ola, una ciudad mexicana se organizara de un modo colectivo. Un grupo de cient¨ªficos ha encontrado en Tlaxcala (M¨¦xico) los restos arqueol¨®gicos de una sociedad que no se reg¨ªa por l¨ªderes absolutistas, que heredaban el poder desde la cuna. Seg¨²n un art¨ªculo publicado por la revista Science, en este lugar, quienes quer¨ªan ser gobernantes deb¨ªan pasar un duro rito de iniciaci¨®n que ameritara el cargo que iban a despempe?ar. Y los habitantes, que financiaban la comunidad con sus impuestos, ten¨ªan la capacidad de exigirle cuentas.

La ciudad, construida en alrededor del a?o 1250, se encuentra cerca de la actual Tlaxcala (centro del pa¨ªs), capital del Estado que lleva su nombre. Y no se parece en nada a la mayor¨ªa de ciudades mesoamericanas que se hab¨ªan encontrado antes. El art¨ªculo explica que aquellas se centraban, como Tenochtitl¨¢n (hoy la capital de M¨¦xico), en un n¨²cleo monumental de pir¨¢mides y plazas. En la tlaxcalteca, sin embargo, las plazas se dispersaron por todos los barrios, sin centro claro o jerarqu¨ªa. El arque¨®logo a cargo del proyecto, Lane Fargher, cree que el senado de la localidad se encontaba en un edificio que ¨¦l descubri¨® a las afueras. All¨ª alrededor de 100 personas tomaban decisiones clave en las esferas militar y econ¨®mica.

Fargher, que trabaja en el instituto de investigaci¨®n Cinvestav en M¨¦rida (M¨¦xico) y ha excavado en la zona desde 2007, ha descubierto a trav¨¦s del estudio del urbanismo un tipo de sociedad que muchos arque¨®logos jam¨¢s creyeron que se iba a encontrar en Am¨¦rica: una rep¨²blica. "Hace 20 o 25 a?os, nadie habr¨ªa aceptado que se organiz¨® de esta manera", se?ala Fargher en una entrevista a Science.

Para convertirse en miembros del senado, los candidatos ten¨ªan que someterse a unas duras pruebas que fueron descritas por un sacerdote espa?ol que visit¨® Tlaxcala en el siglo XVI. Seg¨²n el texto, los que aspiraban a formar parte de la vida pol¨ªtica de la ciudad sol¨ªan ser soldados que ven¨ªan de la guerra y el primer paso de iniciaci¨®n consist¨ªa en presentarse desnudos en medio de una plaza abucheados y golpeados por una multitud. Si pasaban a la segunda fase, deb¨ªan permanecer hasta dos a?os en un templo, donde bajo la instrucci¨®n de los sacerdotes, aprend¨ªan el c¨®digo moral y legal de la ciudad. Pero esta formaci¨®n inclu¨ªa adem¨¢s continuos flagelos y torturas para demostrar que eran aptos para gobernar. Despu¨¦s llegar¨ªa su recomensa, al salir formar¨ªan parte del grupo de senadores.

Los cient¨ªficos reconocen que esta sociedad no se trataba de una democracia plena, pero s¨ª aseguran que se reg¨ªa por un poder compartido o colectivo, donde la econom¨ªa se apoyaba en los impuestos internos y, seg¨²n sus investigaciones, cualquiera podr¨ªa convertirse en l¨ªder. Los arque¨®logos se?alan que los espacios p¨²blicos predominaban sobre los ostentosos palacios, se hac¨ªa hincapi¨¦ en la producci¨®n local en detrimento de las importaciones y afirman que la brecha entre las ¨¦lites y la gente com¨²n era mucho m¨¢s reducida que en las dem¨¢s civilizaciones de la ¨¦poca. Tambi¨¦n reconocen que este sistema aut¨¢rquico y colectivo se vio impulsado tambi¨¦n al bloqueo comercial que le impusieron los mexicas, cuya capital se encontraba a 100 kil¨®metros de Tlaxcala.

La ciudad prehisp¨¢nica de Tlaxcala no es el ¨²nico lugar de M¨¦xico donde se ha encontrado un modelo de sociedad alejado al de un Gobierno d¨¦spota. Los cient¨ªficos destacan el caso de los restos arqueol¨®gicos de Monte Alb¨¢n, capital de los zapotecas en Oaxaca (entre el a?o 500 a.C. y el 800 d.C) donde no se encontraron representaciones ostentosas de gobernantes, tan comunes en el arte olmeca y en el maya cl¨¢sico. Tambi¨¦n la zona se encuentra desprovista de palacios y tumbas reales. Los s¨ªmbolos de autoridad estaban m¨¢s asociados a dioses y el cosmos que a individuos particulares. "Durante mucho tiempo dentro de la arqueolog¨ªa busc¨¢bamos pistas de alg¨²n rey", cuenta el investigador Richard Blanton a Sience. Ahora los investigadores tienen una nueva teor¨ªa para dar sentido a las sociedades de Am¨¦rica que se reg¨ªan de una forma diferente.