Muere James Rosenquist, pionero del pop art
Fundador de esta corriente junto a Roy Lichtenstein y Andy Warhol, ha fallecido a los 83 a?os despu¨¦s de una larga enfermedad
Andy Warhol muri¨® en el 1987 tras una inesperada arritmia postoperatoria a los 58 a?os. Roy Lichtenstein muri¨® en 1997 al complic¨¢rsele una neumon¨ªa a los 73. Y, ahora, James Rosenquist, el tercer pie del llamado pop art, ha muerto, tambi¨¦n en Nueva York como los dos anteriores, a los 83.
Quiz¨¢ por haber vivido m¨¢s que los otros dos, por ese halo desmitificador que le da haber fallecido pl¨¢cidamente en su residencia neoyorquina un viernes del siglo XXI tras una larga enfermedad o quiz¨¢ por ser el menos pomposo de los tres, Rosenquist (Grand Froks, Dakota del Norte, 1933) tambi¨¦n fue el menos c¨¦lebre. El menos ¡°pop¡± de su g¨¦nero, podr¨ªa decirse, que apenas tuvo una retrospectiva en 1973 en el Whitney Museum y, 30 a?os despu¨¦s, otra en el Guggenheim de Nueva York.
¡°Nunca me preocuparon tanto los logos o las marcas o las estrellas de cine, como a Andy (¡) y al contrario que Roy no estaba interesado en la simulaci¨®n ir¨®nica de los medios pop. Yo quer¨ªa hacer cuadros misteriosos¡±, resumi¨® en su autobiograf¨ªa ¡°Pintura bajo cero¡±, editada en 2009. ?l, adem¨¢s, siempre rechaz¨® esa etiqueta pop para este movimiento. ¡°Nos un¨ªa una actitud ir¨®nica hacia las banalidades de la cultura del consumo estadounidense. Si acaso, deber¨ªan habernos llamado artistas antipop¡±, dec¨ªa en ese mismo libro.
Rosenquist ven¨ªa de una familia muy humilde que trabajaba en la aviaci¨®n (¡°ver un d¨®lar era como ver una rana con pelo¡±, explicaba) en una Dakota del Norte cuya tierra ¡°tan plana como una pantalla en la que pod¨ªas proyectar cualquier cosa que te imaginaras¡±. Al empezar a estudiar en la escuela de Artes de Minneapolis, se fascin¨® con Norman Rockwell, con los murales de Diego Rivera y con los collages surrealistas. Pronto empez¨® a trabajar como pintor de vallas publicitarias y por la noche sacaba tiempo para crear sus propias obras, hasta que entendi¨® que pod¨ªa fusionar las dos cosas en una, sobre todo cuando en 1960 abandon¨® la carteler¨ªa publicitaria definitivamente tras perder a dos compa?eros en el andamio.
Siempre le qued¨® la admiraci¨®n por ¡°el car¨¢cter pr¨¢ctico, artesano de esos pintores caminando en sus petos, sin hacer ning¨²n tipo de alarde de su arte sino simplemente haciendo su trabajo¡±. Cuando hablaba de su paleta de colores dec¨ªa ¡°mi alfabeto crom¨¢tico vino de los espagueti franco-estadounidenses y el burbon de Kentucky¡±, aunque cuando lleg¨® a Nueva York en 1955, tras unos a?os dedicado a los carteles de las tiendas de caramelos de Brooklyn, se meti¨® de lleno en el epicentro de los artistas del momento: comparti¨® aulas con George Grosz, estudio con Agnes Martin, frecuentaba el Cedar Tavern en el Greenwich Village como William de Koonig y era vecino de Robert Montana y Jasper Jones. Cuando iba a Hollywood, quedaba con Dennis Hopper. As¨ª, en 1962, la galer¨ªa Green Gallery le dedic¨® su primera exposici¨®n monogr¨¢fica y vendi¨® todos los cuadros.
Sus pinturas y sus collages ten¨ªan siempre un toque inquietante. Su trabajo probablemente m¨¢s famoso, F-111, de 1965, estuvo, adem¨¢s, cargado de mensaje pol¨ªtico antimilitarista, pues era un collage con un bombardero en plena Guerra Fr¨ªa, una ni?a con un brillante secador de pelo, espagueti, una bomba at¨®mica y un neum¨¢tico de coche. Lo hab¨ªa pintado tras visitar a su amigo Eugene Rukhin en San Petersburgo (entonces Leningrado). ¡°Entend¨ª que esa gente (los rusos) nunca iba a empezar una guerra con nosotros (¡) Cuando vi una foto de ese nuevo bombardero F-111 que no hab¨ªa volado todav¨ªa, pens¨¦: ¡®Menuda p¨¦rdida de tiempo y de dinero¡¯¡±, explicar¨ªa en 2012 en una charla en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), instituci¨®n que tiene en su colecci¨®n permanente este cuadro, que fue el m¨¢s grande jam¨¢s subastado cuando se vendi¨® en 1986.
Mientras Warhol pint¨® a Jackie Kennedy, ¨¦l opt¨® por retratar a JFK en President Elect, aunque tambi¨¦n dibuj¨®, de manera muy diferente, a Marilyn Monroe. En Fahrenheit 1982 retrat¨® una u?a roja convertida en una pluma de escribir y cambiando la hoguera por el fuego de un cohete. En 1978, el presidente Jimmy Carter lo hizo miembro del Consejo Nacional de las Artes, al que perteneci¨® durante seis a?os, y ya en los 90 su estilo fue evolucionando hacia una pintura caleidosc¨®pica y futurista que no le renov¨® los votos con la posteridad.
Su vida personal sufri¨® un duro golpe cuando su hijo y su primera esposa, Mary Lou quedaron seriamente heridos en un accidente de coche en 1971 del que ¨¦l sali¨® pr¨¢cticamente ileso, lo que le oblig¨® a pintar m¨¢s para pagar las facturas m¨¦dicas. Se casar¨ªa de nuevo en 1987 con Mimi Thompson, madre de su hija Lily y quien anunci¨® su muerte. Su legado art¨ªstico, por su parte, se vio tambi¨¦n afectado por un incendio sucedido en 2009 su casa de Aripeka, en Florida, que se llev¨® la propiedad y muchas de sus pinturas. Pero ni siquiera entonces par¨® de producir, pues reconoc¨ªa que ¡°cuando las cosas se vuelven peculiares, frustrantes y extra?as, es un buen momento para ponerse a pintar¡±.
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