Reviviendo a la Carter Family

Al fin ha llegado. En 2013, The Carter Family: Don¡¯t Forget this Song gan¨® el premio Eisner, como ¡°mejor obra gr¨¢fica basada en la realidad¡±. Sale ahora en Impedimenta la edici¨®n espa?ola, La familia Carter: Recuerda esta canci¨®n. L¨¢stima que, en el trayecto, se haya perdido el CD complementario, reemplazado aqu¨ª por una lista de Spotify [http://spoti.fi/2mjzjHa]. Disculpen, son man¨ªas m¨ªas: prefiero los soportes f¨ªsicos.

Adem¨¢s, la saga de la familia Carter gira alrededor de la materializaci¨®n de lo invisible. Eran granjeros de Virginia que, en 1927, se encontraron con Ralph Peer, astuto buscador de talentos. Sus voces e instrumentos gustaron: quedaban bien con el nuevo sistema el¨¦ctrico de grabaci¨®n.

Peer comparti¨® el gran secreto de la industria musical; que el dinero estaba en la propiedad intelectual de las canciones. El paterfamilias, Alvin Pleasant Carter, se transform¨® en cazador de canciones, exprimiendo la memoria de parientes y vecinos. Hasta contrat¨® los servicios de Lesley Riddle, bluesman que le facilitar¨ªa el acercamiento al rico cancionero afroamericano.

A. P. Carter registr¨® a su nombre unas 300 canciones, que ser¨ªan los cimientos del folk y el country estadounidenses. Hab¨ªa himnos religiosos y baladas que hab¨ªan cruzado el Atl¨¢ntico pero tambi¨¦n composiciones escritas por olvidados profesionales del siglo XIX. Carter supo sacarlas su mejor perfil, ajust¨¢ndolas a las exigencias tecnol¨®gicas de las pizarras de 78 rpm, con sus tres minutos por cara.

Ayud¨®, desde luego, que la Carter Family fueran formidables int¨¦rpretes. A. P. sumaba su voz a las de su esposa, Sara, y su cu?ada, Maybelle, excelente guitarrista. En La familia Carter aprendemos mucho sobre el show business. Un negocio cruel, que sacaba de la cama al moribundo Jimmie Rodgers para que grabara con los Carter. Entonces, como ahora, primaba la oportunidad sobre la legalidad. La Carter Family se instal¨® en Tejas, para trabajar en XERA, potent¨ªsima emisora fronteriza que, aprovechando la laxitud regulatoria de M¨¦xico, llegaba hasta Canad¨¢. Al frente estaba el Dr. Brinkley, un curandero que vend¨ªa b¨¢rbaros remedios contra la impotencia y la prostatitis.

Frank M. Young y David Lasky, los autores de La familia Carter, no han olvidado el elemento amoroso. Asistimos al deterioro del matrimonio Carter: Sara termin¨® divorci¨¢ndose para casarse con un primo de A. P., Coy Bayes. S¨ª, esto podr¨ªa haber sido un argumento para Tennessee Williams.

Fue Maybelle la que mantuvo la franquicia al integrar a sus hijas en las Carter Sisters. Una de ellas, June Carter, se unir¨ªa a Johnny Cash y juntos defender¨ªan el legado familiar. En Nashville, la meca del country, era un antecedente reconocido pero poco valorado: m¨²sica demasiado rural.

25 a?os antes de Buena Vista Social Club, los californianos de la Nitty Gritty Dirt Band lograron relanzar la m¨²sica de los montes Apalaches al grabar con veteranos supervivientes un monumental disco triple, bautizado con una de las m¨¢s populares?composiciones de A. P. Carter, Will the Circle Be Unbroken.

Uno cierra La familia Carter deseando que alg¨²n equipo espa?ol de dibujante / guionista pruebe la f¨®rmula. Que recree, por ejemplo, la fabulosa historia de la familia Pav¨®n, con La Ni?a de los Peines y sus hermanos cantaores, Tom¨¢s y Arturo Pav¨®n.