Cr¨ªtica Nieve Negra

Nieve, crimen, familia. A finales de los a?os 90, dos extraordinarias pel¨ªculas aunaron este tri¨¢ngulo de elementos de forma y fondo, de color y de dolor, para conformar sendos relatos sobre la fuerza de la avaricia, el peso del pasado, el sinsentido del crimen y la influencia del paisaje: Aflicci¨®n (Paul Schrader, 1997) y Un plan sencillo (Sam Raimi, 1998). Lugares inh¨®spitos, ambiente endog¨¢mico, consecuencias tr¨¢gicas. Un tr¨ªptico al que tambi¨¦n se apunta la argentina Nieve negra, segunda pel¨ªcula de Mart¨ªn Hodara, con no pocos elementos de uni¨®n con aquellas.

Con la de Schrader comparte la jornada de caza que todo lo desencadena, los malos tratos paternos, y el natural deterioro mental en la madurez, tras lo experimentado en la adolescencia y la juventud. Y con la de Raimi, la lucha por un dinero com¨²n, y la equ¨ªvoca actitud de una mujer con aspecto encantador y fondo de Lady Macbeth. Hodara, acompa?ado de una vehemente banda sonora de Zacar¨ªas Mart¨ªnez de la Riva, que le otorga empaque tr¨¢gico a los interludios a¨¦reos, ha compuesto un gui¨®n que parad¨®jicamente va de oscuro en la primera mitad y de demasiado claro en la segunda. As¨ª, la informaci¨®n tarda en desplegarse, y eso est¨¢ bien, pero, cuando llega, lo hace con demasiada claridad, aunque solo en la superficie: sin apenas margen para el espectador en la uni¨®n de flecos de lo ocurrido, pero con demasiadas incomprensiones respecto de las actitudes.

Pel¨ªcula con m¨¢s fuerza visual e interpretativa (glosar a Dar¨ªn y Sbaraglia es casi una obviedad) que narrativa, Nieve negra apunta ideas, pero no acaba de cristalizar en un thriller de impacto, que se antoja m¨¢s referencial que aut¨¦nticamente l¨²gubre.