¡°Que no te lean es m¨¢s humillante que ser rechazado¡±
¡°Si eres capaz de hacer una buena pizza puedes hacer una buena novela¡±, dice el escritor David Foenkinos
Este joven, David Foenkinos, naci¨® en Par¨ªs en 1974 y tiene cara de asombro, como si acabara de despertarse en un lugar extranjero. Es un superventas de hoy, con tres millones de libros vendidos, y un autor atrevido; despu¨¦s de su mayor ¨¦xito, La delicadeza, que tuvo 10 premios en Francia, entre ellos el Renaudot y el Goncourt des Lyc¨¦ens, abord¨® una novela en verso, Charlotte, sobre la pintora Charlotte Salomon, a la que sac¨® del olvido. Incluso esa novela dif¨ªcil fue un superventas, alentado por su editorial, Gallimard, ¡°que cree en m¨ª desde el minuto cero¡±. En el minuto en que est¨¢ de su carrera ha escrito otro libro ¡°completamente diferente¡±: La biblioteca de los libros rechazados (Alfaguara). Existe una biblioteca as¨ª, de libros rechazados, en Estados Unidos, y ¨¦l se ha valido de la realidad para construir una met¨¢fora inventada. Aparece una biblioteca igual en Francia y all¨ª halla una atrevida editora el libro de un personaje que hac¨ªa pizzas, cuya familia no sab¨ªa nada de que escribiera y que se asombra, y se hace famosa, gracias a la notoriedad p¨®stuma del padre muerto. Es una novela de misterio cuyo ingrediente principal, rabiosamente literario, es identificar si realmente el pizzero, Henri Pick, ¡°ha escrito ese libro o no¡±.
De todo eso habla Foenkinos con esa mezcla de asombro y circunspecci¨®n con que los j¨®venes escritores hacen concepto de su ¨¦xito. Las bibliotecas llegaron tarde a su vida. Fue un joven que creci¨® sin libros y a los 16 a?os, alcanzado por una afecci¨®n card¨ªaca, pudo conocer ¡°el misterio de las bibliotecas¡±.
¡ª?Y usted mismo ha sido rechazado?
¡ªS¨ª, s¨ª he sido rechazado. Es m¨¢s dif¨ªcil y humillante soportar que te publiquen y no te lean que ser rechazado. El 90% de los libros que se publican no tienen ning¨²n eco. Y eso es peor que ser rechazado.
El libro es como un autob¨²s en el que cabe todo el sector: ¡°Los escritores que tienen ¨¦xito, los que fracasan, los bibliotecarios, los lectores, las editoriales¡¡±
¡ª?Asocia la venta al triunfo o al fracaso?
¡ªUn buen libro no tiene por qu¨¦ pasar por una buena venta o una buena cr¨ªtica. Y viceversa. El ¨¦xito popular o la cr¨ªtica no garantizan la belleza ¨²ltima de la literatura. (Claro, a ¨¦l le encanta que se vendan bien sus libros).
?Y de d¨®nde le viene su variedad de registros? ¡°Del aburrimiento. Necesito cambiar continuamente; es como si estuviera primero con una mujer morena, luego con una rubia, despu¨¦s con una pelirroja¡±. Y, sin embargo, los escritores que quiere, como Dostoievski, han escrito siempre el mismo libro. ¡°Pero yo necesito cambiar¡±. De rubia o morena a pelirroja. ¡°?S¨ª, jajaja!¡±
¡ª?Es esa necesidad que tiene de cambiar tambi¨¦n vital, no solo literaria?
¡ªTengo un gusto particular por lo secreto, por el despiste, por confundir todas las pistas y por divertir bas¨¢ndome en que nunca se sabe hacia d¨®nde vas. ?Deber¨ªa haberme dedicado a la pol¨ªtica!
¡ªHay mucho humor en sus libros. Los grandes artistas del humor siempre han sido personas tristes.
¡ªMe parece que el humor, la diversi¨®n, el gozo, esconden muchas veces melancol¨ªa. Se dice que el humor es la amabilidad de la desesperaci¨®n.
Estuvo al borde de la muerte y esa convalecencia lo meti¨® en las bibliotecas, en la escritura, en la m¨²sica, en el cine. ?Para huir del miedo? ¡°Me acuerdo de la enfermedad, no me acuerdo del miedo, y fue aterrador. Ahora me interesa el futuro, que para un escritor es un terreno minado de fragilidad e incertidumbre¡±.
No se imagina yendo a esa biblioteca de libros rechazados y encontrarse a s¨ª mismo. ¡°No, porque no tengo miedo a no tener lectores, nunca habr¨ªa depositado mis libros en la biblioteca de los libros rechazados. Durante a?os escrib¨ª sin pensar que un d¨ªa me publicar¨ªan ni que tuviera lectores. Formaba parte de mi vida, no ten¨ªa destinatarios. Cuando mis primeros libros fueron fracasos no me import¨®. Lo que s¨ª me ha sorprendido ha sido el ¨¦xito¡±.
Su primer manuscrito fue rechazado por todas las editoriales a las que concurri¨®. Hasta que un editor de Gallimard se encari?¨® con el texto. No pas¨® nada. Hasta que apareci¨® La delicadeza. Foenkinos nunca ha sido pizzero como el de su novela: ¡°?Pero si eres capaz de hacer una buena pizza puedes hacer una buena novela!¡±.
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