Tres editoriales ¡®mexiterr¨¢neas¡¯
En un mundo del libro cada vez m¨¢s concentrado, los sellos independientes comienzan a hacer el camino de vuelta: de M¨¦xico a Espa?a. Esta es la historia de Sexto Piso, RM y Malpaso
47 millones de ojos a un lado y 122 millones al otro. La descompensaci¨®n de la balanza ha incentivado desde hace d¨¦cadas el desembarco de sellos espa?oles, hoy portaviones globales como Planeta o Santillana, al otro lado del Atl¨¢ntico. M¨¦xico como semillero y como puerta de entrada al resto de lectores latinoamericanos. Hoy, con un mercado editorial concentrado en una baldosa, un pu?ado de sellos independientes est¨¢n haciendo el camino de vuelta. Espa?a como nuevo caladero y como consolidaci¨®n.
¡°Nos dimos cuenta que los derechos mundiales de libros m¨¢s cotizados se vend¨ªan solo a editoriales espa?olas. Decidimos abrir all¨¢ para poder exportar y para poder pelear por libros m¨¢s importantes. Y despu¨¦s de 10 a?os, se ha convertido en una cuesti¨®n existencial. Sin la oficina de Madrid no ser¨ªamos viables¡±. Diego Rabasa es uno de los editores y fundadores de Sexto Piso, una editorial mexicana que empez¨® en 2002 con el logo de un humanoide arroj¨¢ndose al vac¨ªo desde la sexta planta de un edificio. Propulsada por un grupo de veintea?eros reci¨¦n salidos de la Universidad, en dos a?os recib¨ªan el premio a la mejor editorial joven en la Feria de Londres y en 2006 abr¨ªan en Madrid: ¡°La editorial se transform¨® radicalmente¡±.
Con 357 libros publicados, las nuevas exigencias de un mercado m¨¢s maduro, de la cr¨ªtica, los traductores y los libreros les empujaron hacia otro escal¨®n en el negocio. ¡°Antes igual publicabamos seguidas tres novelas, cuatro ensayos y tres c¨®mics. Ahora equilibramos las publicaciones, las traducciones. Somos m¨¢s profesionales¡±. Sexto Piso son ya s¨¦is editores: tres en M¨¦xico, dos en Espa?a y uno en Par¨ªs.
Ensayo, narrativa, poes¨ªa, cl¨¢sicos o infantil, su bandera durante estos a?os han sido las traducciones de autores de culto que ellos mismos califican como ¡°libros exigentes¡±. Dos ejemplos: El plantador de tabaco, John Barth, 1176 p¨¢ginas; La muerte de mi hermano Abel, Gregor von Rezzori, 808 p¨¢ginas. M¨¦xico a¨²n supone el doble del mercado que Espa?a pero la bifuraci¨®n ha sido clave, sobre todo para los libos exigentes: ¡°Con que vendan 1000 ejemplares aqu¨ª y all¨¢, ya son viables¡±.
Una deuda historica
¡°Somos una editorial mexicana que ahora tiene una casa en Espa?a y no al rev¨¦s. Es como una deuda hist¨®rica. Nacimos aqu¨ª y se lo debemos todo a M¨¦xico¡±. La historia de RM, un sello de exquisitos libros de arte, empieza en una escuela militar en Segovia pero tiene ra¨ªces mexicanas desde los a?os cincuenta. ¡°Mi abuelo era ingeniero del ej¨¦rcito y mont¨® una editorial de ciencia y tecnolog¨ªa. Despu¨¦s de la guerra, Espa?a era un pa¨ªs muy pobre y decidi¨® venirse a M¨¦xico con la editorial¡±, explica Ram¨®n Revert¨¦, editor y director creativo de RM, una especie de Spin off del sello de su abuelo.
Un libro sobre el arquitecto tapat¨ªo Luis Barrag¨¢n separ¨® en 1999 los dos cat¨¢logos y hace algo m¨¢s de una d¨¦cada la viuda de Juan Rulfo le dijo al editor catal¨¢n: ¡°T¨² vas a editar los libros de mi esposo¡±. Con la fabulosa excepci¨®n rulfiana, Revert¨¦ volvi¨® a Espa?a y ha continuado haciendo libros de arte con otros tres socios. RM a¨²n tiene m¨¢s trabajadores en M¨¦xico -8- que en Barcelona -7-.
Abriendo el hielo con el espol¨®n Rulfo, Espa?a es el segundo mercado despu¨¦s de M¨¦xico y antes que Estados Unidos. ¡°La marca M¨¦xico relacionada con la cutlura vende muy bien fuera¡±, dice el editor tambi¨¦n de Frida Khalo o Guadalupe Posadas, que a la vez advierte: ¡°Un libro de M¨¦xico entra bien Espa?a mientras que un libro de Espa?a no siempre tiene entrada en M¨¦xico¡±.
Apartarse de la imagen neocolonial
¡°El mercado mexicano ha crecido al calor de la prosperidad cultural de las ¨²ltimas d¨¦cadas y hay editoriales que han comenzado a dar el salto¡±, explica Malcom Otero, uno de los editores espa?oles de Malpaso, que naci¨® en 2013 con impulso, esp¨ªritu y capital 100% mexicano. ¡°Jus ¨Cuna casa con m¨¢s de 80 a?os y de ra¨ªz religiosa¨C nos propuso abrir en Espa?a. En principio la idea era que ellos tuvieran oficinas en Barcelona y las nuestras en M¨¦xico. Pero al final hemos formado equipos h¨ªbridos. El editor de Jus est¨¢ aqu¨ª y nosotros tenemos nuestro propio editor all¨¢¡±.
Su catalogo se reparte entre productos m¨¢s volcados al mercado espa?ol ¨Clas memorias de Andr¨¦s Iniesta¨C y un plan editorial panamericano. ¡°Queremos apartarnos de esa imagen neocolonial de mandar libros desde Espa?a¡±. Su hombre en M¨¦xico, Rafel Lemus, se encarga de rastrear narrativa latinoamericana nueva, reediciones semiolvidadas ¨Ccomo Patas de perro, del chileno Carlos Droguett¨C, ensayos de temas mexicanos o internacionales con perspectiva global. ¡°Son libros pensados en M¨¦xico para el resto del mercado¡±, apunta Lemus.
Por ese camino han llegado dos t¨ªtulos que ¡°se han vendido bien en Espa?a¡±: La industria de la felicidad, William Davis o Trump: ensayo de la imbecilidad, Aaron James. Y como parte de la estrategia h¨ªbrida tambi¨¦n hay libros mexicanos que se han estrenado primero en Espa?a para volver al origen: Un mundo infiel, de Julian Herbert. ?La recepci¨®n? ¡°A todos nos cuesta a veces los autores de fuera. Pero los escritores mexicanos no hacen m¨¢s que ganar premios en Espa?a, su literatura cada vez tiene m¨¢s implantaci¨®n y las audiencia es cada vez m¨¢s permeable a M¨¦xico¡±.
No es t¨ªo, es g¨¹ey
Los tres coinciden en tres diferencias esenciales. En Espa?a el mercado fuerte est¨¢ en las librer¨ªas, mientras que en M¨¦xico ¨Ccon una ratio de una librer¨ªa por casa 200.000 habitantes¨C el primer comprador es el Gobierno. Adem¨¢s, imprimir en M¨¦xico es caro. O m¨¢s bien, importar es barato: los libros est¨¢n exentos de aranceles e IVA. A los tres, aprovechando una cuesti¨®n de volumen y escala, les sale m¨¢s rentable producir en Espa?a y traerlos en barco. Y para cerrar el circulo: la distribuci¨®n del mercado latinoamericano se hace desde Espa?a. Solo Sexto Piso tiene su propia distribuidora para su pa¨ªs, donde han metido tambi¨¦n a una editorial chilena, cuatro argentinas y 13 espa?olas.
Aunque m¨¢s all¨¢ de la eficiencia de los n¨²meros, la manufactura fuera de M¨¦xico tambi¨¦n tiene sus inconvenientes. ¡°Al hacer la mayor¨ªa de nuestras traducciones de narrativa internacional en Espa?a, el tipo espa?ol es muy distinto al espa?ol mexicano y nos han llegado cr¨ªticas desde aqu¨ª¡±, apunta Rabasa. En un reciente thriller de un autor estadounidense, el texto estaba repleto de expresiones coloquiales traducidas en Espa?a como ¡°t¨ªo¡±, ¡°gilipollas¡± o ¡°vamos a por¡±. Al bajar del barco, los editores de Sexto Piso decidieron darle otra vuelta a la edici¨®n mexicana y convertirlas en: ¡°g¨¹ey¡±, ¡°pendejo¡± y ¡°vamos por¡±.
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