Jordi Colomer: ¡°Las utop¨ªas son el soporte perfecto para imaginar¡±
El artista representa a Espa?a en la pr¨®xima Bienal de Venecia con un proyecto que llama a construir una experiencia real colectiva: ¡°El ser humano necesita pertenecer a un grupo al menos temporalmente¡±
Dentro del pabell¨®n de Espa?a de la pr¨®xima Bienal de Venecia hay otro pabell¨®n. As¨ª llama Jordi Colomer (Barcelona, 1962) a un cacharro port¨¢til aparcado en uno de los rincones del espacio central que tiene algo de caravana, de puesto fronterizo, de teatrito m¨®vil y de puesto de venta ambulante. Llega a los Giardini ya rodado, tras haber visitado Nashville, Atenas, Barcelona y otras zonas de Catalu?a, y tras ser ocupado por un grupo de personas errantes, acompa?adas de todo tipo de artilugio rodante. Todas parecen identificarse entre s¨ª, comparten un uniforme com¨²n y mascota, y pasean la misma bandera intentando habitar cualquier lugar.
Colo, como le llaman desde ni?o, ha hecho un pabell¨®n ap¨¢trida dentro de un pabell¨®n nacional. Una inteligente maniobra que llena este dif¨ªcil espacio de desplazamientos. Su trayectoria siempre ha estado marcada por la presencia de la cuesti¨®n urbana, la emancipaci¨®n ciudadana y la idea de utop¨ªa. Ah¨ª est¨¢n trabajos como Las ciudades (2002), Anarchitek?ton (2002-2004), No Future (2006) o L¡¯Avenir (2011). En X-Ville (2015) dio un paso m¨¢s y se invent¨® una ciudad en la que organizar el tiempo y las distancias de otro modo. Seguramente por eso le gusta tanto el juego de escala y la maqueta con la que recorremos Venecia desde su estudio en Barcelona. All¨ª nos sentamos para hablar de su propuesta, comisariada por Manuel Segade, que inaugurar¨¢ el pr¨®ximo 13 de mayo junto al resto de la Bienal. Hay en ella una coherencia apabullante. Tambi¨¦n muchas gradas y pantallas que insisten en esa idea de habitar lo inhabitable, empezando por el propio pabell¨®n, y en celebrar lo migratorio ya desde el t¨ªtulo:??nete! Join us!
PREGUNTA. Parece que hay muchas salidas, pero ?cu¨¢l es el punto de partida?
RESPUESTA. La propia idea de la Bienal de Venecia, con los edificios y el nombre de cada uno de los pa¨ªses, alude a un tema que me ha interesado siempre, c¨®mo la arquitectura puede representar algo o a alguien. En el caso de la Bienal, siempre est¨¢ la paradoja de c¨®mo un pa¨ªs puede ser representado en otro lugar por un edificio siempre ubicado all¨ª, con todo lo problem¨¢tico que es eso. El punto de partida ha sido pensar ese modelo de representaci¨®n nacional del siglo XIX hoy d¨ªa. La arquitectura sigue teniendo su poder, lo que he hecho ha sido expandirlo. As¨ª que pens¨¦ en la idea de un pabell¨®n itinerante, que pudiera moverse por todas partes, en otras ciudades. Hacer un pabell¨®n gen¨¦rico, pero que fuera el pabell¨®n de Espa?a. De eso trata este proyecto. Como en Prohibido cantar (2012), la instalaci¨®n en Matadero, parto de mundos imaginarios para hablar de cosas muy reales. Un lenguaje con ciertos toques de ficci¨®n para crear situaciones y ver qu¨¦ pasa.
¡°El proyecto es una invitaci¨®n a que la gente se ponga en movimiento, vea cosas, ocupe las calles, a que olvide el miedo¡±
P. Antes de que pase nada ya parece pasar algo en un pabell¨®n que ha convertido en plaza p¨²blica.
R. Hace tiempo que una sala de exposiciones puede pensarse como una calle, ya que es un espacio p¨²blico donde igualmente la gente se ve, se mira y se cruza. Siempre he intentado integrar la presencia del p¨²blico en mis exposiciones, pero en Venecia es algo ineludible. En??nete! Join us!, la serie de v¨ªdeos que salpican las instalaciones son peque?os relatos en diferentes localizaciones geogr¨¢ficas. Cada uno representa una serie de gestos po¨¦ticos, como un movimiento urbano, un intercambio colectivo o una ficci¨®n ut¨®pica, y hay tres personajes principales que lideran todo el conjunto. En todo el recorrido hay 14 pantallas en total, salas con una o dos y otras con siete, y el espacio est¨¢ organizado para que propicie el cruce, los accesos multiplicados y el encuentro.
P. ?Por qu¨¦ Nashville y Atenas?
R. Porque en Nashville construyeron un Parten¨®n, y es un ejemplo de c¨®mo puede reproducirse un s¨ªmbolo cultural tan anclado a un lugar en otro con otros referentes e historia, como Nashville, capital de la m¨²sica country. En el v¨ªdeo es ocupado como un lugar de reuni¨®n, tras un viaje en coche donde Lydia Lunch, escritora y cantante neoyorquina, con voz militante y activista da t¨ªtulo al proyecto pidiendo que la gente se le una y acuda al Parten¨®n, donde canta uno de sus temas que habla de la dificultad del desplazamiento vital. Todo es de una confusi¨®n absoluta. Piensas en la distancia, ?pero desde d¨®nde? ?De qu¨¦? ?Cultural o f¨ªsica? Ocurre en otras escenas, como el baile de Bollywood que otro de los personajes hace en la Superilla, un experimento urban¨ªstico reciente en Poblenou, Barcelona, que han cerrado al tr¨¢fico para que los vecinos le den un uso a ese espacio.
P. ?Con qu¨¦ se identifica todo este movimiento de gente?
R. Esa pregunta es lo que plantea el proyecto, con qu¨¦ te puedes llegar a identificar. La pertenencia a un grupo es una cuesti¨®n pol¨ªtica. El ser humano necesita pertenecer a un grupo al menos temporalmente, sentirse parte de algo o ir hacia alguna parte. No s¨¦ muy bien lo que este grupo propone. Est¨¢n ocupados y juntos. Necesitan reunirse, pero no sabemos por qu¨¦. En el actual contexto social, la idea de pertenencia y propiedad adquiere otra dimensi¨®n, con las guerras visibles e invisibles, desde los refugiados que han perdido su casa y viven de manera n¨®mada hasta los que alquilan su hogar por d¨ªas y se desplazan de su propia casa. Por no hablar de lo que ocurre en pa¨ªses como Chile o Brasil, donde se necesita a mucha gente para mover la casa de alguien cuando crece el r¨ªo. Todo el proyecto alude a eso.
P. ?Hay moraleja?
R. El proyecto es una invitaci¨®n a que la gente se ponga en movimiento, vea cosas, ocupe las calles, a que olvide el miedo¡ Hay cosas excepcionales que s¨®lo pueden pasar de manera temporal. Deber¨ªamos dedicar m¨¢s tiempo a pensar c¨®mo sensibilizar nuestra percepci¨®n y c¨®mo ocupar el tiempo con cosas que no son las que tocan.
P. ?De qu¨¦ tipo de utop¨ªa estamos hablando?
R. De la utop¨ªa que se puede tocar, de algo posible que no existe pero que hay que visualizar para que ocurra. Las utop¨ªas son el soporte perfecto para hacer un esfuerzo e imaginar.
¡®??nete! Join us!¡¯. Pabell¨®n espa?ol de la 57? edici¨®n de la Bienal de Venecia. Del 13 de mayo al 26 de noviembre.
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