1992. La nostalgia es un arma
Una muestra en el CAAC invita a una relectura de las pr¨¢cticas art¨ªsticas a partir de las surgidas con la Expo de Sevilla
Sevilla. 1992. Los ¨²ltimos d¨ªas. En plena celebraci¨®n de la Exposici¨®n Universal, Jos¨¦ Luis Brea comisar¨ªa para las Salas del Arenal en Sevilla una exposici¨®n que, desde la incertidumbre de las postrimer¨ªas del siglo XX intenta cartografiar el momento presente no sin cierta desesperanza e incredulidad, sin ganas de celebrar nada, simplemente constatar que, como en el texto de Espali¨² que aparece en el cat¨¢logo, pasaron los d¨ªas de savia y cristal.
Tambi¨¦n en el cat¨¢logo de dicha muestra se colaba una de las preocupaciones que a d¨ªa de hoy sigue resultando pertinente abordar.?Raza: naufragios, fragmentos, tr¨¢nsitos, de Manel Clot, ejerce en este sentido como una escritura que sirve de fiel de balanza entre la propia muestra de Brea y otros proyectos site-specific que se realizaron en esas fechas en el marco del proyecto Plus ultra comisariado por Mar Villaespesa y presente de manera inicial en las ocho provincias andaluzas.
Es la cuesti¨®n de la raza, de nuestra historia colonial, de la relaci¨®n con los discursos de la subalterinidad los que ya se vislumbraban en el t¨ªtulo del texto de Manel y que siguen estando presentes como interrogantes, despu¨¦s de visitar la exposici¨®n?Arte y cultura en torno a 1992, que actualmente se presenta en el CAAC.
?Puede el museo ser descolonizado??De qu¨¦ manera sortea los mecanismos de represi¨®n del inconsciente colonial del que habla Suely Rolnik en alguno de sus escritos??C¨®mo trabajar en un espacio de alta institucionalidad con estos nuevos relatos contrahegem¨®nicos?. ?De qu¨¦ manera se re-escribe la historia y se trabaja con los restos, el archivo, las ruinas?. ?Es a¨²n operativa la corriente cr¨ªtica institucional en este sentido o se ha convertido s¨®lo en un escenario m¨¢s absorbido por las l¨®gicas del capitalismo neoliberal simb¨®lico?. ?Qu¨¦ hacer con los recuerdos para no caer en la nostalgia?.
Tomando como referencia el primer proyecto que en 1992 ocup¨® las estancias del Monasterio de la Cartuja como espacio expositivo y que llevaba por t¨ªtulo ¡°Arte y cultura en torno a 1492¡±, la exposici¨®n actual plantea a trav¨¦s de tres escenarios interconectados, una relectura de algunas de esas cuestiones que la agenda de la Expo 92 pas¨® por alto entre im¨¢genes holograma proyectadas sobre el lago y meneos de salsa edulcorada en las noches del Palenque.
Poniendo en escena en primer lugar los propios residuos y testimonios de la exposici¨®n, en un gesto curatorial que queda perfectamente presente en el display de vitrinas que albergan los regalos, souvenirs y bibelots que los dirigentes pol¨ªticos de cada pa¨ªs dejaron aqu¨ª como obsequios y en la instalaci¨®n de las cintas que recogen todo el archivo audiovisual de la Expo casi como un gui?o a los modos de hacer de ciertas pr¨¢cticas conceptuales de los a?os setenta, la exposici¨®n busca propiciar una serie de encuentros y di¨¢logos entre estos elementos, las obras de algunos de los artistas m¨¢s representativos de la cr¨ªtica institucional con trabajos de 1992 (Mark Dion, Andrea Fraser, Fred Wilson y Ren¨¦e Green) y otros tres proyectos espec¨ªficos para la exposici¨®n realizados por Mar¨ªa Ca?as, Patricia Esquivias y el t¨¢ndem formado por Rogelio L¨®pez Cuenca y Elo Vega.
Las conexiones que se establecen entre la idea de las expediciones en la obra de Dion con la Era de los Descubrimientos, los gui?os entre la iconograf¨ªa de la tela conmemorativa de Ren¨¦e Green y la cer¨¢mica de la Cartuja, los hilos secretos entre la intervenci¨®n en el museo de Wilson y el display de vitrinas, dejan paso a los de-tour-nements como gu¨ªa de museos de Andrea Fraser de cuya prol¨ªfica trayectoria pudimos ver recientemente una exposici¨®n en el MACBA, en una muestra de la dudosa operatividad de la cr¨ªtica institucional en los procesos de descolonizaci¨®n del museo.
Por ello ser¨¢ en los tres proyectos espec¨ªficos donde el museo aborda con mayor complejidad este reto descolonizador, presente en los Lugares oscuros de Rogelio L¨®pez Cuenca y Elo Vega, deriva urbana por una Sevilla dorada de mercaderes, esclavistas y mentirosos, A D¨®nde ir¨¢ veloz de Patricia Esquivias, solapamiento narrativo de esos ¡°saberes locales, discontinuos, descalificados y no legitimados¡± de los que nos hablaba Foucault y finalmente la se-villan¨ªa can¨ªbal de la videoguerrillera Mar¨ªa Ca?as y su Cumbia Against the machine y Expo Lio 92, coda final que ejemplifica, que como dec¨ªa Emilio Ambasz, ¡°la historia de las exposiciones universales ense?a que la mayor parte de ellas han dejado atr¨¢s s¨®lo ruinas¡±, de las ruinas del museo, por citar a Crimp a las ruinas de la Expo en la dist¨®pica Cartuja sevillana.
Arte y cultura en torno a 1992. Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo. Sevilla. Hasta el 24 de septiembre.
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