Las ventajas del zumo de papel

Algunos inventos son como algunas canciones: sabemos lo importantes que son para nosotros aunque no sepamos muy bien a qui¨¦n agradec¨¦rselos. Por lo pronto, demos las gracias a Giovanni Maria Farina, un piamont¨¦s que divid¨ªa a la gente entre ¡°los que huelen bien y los que huelen mal¡±. No en vano, formaba parte de una familia de perfumistas ocupada durante generaciones en destilar alcohol y combinarlo con fragancias de frutas y flores. Emigrado a Alemania, en 1708, con 23 a?os, invent¨® un perfume basado en la bergamota, ese c¨ªtrico dignamente arrugado al que llamaban oro verde. En honor de su ciudad de adopci¨®n lo llam¨® Agua de Colonia. Ya conocen el resto de la historia. O se la huelen.

Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, el escoc¨¦s James Lind, m¨¦dico del Salisbury, un buque de la armada real, realiz¨® un experimento en busca de una cura para la enfermedad que diezmaba a los marinos del mundo entero: el escorbuto. Sidra, vinagre, vitriolo, agua de mar, un preparado farmac¨¦utico y una mezcla de naranjas y limones fueron las dietas administradas a 12 pacientes, divididos en seis parejas. El efecto del ¨²ltimo tratamiento fue extraordinario. Tanto que algunos historiadores le atribuyen parte de la hegemon¨ªa naval brit¨¢nica durante el siglo XIX por mucho que nadie supiera identificar el origen preciso del milagro. Fue el bioqu¨ªmico h¨²ngaro Albert Szent-Gy?rgyi el que en 1927 identific¨® la vitamina C como ingrediente antiescorb¨²tico del zumo de lim¨®n. Diez a?os m¨¢s tarde recibi¨® el Nobel de Medicina. Mucho antes, eso s¨ª, alguien hab¨ªa descubierto que la producci¨®n de c¨ªtricos sicilianos daba m¨¢s beneficios que cualquier otra actividad agr¨ªcola en Europa. As¨ª pues, se lanz¨® a controlar los cultivos y a especular con los precios. A ese alguien hoy lo llamamos Cosa Nostra.

Los de Farina, Lind y la Mafia son solo tres de los muchos episodios recogidos por Helena Attlee en El pa¨ªs donde florece el limonero, una ¡°historia de Italia y sus c¨ªtricos¡± que Acantilado acaba de publicar traducida por Mar¨ªa Belmonte. Mezcla de ensayo hist¨®rico, recetario y cr¨®nica de viajes, el libro de Attlee pertenece al mismo g¨¦nero que maravillas como Fast food, de Eric Schlosser (Grijalbo); Historia de la Biblia, de Karen Armstrong (Debate); El emperador de todos los males, de Siddhartha Mukherjeee (Taurus); Alambre de p¨²as, de Reviel Netz (Clave Intelectual); o Mona Lisa, de Donald Sasoon (Cr¨ªtica). Hasta que los abrimos, no supimos lo importantes que hab¨ªan sido las hamburguesas, las enfermedades, los profetas, las alambradas, los ladrones o las naranjas para hacer que el mundo sea como lo conocemos.