Literatura dif¨ªcil y explosiva
Carlo Emilio Gadda refleja admirablemente la condici¨®n humana, penosa y emotiva, en 'Emparejamientos juiciosos'
Gadda es uno de los grandes escritores del siglo XX italiano con una visi¨®n del mundo un tanto reaccionaria en la medida que lo contempla como un caos sin soluci¨®n alguna, pero un decidido antifascista que comienza a desarrollar su obra precisamente en los a?os del fascismo. Su est¨¦tica est¨¢ muy influenciada por las vanguardias del primer tercio del siglo XX, que utiliza a su conveniencia y que le ha dado fama de autor intraducible. Su primera novela (en el tiempo, que no en aparici¨®n) fue La mec¨¢nica (Barral Editores, 1971) y el reconocimiento le llega con una obra maestra, El zafarrancho aquel de V¨ªa Merulana (llevada al cine por Pietro Germi con el t¨ªtulo Un maldito embrollo), donde sobre un fondo policiaco se despliega una visi¨®n de la descomposici¨®n de la sociedad italiana del momento. Fue editada por Seix Barral en 1963 y le seguir¨ªa El aprendizaje del dolor, Prix International de Litterature (Seix Barral, 1965). Es contempor¨¢neo de un neorrealismo que nunca practic¨® (Vittorini, Pratolini, Cassola, Morante, Moravia¡) porque su empleo del lenguaje y su concepci¨®n de la literatura son un caso tan singular como, por ejemplo y siendo bien distintos, el de un Witold Gombrowicz.
Emparejamientos juiciosos es un conjunto de relatos que muestran en todo su esplendor y dificultad la endemoniada escritura de Gadda. Basta leer el relato titulado ¡®El incendio de Via Keplero¡¯ para descubrir el ins¨®lito poder de esa escritura. Su desarrollo es la estampida que se produce entre los vecinos amenazados por las llamas. Un narrador de ojo m¨²ltiple salta de una situaci¨®n a otra sin pudor y sin verg¨¹enza, con una soltura que empareja el lenguaje culto con el trazo grueso, el habla vulgar con el doble sentido, la expresi¨®n de lo sublime y lo empastado¡, y en esa estampida de gentes y palabras refleja admirablemente la condici¨®n humana, penosa y emotiva a la vez, de todos y cada uno de los habitantes atrapados en la tragedia.
En general, su campo de acci¨®n es la burgues¨ªa milanesa decadente y pomposa, falsa y autocomplaciente, que no pasa de ser una sociedad improductiva, autosatisfecha, donde hablan voces que lo mismo se quedan encerradas en un boudoir gracias a su torpeza amorosa que sobrevuelan la ciudad. En sus relatos, Gadda acostumbra a irse por las ramas como recurso expresivo, pero nunca pierde de vista el tronco, lo cual le permite hacer un estupendo, lib¨¦rrimo y expansivo retrato del entorno y de los hechos de los personajes.
Barroco, ret¨®rico y redicho, mezcla lo culto y lo vulgar, lo t¨¦cnico y lo erudito, en una selva fascinante de palabras y conceptos que retuerce a conveniencia para lograr el efecto fundamental que busca: la plasmaci¨®n de lo grotesco como representaci¨®n de la vida, todo un programa que se beneficia de los m¨¢s nobles antecedentes literarios, de G¨®gol a Valle-Incl¨¢n¡
Un ejemplo de su peculiar modo de expresi¨®n: cuando un joven indolente, durante una merienda, ¡°se dejaba usar por sus tres anfitrionas y su gentil violencia¡± para obligarlo a quedarse, una cuarta se pone en acci¨®n y acude a la cocina ¡°dirigiendo sus tetas en todas direcciones en la cocina, de la despensa a la olla, del grifo a los hornillos¡± y ella, tras una discusi¨®n sobre su apetito, ¡°ruborizada, entr¨® en la cocina, disparando fuera del canasto todo el verde de sus apios¡±.
Una literatura dif¨ªcil y explosiva, llena de sugerencia, vigor y provocaci¨®n.
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Autor: Carlo Emilio Gadda. Traducci¨®n de Juan Carlos Gentile Vitale.
Editorial: Sexto Piso (2017).
Formato: tapa blanda (328 p¨¢ginas).
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