Kobra, el grafitero que enamor¨® a Madonna, se estrena en Espa?a

Eduardo Kobra, el grafitero brasile?o cuya pintura enamor¨® a Madonna, autor del mayor mural del mundo, se estrena en Espa?a. Durante esta semana plasmar¨¢ en la fachada de un centro cultural de Murcia su particular homenaje a Salvador Dal¨ª, para recalcar la idea de que ¡°no hay diferencia entre el arte expuesto en galer¨ªas y museos y el que est¨¢ en las calles¡±, porque ¡°las calles son el museo de arte m¨¢s democr¨¢tico que existe¡±.

Desde los a?os 80 hasta hoy, S?o Paulo ha mudado buena parte del gris de sus edificios por el color de los grafitis que decoran calles y barrios, y que se han convertido en toda una se?a de identidad y un aut¨¦ntico reclamo tur¨ªstico. La ciudad vive una eclosi¨®n de artistas callejeros que, en algunos casos, han alcanzado reconocimiento mundial. Eduardo Kobra (1976) es uno de esos muralistas estrella: m¨¢s de 3.000 pinturas en unos 40 pa¨ªses de todo el mundo lo avalan.

Su ¨²ltimo trabajo se lo ha encargado directamente Madonna: decorar los muros del hospital que su organizaci¨®n ben¨¦fica tiene en Malaui con los rostros de los baluartes de la lucha contra el apartheid Nelson Mandela y Desmond Tutu.

Reci¨¦n finalizada esa obra, Kobra ha puesto los pies por primera vez en Espa?a, en respuesta a una invitaci¨®n por parte de la Oficina Municipal del Grafiti de Murcia. En siete d¨ªas, convertir¨¢ la fachada del centro cultural Puertas de Castilla de la ciudad en un lienzo dedicado a Salvador Dal¨ª, uno de sus pintores de cabecera y al que considera un ¡°icono de la creatividad¡±.

Sonriente y con sombrero bajo un sol de justicia que acerca el term¨®metro a los 30 grados, a principios de esta semana, a pesar de estar en abril, Kobra mira la pared, todav¨ªa en blanco, y recuerda sus inicios ¡ªpintadas ilegales¡ª en el mundo del arte urbano en su barrio natal, Campo Limpo, un ¨¢rea humilde de la periferia de S?o Paulo. ¡°Soy autodidacta, lo aprend¨ª todo en las calles. Comenc¨¦ a pintar con 28 a?os e incluso estuve en la c¨¢rcel, pero con el tiempo mi trabajo tuvo una evoluci¨®n natural y decid¨ª tomar otro camino, ocupar los lugares p¨²blicos de otra manera. Antes no respetaba el patrimonio, ahora, trabajo para revalorizarlo¡±, ha asegurado.

Los colores vivos y el uso de formas geom¨¦tricas para crear rostros y personajes son su se?a de identidad. En sus dibujos, casi nada es aleatorio. As¨ª, explica, una de sus obras m¨¢s conocidas, el monumental retrato del arquitecto Oscar Niemeyer en S?o Paulo, esconde entre las formas de su cara las principales obras del dise?ador de Brasilia.

Muchos de sus proyectos rinden homenaje a personajes importantes en su vida o en la del pa¨ªs en el que se encuentra. De hecho, no es la primera vez que Dal¨ª protagoniza uno de sus murales: en Miami ya pint¨® al genio de Figueras en 2013, dentro de una secuencia en la que se pueden ver tambi¨¦n los retratos de Jean-Michel Basquiat, Frida Kahlo y Andy Warhol.

Otros de sus murales tienen una vertiente social o medioambiental y est¨¢n basados en personas reales, como su serie sobre ni?os desaparecidos o sus pinturas de camas y habitaciones en tres dimensiones en el suelo para reivindicar el hogar de los sin techo, explica.

En 2016 quiso homenajear a los pueblos ind¨ªgenas y lo hizo pintando el mural m¨¢s grande del mundo: 2.500 metros cuadrados en el complejo deportivo de los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo. ?l mismo ha batido su propio r¨¦cord este a?o, con un grafiti de unos 6.000 metros cuadrados en una f¨¢brica de chocolate a las afueras de S?o Paulo. ¡°En cada edificio y en cada lugar veo una posibilidad para hacer un nuevo trabajo¡±, asegura. Kobra es uno de los afortunados que ha conseguido vivir de su arte.

Aunque el 90% de estos murales, dice, los hace ¡°de forma voluntaria¡± o cobrando ¨²nicamente para cubrir los costes, las galer¨ªas le dan de comer: ¡°Cada mural tiene un boceto previo, un peque?o cuadro que puedo vender. Es de esto de lo que vivo¡±.

Cuando acabe su trabajo en Espa?a, Kobra ya tiene programados cinco nuevos destinos: Alemania, Italia, Portugal, Estados Unidos y Reino Unido. ¡°Yo, que nac¨ª en la periferia, que no pensaba ni siquiera que podr¨ªa conocer Brasil... ?imag¨ªnate conocer el mundo! Mi trabajo es un privilegio¡±, dice entre risas antes de concentrarse de nuevo en su pr¨®ximo lienzo, todav¨ªa en blanco.