Enrique Rojas: ¡°El psiquiatra es el m¨¦dico de cabecera del siglo XXI¡±
Este m¨¦dico que lleva una quincena de libros publicados ha vendido ya tres millones de ejemplares
El mundo familiar y profesional de Enrique Rojas (Granada, 1949) ha sido y es la medicina. Conoce como pocos el comportamiento de nuestra sociedad derivado del estudio y an¨¢lisis de los cientos de pacientes que han pasado por su consulta de psiquiatra. No se considera un escritor, pero lleva tres millones de ejemplares vendidos, y s¨ª un m¨¦dico que escribe libros. En estos aborda aspectos tales como la depresi¨®n, la ansiedad, los comportamientos, la felicidad o el amor. Tan solo de Adi¨®s depresi¨®n. En busca de la felicidad razonable (Temas de hoy), lleva, seg¨²n la editorial, m¨¢s de cien mil ejemplares vendidos. En el ¨²ltimo de los libros publicados, 5 consejos para potenciar la inteligencia, han colaborado sus hijas, Isabel y Marian Rojas Estap¨¦, psic¨®loga y psiquiatra, respectivamente.
Pregunta. ?Somos m¨¢s proclives a la tristeza en el siglo XXI?
Respuesta. Vivimos en una sociedad pesimista donde permanece lo malo, lo negativo, la corrupci¨®n.
P. ?La medicina tiene soluci¨®n para esto?
R. Contra una sociedad as¨ª lo que manda es adoptar medidas coherentes y aprovechar las situaciones de felicidad que nos vayamos encontrando.
P. ?Y en lo personal?
R. Tener un proyecto de vida con un programa basado en ingredientes como amor, trabajo, cultura y amistad.
P. No es f¨¢cil equilibrar todos esos elementos.
R. Esa es la raz¨®n por las que las consultas que m¨¢s se han utilizado en los ¨²ltimos 20 a?os son las del psiquiatra y del cirujano pl¨¢stico. Hemos cambiado m¨¢s en los ¨²ltimos veinte a?os que a lo largo de un siglo. Estamos en la cultura de la imagen.
P. ?Nos importa m¨¢s lo que se ve que lo que no se ve?
R. S¨ª, se cuida tanto la imagen que solo existe fachada y falta contenido.
P. ?C¨®mo se arregla?
R. Es importante encontrar modelos de identidad sanos. Vidas coherentes que sirvan para que la gente se proyecte en ellos. Nos faltan modelos porque no hay l¨ªderes en la sociedad actual. Los pol¨ªticos est¨¢n desprestigiados, no solo por los casos de corrupci¨®n que estamos viviendo, sino porque no existen verdaderas figuras internacionales capaces de ser admiradas, y los medi¨¢ticos no tienen fondo.
P. Despu¨¦s de haber vendido tanto ejemplares, ?se considera un escritor?
R. Soy un m¨¦dico pr¨¢ctico. No soy un escritor, soy un m¨¦dico que escribe.
P. ?Tan mal estamos para acudir en masa al psiquiatra?
R. En muchas ciudades es el puesto que ejerc¨ªa el m¨¦dico de cabecera. En pa¨ªses como Inglaterra, Canad¨¢, Estados Unidos e incluso ya en Espa?a se ha convertido en una especie de consejero. Las enfermedades no se abordan desde un solo aspecto sino que adem¨¢s de los f¨¢rmacos tiene que intervenir la psicoterapia, laborterapia y biblioterapia.
P. ?Qu¨¦ males son los m¨¢s frecuentes en su consulta?
R. Depresiones, ansiedad, trastornos de personalidad. Y ¨²ltimamente tratamos a j¨®venes con el s¨ªndrome de Sim¨®n. Hombres de entre 28 a 38 a?os, soltero o separado que pasa por soltero; inmaduro desde el punto de vista sentimental, que est¨¢ obsesionado con el ¨¦xito y es un gran narcisista.
P. ?Qu¨¦ es la depresi¨®n?
R. Un t¨²nel oscuro de melancol¨ªa, de miedos desdibujados que produce un sufrimiento incre¨ªble. La antesala de lo peor.
P. ?Se puede convivir con ella?
R. Si esta no es excesivamente dura, ni profunda, s¨ª. Al igual que con la ansiedad hay que saber dar al paciente los instrumentos necesarios para poder manejar los problemas.
P. ?Tenemos m¨¢s problemas o nos los buscamos?
R. La sociedad se ha vuelto m¨¢s conflictiva que hace 30 a?os, cada vez estamos m¨¢s tristes porque nos creemos obligados a alcanzar grandes logros econ¨®micos, la perfecci¨®n en el terreno profesional y sentimental. Poseemos mucha informaci¨®n y poca formaci¨®n.
P. ?Estamos obligados a ser felices?
R. La felicidad tiene un coste. Hay que lograr un proyecto de vida coherente y realista en donde haya expectativas moderadas sabiendo poner cotas a las ambiciones excesivas. Hay que tener buena salud, mala memoria y superar la seriedad.
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