Cuando la CIA estudiaba a Foucault y Sartre
Un informe desclasificado revela que la agencia de EE UU sigui¨® de cerca la vida intelectual en la Francia de los ochenta
En los ¨²ltimos d¨ªas de la Guerra Fr¨ªa, la CIA hizo algo m¨¢s que controlar los movimientos de Gorbachov y observar el paisaje cambiante del antiguo tel¨®n de acero. Tambi¨¦n tuvo a sueldo a un grupo de esp¨ªas que sigui¨® de cerca a los principales fil¨®sofos franceses y analiz¨® su actividad intelectual. Su objetivo consist¨ªa en evaluar las posibles consecuencias de su corpus te¨®rico respecto a la percepci¨®n de Estados Unidos en el viejo continente. Un informe firmado en diciembre de 1985, desclasificado en 2011 y desenterrado ahora por la revista Los Angeles Review of Books, revela que la CIA dedic¨® medios y personal a estudiar la obra de autores como Michel Foucault, Roland Barthes, Louis Althusser o Jacques Lacan, entre otros nombres de la corriente posestructuralista.
Este informe de 20 p¨¢ginas, titulado Francia: defecci¨®n de los intelectuales izquierdistas, sosten¨ªa que los citados autores hab¨ªan terminado por ¡°repensar y rechazar el pensamiento marxista¡±. Seg¨²n la oficina parisiense de la CIA, se abr¨ªa as¨ª una nueva etapa marcada por ¡°un esp¨ªritu de antisovietismo¡±, lo que pod¨ªa favorecer una mejor acogida de la pol¨ªtica exterior de Ronald Reagan en territorio franc¨¦s. ¡°Aunque las pol¨ªticas estadounidenses nunca son inmunes a la cr¨ªtica en Francia, est¨¢ claro que es la Uni¨®n Sovi¨¦tica la que est¨¢ a la defensiva. La notable frialdad del presidente Mitterrand respecto a Mosc¨² deriva, en parte, de esta extendida actitud¡±, reza el informe. Para demostrarlo, la CIA se apoyaba en un sondeo de 1985, que demostraba que solo el 27% de los franceses ten¨ªa una opini¨®n desfavorable de Estados Unidos. Tres a?os atr¨¢s, los cr¨ªticos sumaban el 51%.
No es secreto que la CIA ten¨ªa a la cultura en muy alta estima, al considerarla un instrumento ideol¨®gico fundamental. Por ejemplo, manten¨ªa estrechos v¨ªnculos con el Congreso para la Libertad de la Cultura, con sede en Par¨ªs y delegaciones en 35 pa¨ªses, que promov¨ªa libros, exposiciones y conciertos para difundir el anticomunismo en Europa y Latinoam¨¦rica. Por otra parte, la prestigiosa revista literaria The Paris Review fue fundada en 1953 como tapadera a las actividades como esp¨ªa de su director, Peter Matthiessen, seg¨²n confes¨® antes de su muerte en 2014. Para la CIA, la capital francesa constitu¨ªa, en ese sentido, un punto estrat¨¦gico. ¡°Los intelectuales importan en Francia, probablemente m¨¢s que en la mayor¨ªa de democracias occidentales. Tradicionalmente han jugado un papel clave para defender las pol¨ªticas de distintos partidos¡±, apunta el informe.
Los autores del estudio recuerdan que, hasta el primer tercio del siglo pasado, existi¨® un equilibrio ideol¨®gico entre los intelectuales franceses. Apuntan que hubo un Tocqueville por cada Jaur¨¨s. Es decir, un conservador ilustrado por cada izquierdista empecinado. ¡°Esa paridad se evapor¨® durante la guerra¡±, lamenta el informe. El conservadurismo franc¨¦s qued¨® vinculado a Vichy. Y la izquierda, en cambio, a la lucha contra el fascismo, lo que explicar¨ªa, seg¨²n la CIA, su atractivo entre los intelectuales.
Sin embargo, la agencia considera que, a partir de Mayo de 68, se produce un cambio de paradigma. De entrada, a trav¨¦s de la emergencia de los llamados Nuevos Fil¨®sofos, como Andr¨¦ Glucksmann y Bernard-Henri L¨¦vy, una nueva generaci¨®n desencantada con la aventura marxista que deja de hacer la vista gorda respecto a su deriva totalitaria y adopta posturas menos cr¨ªticas con Estados Unidos. ¡°Han compensado su prosa abstrusa convirti¨¦ndose en personajes medi¨¢ticos que defienden sus opiniones en programas de radio y televisi¨®n largos e intelectualizados, que los franceses veneran¡±, reza el informe. La CIA califica a esos j¨®venes pensadores como ¡°renegados que rechazan las ense?anzas de sus antiguos maestros¡±. Es decir, Sartre, Derrida o Althusser, ¡°la ¨²ltima camarilla de sabios comunistas, ahora bajo el fuego implacable de sus antiguos protegidos¡±.
El informe, de un incorregible optimismo, celebra la emergencia de pensadores neutrales o incluso de derechas. Pero no cae en la cuenta de que, mientras las teor¨ªas de Barthes y Foucault se extingu¨ªan en Francia, tambi¨¦n se empezaban a infiltrar en las universidades de EE?UU. Bajo el nombre gen¨¦rico de French Theory, inspiraron la emergencia de los estudios culturales y la llamada pol¨ªtica identitaria, que propici¨® la creaci¨®n de los estudios de g¨¦nero o la atenci¨®n acad¨¦mica a minor¨ªas como los afroamericanos. El canon tradicional de las humanidades qued¨® fracturado para siempre. ¡°Los intelectuales conservadores se quejaron, a principios de los noventa, de que se ense?ara el nihilismo franc¨¦s a sus hijos en los campus¡±, apunta Fran?ois Cusset, profesor de Civilizaci¨®n estadounidense en la Universidad de Nanterre, en un art¨ªculo dedicado al informe en Le Monde.
El novelista Laurent Binet, que public¨® recientemente La s¨¦ptima funci¨®n del lenguaje (Seix Barral), donde pon¨ªa en escena a esa generaci¨®n de fil¨®sofos en torno al asesinato (ficticio) de Barthes, se admira ante la importancia que la CIA otorgaba a esos pensadores. ¡°Resulta halagadora la influencia que les supon¨ªa. Tambi¨¦n es halagador para los franceses, a los que la agencia ve como lectores asiduos de Foucault y compa?¨ªa, lo que me parece un poco exagerado¡±, afirma el escritor. ¡°Y, por ¨²ltimo, es halagador para la propia CIA. Ignoraba que en su interior hubiera especialistas capaces de leer y entender sus ideas y debates. En el fondo, es tan divertido como revelador. Si la CIA se toma en serio el mundo de las ideas, ser¨¢ que el mundo de las ideas todav¨ªa no ha muerto¡±.
Pensadores vigilados
Michel Foucault. El informe de la CIA lo califica como "el pensador m¨¢s profundo e influyente" de su tiempo, conocido por sus estudios sobre el poder, el derecho o la transgresi¨®n y sus teor¨ªas sobre la biopol¨ªtica, o el impacto de la pol¨ªtica sobre todos los ¨¢mbitos de la vida.
Louis Althusser. Estudi¨® el concepto de ideolog¨ªa y la renovaci¨®n del marxismo tras el fin de la etapa estalinista. La agencia destaca m¨¢s bien su agitada biograf¨ªa: el informe recuerda que Althusser "estrangul¨® a su mujer en 1980 y pas¨® cinco a?os en la c¨¢rcel".
Andr¨¦ Glucksmann. Junto a Bernard-Henri L¨¦vy, fue el jefe de filas de los Nuevos Fil¨®sofos, cr¨ªticos con las derivas del comunismo. El informe de la CIA considera que puede propiciar un clima menos antiestadounidense en Francia. Glucksmann acab¨® convirti¨¦ndose al atlantismo y votando a Sarkozy.
Jean-Paul Sartre. El gran pensa dor franc¨¦s del siglo XX ya hab¨ªa sido espiado por el FBI. El informe lo erige en representante de la vieja intelectualidad marxista a la que una nueva generaci¨®n quiere dejar atr¨¢s. "En su ¨²ltima entrevista televisiva, reconoci¨® que el marxismo hab¨ªa sido un fracaso", dice una nota a pie de p¨¢gina.
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