James Gray ahonda en su cine de espect¨¢culo y arte
El director se aleja de su onmipresente Nueva York para internarse en el Amazonas con la pel¨ªcula de aventuras ¡®Z, la ciudad perdida'
A James Gray (Nueva York, 1969) le va la etiqueta de cineasta cl¨¢sico contempor¨¢neo. Aunque se le escape una risita extra?a cuando escucha esa aseveraci¨®n. Con tan solo seis pel¨ªculas ¡ªempez¨® a dirigir con 25 a?os, con Cuesti¨®n de sangre(1994)¡ª se ha hecho un hueco dentro de una banda muy especial, la de los cineastas estadounidenses herederos de la narrativa de Coppola, Scorsese y la generaci¨®n del Nuevo Hollywood, que priorizaban las historias por encima de alharacas formales, lo que en absoluto significa que desde?aran el estilo.
Gray se codea con David Fincher, Christopher Nolan o Paul Thomas Anderson (¡°Uno de mis mejores amigos¡±), aunque no tenga ni su nombre ni sus premios. En su haber est¨¢ el Le¨®n de Plata de Venecia por su debut y varios paseos por Cannes en balde. ¡°Tampoco me preocupa mucho¡±, asegura el director de La otra cara del crimen, La noche se mueve o Two lovers. La entrevista tiene lugar en un sal¨®n de un hotel de lujo durante el festival de Berl¨ªn, en febrero, donde se estren¨® en Europa Z, la ciudad perdida, la primera pel¨ªcula que ha rodado fuera de su Nueva York del alma, y que el pr¨®ximo viernes se lanza en Espa?a. Gray, un oso en lo f¨ªsico, se despereza. ¡°Disc¨²lpame, pero es que he aterrizado esta ma?ana desde Los ?ngeles¡±. El resto de la entrevista la realizar¨¢ con las manos entrelazadas en la nuca salvo cuando las junte para pedir perd¨®n. ¡°Nunca he estado en Madrid. No tengo verg¨¹enza. Me encant¨® Barcelona, nunca he comido mejor, y Paul Thomas me ha hablado maravillas del festival de San Sebasti¨¢n. Me han invitado varias veces, pero siempre me ha pillado mal¡±.
Reglas para crear
Seg¨²n James Gray, un cineasta debe seguir ciertas normas para obtener un buen resultado.
No importa el formato, siempre que sea consecuente con la historia. "Yo he filmado en celuloide porque aqu¨ª creo fundamental que el pasado forme parte de la idea central. Lo digital lleva al espectador al presente. Seamos fieles al esp¨ªritu de lo contado".
Un hombre, una historia. "Todos tenemos una historia. El concepto de reinventarse uno mismo es una gran mentira estadounidense, pero sirve como motor narrativo. Fawcett, aunque ingl¨¦s, se la cree".
Conflicto personal. "Es fundamental. Y si tiene que ver con la familia, a¨²n mejor".
Gray iba para pintor, pero en su adolescencia se cruz¨® la filmograf¨ªa de Coppola y estudi¨® cine en la University of Southern California. Uno se imagina al neoyorquino en su casa viendo filmes de los ochenta toda la noche. Responde con una carcajada. ¡°Entiendo el porqu¨¦ de la pregunta, pero... Aunque sea cierto que bebo en mi estilo de esa ¨¦poca, me fascinan pel¨ªculas m¨¢s antiguas. Todas las noches veo una, y ¨²ltimamente me he centrado en las de los a?os cincuenta. Por ejemplo, para Z, la ciudad perdida me zambull¨ª en el Ford de los a?os treinta. Y revis¨¦ Los in¨²tiles, de Fellini. Sin embargo, claro que amo el cine estadounidense de inicios de los setenta, porque durante aquel breve periodo de tiempo el director fue el rey, y ni los estudios ni los actores dec¨ªan qu¨¦ hacer. Fue sencillamente bello¡±. El cineasta cree que parte de la culpa procede del p¨²blico. ¡°Si est¨¢ acostumbrado a comer en el McDonald¡¯s, cuando le dan algo de Adri¨¤ le parece extra?o. Necesitamos reeducar al espectador. Es muy triste¡±.
El cineasta lleva a?os con este proyecto, para el que al principio no se sinti¨® preparado. ¡°En oto?o de 2008 me contrat¨® Plan B, la productora de Brad Pitt para adaptar un libro que estaba a punto de salir a la venta de David Grann¡±. Contaba la historia real de un explorador brit¨¢nico, Percival Fawcett, que empez¨® sus viajes de exploraci¨®n a Sudam¨¦rica en 1906. Acab¨® yendo all¨ª siete veces hasta 1924 ¡ªentre medias luch¨® en la Primera Guerra Mundial¡ª, primero, a la b¨²squeda del nacimiento del Amazonas; despu¨¦s, rastreando las huellas de una civilizaci¨®n perdida en el Mato Grosso brasile?o, entre las burlas del mundo cient¨ªfico. ¡°Yo no pegaba. Era una propuesta terror¨ªfica y a la vez muy atractiva. Bueno, para eso haces pel¨ªculas, ?no?¡±. A Brad Pitt le sustituy¨® en el papel protagonista Benedict Cumberbatch, quien se cay¨® del reparto poco antes del rodaje cuando su pareja le anunci¨® que estaba embarazada. ¡°Este proyecto obligaba a filmar tres meses en la selva. Le entiendo¡±. As¨ª entr¨® Charlie Hunnam. ¡°Siempre entend¨ª que Fawcett albergaba una trascendencia espiritual, de un inter¨¦s por los indios que le aleja, por ejemplo de la avaricia de Lope de Aguirre [el explorador espa?ol protagonista de Aguirre, la c¨®lera de Dios]. Tanto esta como Fitzcarraldo sirven como referencias para el inicio, pero luego intent¨¦ mostrar la humanizaci¨®n de alguien que en su alocada exploraci¨®n tambi¨¦n siente cambiar su alma occidental¡±.
Obsesi¨®n por el cine
?Gray s¨ª cree pertinente el paralelismo entre la obsesi¨®n por encontrar una cultura precolombina con la de sacar adelante una pel¨ªcula. ¡°Luch¨¦ por rodar en celuloide, cierto. Y tensas la relaci¨®n con los productores hasta donde puedes. Y te planteas que tu trabajo llegue m¨¢s all¨¢ de lo meramente inmediato, como le ocurr¨ªa a Fawcett. En mi interior entiendo ¡ªcada vez que encaro una pel¨ªcula¡ª que hacer eso es fundamental, ineludible. Cuando acaba la jornada, o te han matado a flechazos o has logrado el ¨¦xito. S¨ª, es similar. Por no hablar de su relaci¨®n con su esposa, a la que deja atr¨¢s en cada viaje. Eso lo complet¨¦ con mi propia experiencia¡±.
Lo pr¨®ximo, un viaje al espacio m¨¢s profundo
La siguiente pel¨ªcula de James Gray le alejar¨¢ a¨²n m¨¢s de su Nueva York natal. Viajar¨¢ al siglo XXII y al espacio profundo en Ad Astra. "Estoy realmente asustado, y a la vez fascinado con la belleza del espacio. Pero ante todo, hay una historia personal que rodar". En Ad Astra volver¨¢ a contar con la producci¨®n de Plan B, ya que el actor principal deber¨ªa ser Brad Pitt.
Su protagonista es un ingeniero militar enviado a trav¨¦s de la galaxia a encontrar a su padre, desaparecido dos d¨¦cadas atr¨¢s en un peligrosa misi¨®n a la b¨²squeda de vida extraterrestre. ¡°Lo curioso es que debe atraparle para llevarle ante la justicia¡±, apunta enigm¨¢tico Gray.
Al cineasta le encanta recordar la cita de Truffaut: ¡°El cine es mitad verdad, mitad espect¨¢culo¡±. ¡°As¨ª veo mi cine. Pero con eso no quiero decir que hay formas correctas o err¨®neas de dirigir. O que Hollywood es malo y el arte y ensayo bueno. Cada uno hace lo que sabe o puede¡±.
Al final, tanto Fawcett como Gray promet¨ªan lo mismo al p¨²blico: un tesoro. En un caso, una civilizaci¨®n, en el actual, una pel¨ªcula. ¡°El error de Fawcett fue creer que encontrar¨ªa grandes edificios de ladrillos de oro, y en realidad, casi acierta. Pero estaban hechos de arcilla y la selva los hab¨ªa devorado. Hoy, con la deforestaci¨®n, encontramos la confirmaci¨®n de sus teor¨ªas. Hubo una civilizaci¨®n con miles de ciudadanos, muy desarrollada t¨¦cnicamente, que se desvaneci¨®. Ya veremos qu¨¦ pasa con mi filmograf¨ªa".
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