¡°Toda mujer es una mujer fuerte¡±

La vida de una estrella es tumultuosa. Y la de Jessica Chastain (Sacramento, 1977), autodeclarada adicta al trabajo, no conoce l¨ªmites. Hace 15 d¨ªas daba entrevistas en Nueva York por tel¨¦fono para hablar de La casa de la esperanza (estreno en Espa?a, 23 de junio); hace diez estaba en Madrid cenando con Pedro Almod¨®var, su pr¨®ximo jefe como presidente del jurado del festival de Cannes en el que tambi¨¦n estar¨¢ la actriz y productora, y este mediod¨ªa en Madrid charlaba de todo lo anterior y de un soberbio thriller, El caso Sloane (estreno en Espa?a, 19 de mayo). ¡°Este a?o, en cambio, salvo que me apunte a algo en invierno, no voy a rodar. Me he tomado un descanso. Pero me encanta mi trabajo y por eso hago tantas pel¨ªculas¡±.

Guillermo del Toro, que la dirigi¨® en La cumbre escarlata, dice de Chastain que es la gran camaleona del cine. ¡°Bueno, espero que sea un halago. Me gusta picotear, variar de personajes, porque ?para qu¨¦ quedarte en uno? Mi vida ya es suficientemente aburrida¡±, asegura. Solo dos cosas conectan sus papeles: que los encarna ella, obviamente, y que suele ser mujeres fuertes. ¡°Cada vez que hago una pel¨ªcula pienso en sus ramificaciones en la sociedad, y en estos dos trabajos pens¨¦ que iban a tener una contribuci¨®n positiva. Y creo que toda mujer es una mujer fuerte¡±. En La casa de la esperanza encarna a un personaje real, Antonina Zabinski, que dirigi¨® junto a su marido el zoo de Varsovia durante la II Guerra Mundial: usaron sus instalaciones para salvar a centenares de jud¨ªos. ¡°Llegu¨¦ a conocer a su hija. Lo curioso es que era una familia corriente puesta de repente en una situaci¨®n extraordinaria. Es una pel¨ªcula profundamente femenina".

En El caso Sloane, Chastain interpretar a una lobbista de ¨¦xito, reina del lado oscuro, que decide trabajar para que se aprueba una ley federal que controle la posesi¨®n de armas. ¡°Es una pel¨ªcula muy pol¨¦mica, que va en contra del lobby de las armas, que est¨¢ protagonizada por una mujer despiadada que reh¨²ye el estereotipo de madre y novia, y que adem¨¢s se plantea cu¨¢nto m¨¢s escuchan los pol¨ªticos a sus patrocinadores que a sus votantes¡±. A continuaci¨®n, asegura, ¡°no todos los lobbys son malos porque a¨²n quedan causas por las que luchar¡±. ¡°El peligro est¨¢ en c¨®mo financian campa?as pol¨ªticas¡±. Otro punto a favor de su Elizabeth Sloane: ¡°Me divirti¨® dar vida a la persona m¨¢s lista de cada reuni¨®n, algo que yo no soy, y que se mueve a un ritmo superior al m¨ªo, desbordando energ¨ªa¡±. Ella, en cambio, maneja con habilidad la paciencia. Y el mejor ejemplo estriba en el arranque de su carrera. Tras graduarse en Julliard, enlaz¨® varios secundarios en el cine y estall¨® en el teatro. All¨ª hizo Salom¨¦ con Al Pacino, y en 2008 film¨® El ¨¢rbol de la vida, de Malick. Pero el drama no se estren¨® hasta el festival de Cannes de 2011, a?o en el que Chastain tambi¨¦n apareci¨® en Criadas y se?oras, Wilde Salom¨¦ (grabaci¨®n de la obra de teatro), Take Shelter, Coriolanus y Tierra de asesinatos. Empezaba el fen¨®meno Chastain.

Nunca ha dejado de sentirse distinta a la fauna de Hollywood. Como productora, Chastain quiere dar voz a directoras, a cineastas afroamericanos o hispanos, no para levantar proyectos para ella. ¡°Es dif¨ªcil encontrar dramas financiados por grandes estudios. Yo busco guiones con mujeres reales, quiero dar voz a las historias que no se cuentan¡±. A¨²n queda mucho por hacer: ¡°Ya no hay miedo en se?alar injusticias como la desigualdad laboral. La elecci¨®n de Trump ha movilizado a la sociedad, y de paso a la industria del cine, que refleja lo que pasa en el mundo¡±.