En un parpadeo
Una 'performance' expositiva con el cuerpo y el tiempo como protagonistas explora las interconexiones en la cultura contempor¨¢nea
Hay un librito de Jussi Parikka titulado A Slow. Contemporary Violence: Damaged Environments of Technological Culture, editado en octubre por Sternberg Press, que describe un mundo compuesto de muchas velocidades superpuestas y distintos ritmos simult¨¢neos. Habla de lentitud en lugar de aceleraci¨®n, de un horizonte temporal donde pensar otra idea de conexi¨®n. Parikka es uno de los te¨®ricos que m¨¢s se han adentrado en las zonas oscuras de la cultura en red y que con mayor tino han mirado lo que est¨¢ fuera de lugar, los medios obsoletos y la tecnolog¨ªa que no deslumbra. La condici¨®n contempor¨¢nea.
El libro asoma de la mochila del comisario Jo?o Laia mientras recorre la muestra que ha ideado en La Casa Encendida, Transmission from the Etherspace, una suerte de trilog¨ªa que empez¨® en 2015 en Chiado con Hybridize or Disappear y en 2016 con Hyperconnected en Mosc¨². Las relaciones entre estructuras sociales, tecnolog¨ªa y representaci¨®n est¨¢n en la base de muchos de sus proyectos, aunque aqu¨ª el cuerpo y el tiempo cogen protagonismo. Por eso es una exposici¨®n perform¨¢tica o una performance expositiva. Les puede sonar raro pero no lo es. Hace tiempo que salimos de la exposici¨®n al uso para entrar en otro espacio desde el que pensar el arte contempor¨¢neo. El ritmo lo marcan tres performances: Pr¨¦sage, de Hicham Berrada y Laurent Durupt, el pasado jueves; Corposing, de Eddie Peake, que tuvo lugar ayer, y la que hoy ocupa el patio de La Casa Encendida, Living Metals, de Joana Escoval y Robin Watkins.
Todos ellos, as¨ª como los artistas que presentan obras en formato escultura, v¨ªdeo, pintura e instalaciones, trasladan una experiencia muy f¨ªsica al espectador y convierten las salas en una especie de interfaz poli¨¦drica en la que el deseo, identidad, sexo, anhelo, ansiedad y dependencia hablan de nuestras rutinas diarias. Ah¨ª est¨¢ la atemporalidad en bucle del cineasta Emily Wardill, donde realidad y ficci¨®n se mezclan y se confunden; el trabajo de Andrew Norman Wilson, sobre los sistemas, las personas y los procesos subyacentes a la cultura digital: la ambig¨¹edad de los objetos de Nina Beier, o la columna de calor a base de placas de vitrocer¨¢mica y los susurros antidepresivos robados de YouTube de Pepo Salazar.
Transmissions from the Etherspace. La Casa Encendida. Madrid. Hasta el 28 de mayo.
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