¡®Queridos blancos¡¯, s¨ª sois racistas

Ser racista no es una opci¨®n. No podemos elegirlo. Durante demasiadas generaciones nuestra educaci¨®n, nuestra cultura y hasta nuestra religi¨®n nos han premiado por tener miedo a lo diferente.

En algunos pa¨ªses, como en Espa?a, el racismo est¨¢ tan instaurado que se practica a la vista de todos. Es el caso de los Moros y Cristianos, de los reyes magos que se pintan la cara con carb¨®n, o de las personas que insisten en llamar negro a cualquier ciudadano de piel oscura sin preocuparse ni siquiera por d¨®nde ha nacido. Eso s¨ª, dios nos libre de que alg¨²n extranjero confunda a Espa?a con M¨¦xico, o piensen que en Madrid cantamos rancheras. ?Qu¨¦ se han cre¨ªdo que todos los latinos somos iguales?

En EE UU, adem¨¢s de levantar pol¨¦mica, el racismo lleva a?os cost¨¢ndole la vida a decenas de j¨®venes estadounidenses. A algunos simplemente les disparan por error. A otros los convierten en eternos sospechosos incapaces de sentirse c¨®modos fuera de sus comunidades, y de eso es de lo que habla Queridos blancos.

Llamamos negro a cualquier persona de piel oscura pero dios nos libre de que alg¨²n extranjero confunda Espa?a con M¨¦xico"

La nueva serie de Netflix est¨¢ basada en la pel¨ªcula hom¨®nima dirigida por el realizador Justin Simien, y que en 2014 se alz¨® con el premio al Talento revelaci¨®n en el Festival de Sundance.

Copiando la estructura de una comedia familiar, la acci¨®n tiene lugar en la universidad ficticia de Winchester, un campus mayoritariamente blanco en el que conviven en supuesta armon¨ªa alumnos de todas etnias. El argumento comienza cuando una fraternidad 100% aria decide organizar una fiesta en la que todos deben ir disfrazados de negros. De cualquier negro. Del que sea. Y ah¨ª es donde la verdad sale a la luz.

Porque Queridos blancos no habla del racismo de Trump, sino del que se dio en la ¨¦poca de Obama. De ese racismo que realizamos a diario como una rutina y defendemos a capa y espada como libertad de expresi¨®n. De eso que nos gusta llamar pol¨ªticamente incorrecto, y no es m¨¢s que un excusa para poder ofender sin castigo.

Nos gusta llamarlo pol¨ªticamente incorrecto pero no es m¨¢s que una excusa para poder insultar sin castigo"

Distribuida en 10 cap¨ªtulos y con una duraci¨®n de apenas 30 minutos por episodio, Queridos blancos cuenta con un reparto en el que conviven el casting original de la pel¨ªcula con algunas nuevas incorporaciones, como la actriz Logan Browning (Samantha White en la serie).

Lo mejor del show es que, adem¨¢s de incomodar a los blancos, mete el dedo tambi¨¦n en la comunidad afroamericana mostrando sus divisiones, sus matices y su incapacidad para establecer un frente com¨²n (como cuando a Obama lo acusaron de no ser lo suficientemente negro). Para los amantes de Moonlight uno de los episodios est¨¢ dirigido adem¨¢s por el ganador de un Oscar Barry Jenkins.

No podemos evitar ser racistas. Pero podemos reeducarnos y no tener miedo a admitir que nuestros prejuicios corren el riesgo de perpetuarse si no los miramos a la cara. Disfrutar y ver Queridos blancos puede ser un primer paso.