La corta y apasionante vida del brigadista y poeta John Cornford, biznieto de Darwin
El escritor Javier Reverte traza un perfil del personaje hist¨®rico que ha inspirado su nuevo libro, 'Banderas en la niebla', muerto a los 21 a?os en unos olivos de Ja¨¦n
Los destinos del rejoneador sevillano Jos¨¦ Garc¨ªa Carranza, ¡°el Algabe?o¡±, y el poeta ingl¨¦s John Cornford fueron reunirse en la Guerra Civil espa?ola, en la batalla en Lopera (Ja¨¦n), a finales de 1936. Nunca se conocieron, pero ambos representan dos caras paradigm¨¢ticas de aquella contienda: la de los se?oritos espa?oles terratenientes, que defend¨ªan un sistema secular de explotaci¨®n del campesinado, y la de los j¨®venes intelectuales ingleses, que acud¨ªan a luchar a Espa?a imbuidos de idealismo e ideas estalinistas. El Algabe?o, en los primeros d¨ªas de la guerra, particip¨® en las partidas paramilitares de caballistas que asolaron el campo andaluz, ¡°ase¨¢ndolo de rojos¡±, en crueles ¡°razzias¡± que ensangrentaron numerosos pueblos. John Cornford, por su parte, biznieto de Darwin en l¨ªnea directa por parte de madre y uno de los primeros luchadores internacionales que llegaron a Espa?a, fue un caso singular a¨²n recordado en Inglaterra.
El poeta naci¨® en Cambridge en 1914, hijo de Francis McDonald Cornford, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa Antigua y autor de varios libros sobre Plat¨®n, y de Frances Cornford, poetisa relacionada con los c¨ªrculos del grupo literario de Bloomsbury. John estudi¨® en el elitista colegio de Stowell y, posteriormente, Historia en el Trinity College de Cambridge y un curso en la London Economics School. En sus inicios como escritor, se sinti¨® atra¨ªdo por la poes¨ªa opaca de Eliot y de Graves, pero pronto dirigi¨® sus preferencias hacia la m¨¢s comprometida de Auden. Siempre admir¨® a Byron, que muri¨® en la guerra de la independencia de Grecia, y en quien ve¨ªa retratada la confluencia del hombre de acci¨®n y del artista, un modelo a la postre para s¨ª mismo.
Muy pronto abraz¨® las ideas del socialismo y comenz¨® a frecuentar los c¨ªrculos en donde se mov¨ªan los llamados ¡°Ap¨®stoles de Cambridge¡±, Philby, MacLean y Burguess, que acabar¨ªan siendo esp¨ªas de Stalin. Y fascinado por la URSS ingres¨® casi adolescente en el Partido Comunista Brit¨¢nico. Con 18 a?os era ya uno de sus principales dirigentes juveniles.
En el verano de 1936, el levantamiento de Franco le sorprendi¨® en Francia con su amante Margot Heinemann, una muchacha jud¨ªa dos a?os mayor que ¨¦l, hija de banqueros londinenses y tambi¨¦n comunista. Despu¨¦s de conseguir una acreditaci¨®n como periodista, entr¨® en Espa?a en agosto en compa?¨ªa de Frank Bojernau, un excomunista austriaco. Desde Barcelona, viaj¨® a las sierras de Arag¨®n con una columna del POUM trotskista comandada por Manuel Grossi. Y de inmediato, abandon¨® su condici¨®n de cronista para integrarse como voluntario en la tropa de Grossi. Era uno de los primeros ingleses en la guerra espa?ola. Pero no lleg¨® a combatir m¨¢s que en breves escaramuzas y, enfermo de disenter¨ªa, fue hospitalizado en Barcelona y repatriado a Inglaterra. Antes, escribi¨® un bell¨ªsimo poema de amor y guerra a Margot: ¡°Y si la mala suerte acaba con mi vida/ dentro de una tumba mal cavada,/ acu¨¦rdate de toda nuestra dicha; / no olvides que yo te amaba¡±.
De regreso en Cambridge, dedic¨® toda su actividad a reclutar una tropa de voluntarios para integrarse en las reci¨¦n nacidas Brigadas Internacionales. Apenas consigui¨® que se adhirieran unos pocos, entre ellos Bernard Knox, que acabar¨ªa por ser un reputado especialista en tragedia griega, y el novelista John Sommerfield, amigo ¨ªntimo de Malcolm Lowry, que a su vez estuvo a punto de unirse al grupo. Viajaron a Par¨ªs y, desde all¨ª, v¨ªa Marsella, llegaron a Alicante con otro peque?o contingente de voluntarios ingleses e irlandeses encuadrados en la XIV Brigada, de mando franc¨¦s. A mediados de octubre Cornford y sus compa?eros estaban en Albacete, entren¨¢ndose militarmente en los cuarteles generales internacionales.
No esperaron mucho. A comienzos de noviembre fueron trasladados de urgencia para participar en la batalla de Madrid, con la ciudad acosada por el avance franquista. El grupo de Cornford form¨® una secci¨®n de ametralladoras y defendi¨® la facultad de Filosof¨ªa desde su biblioteca, formando los parapetos con libros. Knox brome¨® m¨¢s tarde diciendo que las balas enemigas ten¨ªan fuerza para llegar a la p¨¢gina 350. Aliviado el cerco de Madrid, regres¨® a Albacete.
A finales de 1936 fue movilizado de nuevo, esta vez al frente andaluz. Y con la XIV Brigada viaj¨® al encuentro de las fuertemente armadas columnas franquistas en el pueblo de Lopera, en la que se integraba como enlace ¡°el Algabe?o¡±, hombre de confianza del general golpista Queipo de Llano.
Los destinos de los dos hombres se unieron tr¨¢gicamente en los olivares del campo jienense, con apenas unas horas de distancia. El torero, de 34 a?os, provoc¨® coplas de poetas falangistas; al brigadista se le recuerda hoy con un monolito en Lopera junto a otro poeta ingl¨¦s voluntario de la XIV, Ralph Fox. John cumpli¨® 21 a?os cuando cay¨® en los cerros del pueblo como un Lord Byron revivido.
La novela Banderas en la niebla, de Javier Reverte, ha sido editada por Plaza y Jan¨¦s,y se presenta este viernes en Madrid..
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