Desde este libro se ve Portugal
Si la guerra de Angola marc¨® a varias generaciones de autores portugueses, la crisis econ¨®mica ha afectado a los m¨¢s j¨®venes. Todos tratan de liberarse de Pessoa
"Desde mi lengua se ve el mar¡±. La frase es de Verg¨ªlio Ferreira, ha servido para marcar los designios de la historia de la cultura lusitana y sirve a¨²n para imaginar algo as¨ª como un mapa l¨ªquido de su literatura actual, la que nos llega en la estela de figuras mayores bien conocidas, como Jos¨¦ Saramago o Ant¨®nio Lobo Antunes, cuyas obras han servido de br¨²jula y gu¨ªa a varias generaciones de escritores del pa¨ªs vecino. Consultamos la lista de los 10 autores en lengua portuguesa m¨¢s traducidos a otros idiomas y encontramos esos dos nombres (con lugar de privilegio para el Nobel), junto al eterno E?a de Queir¨®s y al incombustible Fernando Pessoa, el portugu¨¦s m¨¢s presente cada temporada en las mesas de novedades. Pero, salvadas esas cuatro referencias, ?cu¨¢les ser¨ªan las l¨ªneas tem¨¢ticas de fuerza de la literatura portuguesa actual y los autores y obras fundamentales que las alimentan? Miremos ese mar e intentemos encontrar algunas balizas.
Aunque sigue pesando mucho en el imaginario colectivo la experiencia traum¨¢tica de la guerra colonial africana (y algunas de las ¨²ltimas novelas de Lobo Antunes siguen siendo ejemplo de ello), nuevas realidades van adquiriendo un papel relevante en el retrato coral de la literatura lusa. Una obra fundamental de los ¨²ltimos a?os, O retorno, de Dulce Maria Cardoso, relata en esa clave el tema del regreso a la patria de los ¡°retornados¡±, los colonos portugueses residentes en ?frica (m¨¢s de 500.000, en un pa¨ªs con algo m¨¢s de 10 millones de habitantes) alrededor de la experiencia del 25 de abril, y teje un relato emocionante y profundo de esa realidad, que se ha visto asimismo reflejada en otro libro magn¨ªfico y tambi¨¦n con voz femenina, Cadernos de memorias coloniais, de Isabela Figueiredo. De alguna forma, se trata de un segmento m¨¢s de una de las columnas vertebrales m¨¢s importantes de la literatura portuguesa del siglo XX y el tr¨¢nsito hacia nuestros d¨ªas, que podr¨ªa definirse en algo as¨ª como la ¡°portugalidad¡± o el ¡°pensar Portugal¡±, que mezcla la relectura de un legado historicista con nuevas perspectivas poscoloniales, tomando como objeto el ser y sentir del pa¨ªs en el espejo de la historia y el mundo, y que se plasma en la obra de ensayistas como la figura tutelar de las letras lusas, Eduardo Louren?o, el Jos¨¦ Gil de Portugal hoy, el miedo de existir o el sorprendente cronista On¨¦simo Teot¨®nio de Almeida.
Citas de la feria
- La 76? edici¨®n de la Feria del Libro de Madrid se celebra en el parque del Retiro entre el viernes 27 de mayo y el domingo 11 de junio.
- La conferencia inaugural correr¨¢ a cargo del fil¨®sofo Eduardo Louren?o.
- De Nuno J¨²dice a Ana Lu¨ªsa Amaral, pasando por Afonso Cruz, cerca de 40 autores portugueses acudir¨¢n a la feria. A ellos se sumar¨¢n escritores espa?oles como Antonio Mu?oz Molina, Julio Llamazares o Lorenzo Silva.
- Expresso y EL PA?S, dos casos de ¨¦xito ser¨¢ el tema del di¨¢logo entre Juan Luis Cebri¨¢n y Francisco Pinto Balsem?o que tendr¨¢ lugar el 7 de junio.
- Antonio Mu?oz Molina pronunciar¨¢ el 11 de junio la conferencia 'La risa de E?a de Queir¨®s'.
Otra cara m¨¢s de esa misma preocupaci¨®n podemos localizarla en temas como la emigraci¨®n de portugueses al extranjero o la presencia de minor¨ªas inmigrantes en el pa¨ªs, t¨®pico recurrente en la narrativa de Valter Hugo M?e, como reflejo del retrato de las clases desfavorecidas, en libros como El apocalipsis de los trabajadores o La deshumanizaci¨®n. Ese desasosiego por la situaci¨®n del pa¨ªs, por el presente que sigue a un pasado tan heroico como tromb¨®tico, es uno de los aspectos que con m¨¢s fuerza brotan en muchos de los nombres destacables de estas ¨²ltimas d¨¦cadas, y hace que sea imposible, desde la cultura, hablar del Portugal de nuestros d¨ªas sin referirnos a la dur¨ªsima experiencia de la crisis econ¨®mica de la ¨²ltima d¨¦cada, bien presente en la literatura desde una perspectiva cr¨ªtica y de compromiso ideol¨®gico, patente en t¨ªtulos expl¨ªcitos como Desamparo o Desnorte, de la novelista In¨ºs Pedrosa, o en la obra ensay¨ªstica de Boaventura de Sousa Santos, abanderado de cierta indignaci¨®n social ante la degradaci¨®n de los valores democr¨¢ticos.
Otra l¨ªnea tem¨¢tica muy interesante en la pen¨²ltima generaci¨®n visible de escritores portugueses (los nacidos en los a?os setenta) es el di¨¢logo entre la construcci¨®n del relato del Portugal rural, interior, casi como un paisaje y una cultura en extinci¨®n (presente en libros como Galveias, de Jos¨¦ Lu¨ªs Peixoto, o en Jesucristo beb¨ªa cerveza, de Afonso Cruz), y una visi¨®n m¨¢s sofisticada e inundada de referencias culturales de car¨¢cter internacional, como sucede en el caso de la obra plural de Gon?alo M. Tavares, el m¨¢s singular de los escritores portugueses de los ¨²ltimos a?os, que bebe a partes iguales de la tradici¨®n y la vanguardia.
Los m¨¢s traducidos a otras lenguas siguen siendo Saramago, Lobo Antunes, Pessoa y E?a de Queir¨®s
Si a estos elementos unimos una l¨ªnea de retrato c¨¢ustico y humor¨ªstico de la sociedad lusa, presente en la narrativa de M¨¢rio de Carvalho y Rui Zink; otra de car¨¢cter m¨¢s intimista y simbolista, que toma cuerpo en las obras de Maria Velho da Costa (fundamental su obra Myra) o H¨¦lia Correia, y a?adimos el elemento cosmopolita constituido por escritores portugueses de origen africano, como Paulo Jos¨¦ Miranda u Ondjaki, acabamos por definir el mapa fundamental de las letras lusas, en el que siguen contando con una presencia esencial nombres ya cl¨¢sicos del ¨²ltimo medio siglo, como L¨ªdia Jorge, M¨¢rio Cl¨¢udio o Almeida Faria.
?Y la poes¨ªa, la gran poes¨ªa portuguesa? A la sombra de nombres insustituibles, como los de Herberto Helder, Ant¨®nio Ramos Rosa, Vasco Gra?a Moura, Manuel Ant¨®nio Pina, Nuno J¨²dice o Gast?o Cruz, se revela con especial constancia el eterno debate entre la luz y el hermetismo, que en Portugal se traducir¨ªa en algo as¨ª como la figuraci¨®n y la capacidad de abstracci¨®n en la comprensi¨®n de la realidad. Porque ese t¨¦rmino, ?¡°real¡±, en su rica polisemia, es uno de los m¨¢s frecuentes en la l¨ªrica lusa del ¨²ltimo medio siglo.
No faltan, como es costumbre, las voces que hablan de unas nuevas generaciones de escritores portugueses que no acaban de despuntar, como un bosque de maravillosos ¨¢rboles enanos a la sombra de un conjunto notable de ejemplares de gran porte. Es la herencia, maravillosa y maldita al mismo tiempo, de la extraordinaria literatura portuguesa del siglo XX, una de las m¨¢s ricas y variadas de Occidente, ante la cual los nuevos autores tendr¨¢n que enfrentar, alg¨²n d¨ªa, la necesidad de matar a un padre simbolizado en forma de una tradici¨®n moderna inagotable (v¨¦ase el ejemplo de Pessoa) que sigue, como el rey Don Sebasti¨¢n, acechando en el horizonte cada ma?ana de niebla.
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