La ¨¦tica del tibur¨®n

Cuando Arthur Edens, el personaje que encarnaba Tom Wilkinson en Michael Clayton (2007), olvidaba tomarse su medicaci¨®n, sufr¨ªa, como efecto secundario, la emergencia de una conciencia ¨¦tica. Hasta ese momento hab¨ªa funcionado como pieza irreprochable de un sistema corrupto con los mecanismos muy bien engrasados. En El caso Sloane, la p¨¢lida piel, la fragilidad enfermiza y la mirada insomne de Jessica Chastain se ponen al servicio del complejo retrato de una lobista, estratega de acuerdos entre los bastidores de la vida pol¨ªtica que se mueve en su territorio con la depredadora seguridad del tibur¨®n consciente de que jam¨¢s se le escapa una presa. Elizabeth Sloane tambi¨¦n necesita medicarse para funcionar ¨Cesos estimulantes que la mantienen despierta a espaldas de su m¨¦dico-, aunque no media ning¨²n descuido en esa auto-regulaci¨®n qu¨ªmica para que la ¨¦tica (o algo parecido) acuda a desestabilizar su posici¨®n. El gui¨®n del debutante Jonathan Perera ¡ªuna carta de presentaci¨®n de filiaci¨®n sorkiniana y autoconsciente rotundidad¡ª es muy h¨¢bil al dejar en un estimulante punto de indefinici¨®n lo que lleva al personaje a no efectuar el siguiente movimiento que se espera de ¨¦l. Sloane decide redirigir su ferocidad en favor de la aprobaci¨®n de una ley que impondr¨¢ limitaciones a la posesi¨®n de armas entre los ciudadanos norteamericanos. ?Es la ¨¦tica, un orgullo contrariado o la mera ambici¨®n profesional lo que ha entrado en juego?

Aunque John Madden no aplique a esta historia m¨¢s que un funcional dinamismo al servicio de las veloces r¨¢fagas verbales de sus personajes, El caso Sloane es una pel¨ªcula fascinante por su parad¨®jica tensi¨®n, generada al sostener un discurso ¨¦tico liberal sobre la dudosa operativa de un personaje conflictivo y reprobable. Una tensi¨®n que convierte en inc¨®moda la integraci¨®n de este discurso en el seno de la reivindicaci¨®n feminista de la visibilidad y el empoderamiento femeninos: en buena medida, el personaje de Jessica Chastain encarna la asimilaci¨®n de los aspectos m¨¢s agresivos de los tradicionales roles masculinos. Pero El caso Sloane, pese a un giro final que se acerca a los excesos imaginativos de Misi¨®n: Imposible, la serie televisiva, es tambi¨¦n una pel¨ªcula sintom¨¢tica: en cierto sentido, su discurso de fondo podr¨ªa estar negociando con la aguda antipat¨ªa que gener¨® Hillary Clinton durante el periodo electoral. Un aparatoso lavado de cara que hoy parece estar echando la bronca a unos votantes que no vieron al alma ¨ªntegra ¨Cy dolida- tras la superficie ¨¢spera.