Del talento

Cuando ya se puede ver la segunda temporada completa de la extraordinaria Billions (Movistar Series), es el momento de reconocer el talento de una cadena estadounidense de pago, Showtime, que desde hace 40 a?os ha deslumbrado al espectador por la calidad de sus producciones y la capacidad de transgresi¨®n de sus ficciones.

Y si Dexter fue el pistoletazo de salida, con esa perversa e inteligente habilidad de situar a un asesino en serie en el epicentro de la trama, y, lo que a¨²n resultaba m¨¢s sorprendente, lograr la empat¨ªa de sus seguidores, Californication demostr¨® que el sexo, las drogas y el rock and roll eran perfectamente compatibles con el ¨¦xito de audiencia. Como tambi¨¦n lo era una madre soltera reconvertida en traficante de marihuana en Weeds.

Con Nurse Jackie y Shameless, la cadena dio otra vuelta de tuerca a la transgresi¨®n de lo establecido. Una enfermera drogadicta y la familia m¨¢s desestructurada de la cultura audiovisual demostraron que el fil¨®n de lo socialmente incorrecto iba viento en popa. Ray Donovan mostraba una visi¨®n de Hollywood radicalmente distinta a la habitual, en la que la violencia era la reina de la casa, una violencia que hund¨ªa sus ra¨ªces en los abusos sexuales de un sacerdote.

Pero Showtime no descuid¨® la producciones hist¨®ricas, y lo hizo con la calidad de Los Tudor y sus cuatro brillantes temporadas, en las que el rigor no siempre condicion¨® los hechos narrados. En el reinado de Enrique VIII pas¨® de todo; en la serie, el entretenimiento se impuso a los historiadores.

The Affair cumpli¨® con las expectativas de los amantes de los dramas sentimentales. De la grandiosidad de la Inglaterra del siglo XVI se pas¨® al intimismo de una relaci¨®n amorosa en Montauk (Nueva York) entre un profesor y una camarera. Con Homeland y Billions, la cadena alcanz¨® la excelencia. Solo por haber producido estas dos series, Showtimes merece estar en el olimpo.